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Fue hace unos años que Ron Gilbert regresó a la contienda de hacer juegos de aventura con el excelente Thimbleweed Park. Desde entonces, tanto él como otros desarrolladores han despertado esa nostalgia entre los fans del genero –me incluyo– lanzando títulos inspirados en el clásico modelo que una vez reinó en la industria en sus inicios.

Los juegos de aventura son apacibles, relajantes, retadores por su característico diseño de resolver problemas para progresar. Obstáculos de intelecto que requieren análisis y raciocinio. No suelen ser violentos ni con gameplay de acción en tiempo real, por algo también los llaman juegos de "Point & Click", donde las acciones obedecen a un guión, casi siempre narrativo, que acciona eventos y etapas en medida que resuelves rompecabezas circunstanciales y ambientales con comandos básicos junto a un inventario.

La gente de Indiesruption le ha dado un giro a este diseño incorporando gameplay de acción en tiempo real y NPCs que activamente intervienen en el progreso de la narrativa, con diálogos que asisten en la resolución de los obstáculos mediante pistas o –a veces– suministrando objetos claves. El juego de aventura se llama Vlad Circus Descend Into Madness y debo decirles que es una obra maestra digna de los mejores que he jugado desde los tiempos de Lucas Arts y Sierra Online. Debo admitir que por el tiempo entre recibir el código de prensa y la fecha para publicar la presente reseña, no he terminado el juego, que es bastante largo y complejo, pero estoy lo suficientemente avanzado en la trama para dar una completa impresión de sus mecánicas y su historia.

Vlad Circus Descend Into Madness no es para niños, apesar de su aparente inocente arte pixel-art, que es hermoso como atmosférico gracias a un brillante empleo de sistema de iluminación dinámica 2D. Vlad Circus aborda temas muy adultos, por lo que sorprenderá ver una calificación "M" en un juego de aventura. Temas de sexo, drogas, muerte y horror salpican la trama que se basa en misterio, survival horror y demencia. Tomas el rol de Oliver Mills, un payaso de un circo que cayó en desgracia luego de un incendio que dejó víctimas, daños irreversibles, físicos y mentales. El juego toma lugar en los años '20 en una mansión. Oliver estuvo recluido en un sanatorio para pacientes con problemas mentales, un asilo psiquiátrico porque sus traumas lo dejaron bastante perturbado.

El dueño del circo tiene planeado intentar reactivarlo y volver a los viejos tiempos. Para ello reunió a los sobrevivientes originales en su mansión como un gesto para reanudar la vieja cofradía. Sólo que los personajes han sufrido cambios y deterioro con el paso de los años estando lejos de sus tiempos mozos cuando brillaban en sus respectivos actos. Las cosas no están bien, hay un misterio rodeando las circunstancias de la reunión que encierra horror en el mas puro sentido de Resident Evil. Oliver, quien también era mecánico del circo, usa sus habilidades para resolver los problemas de la mansión, a la vez que trata de solventar sus propios problemas personales y mentales. Oliver sufre de esquizofrenia y tiene lazos sentimentales pendientes con sus ex-compañeros de oficio del circo.

Te puedes mover libre por la mansión, pudiendo abrir puertas y recovecos bloqueados por algún impedimento. Las mecánicas de interacción con el entorno está directo en cada objeto que puedes recolectar en tu inventario, el cual está limitado a cierto número de objetos a la vez, que por fortuna lo puedes expandir encontrando bolsas regadas por todos lados, pero no son muchas. Puedes dejar objetos en el piso temporalmente y recuperarlos luego, un cuaderno que sirve de diario o guía registra el lugar donde dejaste un objeto de tu inventario además de llevar notas y pistas de la historia, y un itinerario de las cosas que tienes que hacer para resolver el misterio. El cuaderno –como el rosario– son objetos inamovibles que siempre estarán ocupando un espacio en el inventario. Objetos usados desaparecen si ya no tienen mas utilidad.

Se pueden combinar objetos para crear nuevos elementos compuestos ya que no todos se pueden usar de forma directa como los encontraste. El rosario es indispensable ya que Oliver es muy religioso y lo usa para calmar sus constantes ataques de ansiedad cuando hay peligro. El medidor de estrés de Oliver afecta su desempeño y hasta sufre de alucinaciones –y escucha voces– si no se calma con un breve rezo de rodillas. Oliver puede cargar armas contundentes y de fuego –con limitadísmas municiones acentuando su caracter de survival horror– para defenderse deee… mejor no se los digo para no arruinarles con detalles, cuando dije Resident Evil, no fue a la ligera.

Los NPC son muy importantes y cruciales en todo, ayudan con pistas o enriquecen los antecedentes con conversaciones que dan peso a la trama (con diálogos en texto). El diseño es brillante con mucho intelecto que te obliga a pensar, siendo muy atento a los detalles de todo lo que sucede o escuchas, por eso el cuaderno es muy importante. Como importante es hacer mantenimiento a objetos que se desgastan o rellenar la lámpara de kerosen regularmente o te quedas a oscuras, y vaya que la atmósfera es muy oscura si ven las capturas. El arte es impresionante y su sonido igual, de hecho recomiendo el uso de audífonos para apreciarlo mejor que las cornetas del Switch o el TV.

No dejen pasar esta joya en tu Switch, PC o consola de mesa. Demasiado valor por el precio, a pesar que sufre de los mismos problemas de todos los juegos de aventura: no tienen valor de rejugabilidad inmediato. Vlad Circus Descend Into Madness está bien escrito, diseñado y artísticamente elaborado. Altamente recomendable para una sesión menos calmada de lo habitual en un adventure game.

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Bart

Copia de prensa por cortesía de Indiesruption/Blowfish Studios y StridePR.