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La generación pasada vimos docenas de remasters, en parte porque no existía retrocompatibilidad con la generación precedente. En ésta, la tenemos, entonces le resulta más difícil a los desarrolladores y publicistas cobrarnos precio full por una nueva reedición de un título que recién acabamos de jugar en la generación saliente, y continuar jugándolo en el nuevo hardware.

Menos aún con los parches gratuitos que los actualiza un poco en lo técnico mejorando su desempeño. Por lo tanto podemos decretar como exitinto al viejo modelo comercial del remaster. Pero el remake es distinto ya que no es el mismo juego con un retoque de maquillaje, es un juego hecho de cero, nuevo, con herramientas modernas, sólo que emula casi 1:1 al juego original manteniendo intacto ese toque especial de nostalgia que lo volvió un clásico. Los remakes han pasado de ser un evento excepcional a uno cotidiano. Algunos remakes son justificados dado el tiempo entre la versión original y su refrescada versión, que los ha convertido en un clásico de culto; otros por el contrario son refritos de éxitos muy recientes que siquiera merecen un remaster. Cuesta proponer vendernos un juego que ya jugamos por el mismo precio del original cuando era nuevo. Un rayo no cae dos veces en el mismo lugar.

Dead Space (2023) llega en un momento coincidente como curioso, dado que, su creador, Glen Schofield, sin saber que Electronic Arts planeaba resucitar esta franquicia rehaciendo su creación original de 2008, decidió como independiente hacer su remake espiritual con 'The Callisto Protocol'. Ambos remakes, el oficial y el pseudo inspirado por su creador, fueron casi que anunciados al mismo tiempo. Peor, se lanzarían con poco más de un mes de diferencia uno del otro. Todo parecía indicar que Schofield, experimentado con tres Dead Space para EA en su haber, sobresaldría con un nuevo giro de horror, mientras que EA sólo haría un refrito calcado del original para sacarle jugo quedando opacado por una superior reimaginación. El resultado, para sorpresa de todos, fue exactamente lo opuesto. MOTIVE Studios, de EA, se esmeró en homenajear, respetar y mejorar a la obra maestra original con este impecable remake que justifica el precio exigido. Dead Space (2023) no es "volverlo a jugar", es volverlo a experimentar con ajustes y mejoras sin alterar el núcleo estructural de su diseño y guión, que no se limita a una impresionante revitalización visual, ya que el original aún se sostiene en gráficos y gameplay, a pesar de sus 15 años que erosionan a cualquier juego al inevitable estatus de retro gaming.

Lo sé muy bien porque el Dead Space original de 2008 es uno de mis videojuegos favoritos (y survival horror) de todos los tiempos. Lo he jugado un sinnúmero de oportunidades en estos 15 años, y aún conservo mi copia de PS3 que reseñé en su momento. Tendrán que usar la reseña del original de referencia ya que no me pienso repetir en algo que ya dije, y que se mantiene intacto en el remake, porque mejor me dedicaré a ovacionar los cambios, mejoras y ajustes que el remake ejecutó con mucho cuidado. Dead Space (2023) entra dentro de los mejores y mas impecables remakes que he experimentado, una rareza que puedes contar con una mano, que revitaliza al original a nuevos tiempos, nuevo hardware, preservando algo histórico, como referencial, para que todas las generaciones de jugadores lo puedan experimentar. Final Fantasy VII, The Legend of Zelda: Link's Awakening, Resident Evil 2, Demon's Souls y Shadow of the Colossus son ese puñado de juegos que están en mi altar de cómo hacer un remake perfecto, donde la palabra perfección no se debe arrojar a la ligera. Referencial, sin peros, sin detalles, sin errores, remakes que actualizan al presente a clásicos con mas de una década, y varias generaciones de consolas de por medio, para revivir la nostalgia de un videojuego extraordinario.

La historia de Isaac Clarke se mantiene igual, no sufrió de cambios severos de estructura o trama, siquiera de diseño de niveles como hicieron con Resident Evil 3, salvo cambios en la configuración de algunos niveles del USG Ishimura, la nave minera donde se desarrollan los acontecimientos. Dead Space (2023) es, al igual que esos remakes perfectos, una recreación casi 1:1 fidedigna, que te volverá a la mente como conducir bicicleta si jugaste el original. Incluyendo el gameplay, renglón donde se respetó más aún la fidelidad mecánica del original y sus controles, salvo por una mejora tomada de su secuela que supera al original en la didáctica interactiva. No hay alteraciones al guión ni sus personajes fuera de mejoras estéticas a sus modelos de polígonos y nuevos actores vocales. Es un remake de cero, todo se hace de nuevo así se puedan reutilizar ciertos assets sin que nadie lo note. Eso no quiere decir que no se añaden elementos nuevos a todo, al gameplay, al diseño de niveles y hasta la historia. De nuevo, complementarios, que enaltece la experiencia, no la distorsiona, dejando lo fundamental como estaba, en especial eso que no necesitaba cambiar porque por algo el título original se venera como un clásico.

En primer lugar el Ishimura se siente como un ente orgánico y molar, es decir, una mega estructura coherente en lugar de áreas separadas por pantallas de carga como el original. Con el tranvía, puedes sentir la solemnidad de su magnitud y tamaño de manera fluida sin interrupciones. Hay áreas viejas agrandadas, rutas ligeramente alteradas y otras zonas nuevas añadidas para desarrollar las nuevas misiones alternas que extiende la longevidad del juego, sin alargarlo artificialmente con side quests de relleno como hacen muchos juegos sin argumento justificado. También introducen los circuitos manejados por fusibles para activar o desactivar servicios como puertas, luces y elevadores, es muy estratégico que incentiva el intelecto. Incorporando puertas bloqueadas por nivel de seguridad, creando una dinámica de metroidvania que te obliga a revisitar áreas previamente recorridas en pro de buscar recursos en medio de la escasez de municiones y medicinas. No quiere decir que tienes que volver a recorrer pasillos vacíos y espacios visitados, considerando que Dead Space (2023) no cuenta con métodos de fast travel. Porque MOTIVE le dotó de un sistema de A.I. llamado "Intensity Director" que cambia la atmósfera, luz y humo de sitios visitados, además que aparecen enemigos aleatorios e impredecibles manteniendo eso que The Callisto Protocol fracasó en producir: TENSIÓN.

Con un gameplay que nunca cansa, escudriñar por todo el Ishimura nunca se vuelve un tédio porque siempre hay algo al asecho. No hay sustos baratos como en Callisto, ni monotonía de enemigos, puesto que repiten todos los del original con un par de variaciones nuevas que sorprenderán a los veteranos de esta franquicia. ¿Grandes cambios? uno acústico y cinemático es que el protagonista ¡habla! que originalmente permaneció mudo de principio a fin, cosa que resolvieron en las dos secuelas. Pues como detalle, es ese actor de Dead Space 2 y 3 quien regresa para darle voz e interacción natural con los NPC en el remake, créanme que esto importa y su efecto en la narrativa pesa mucho. Hay secuencias nuevas añadidas a quests viejos, como el timeline con el "hunter" necromorph, que ahora encontramos más veces que las que desearía; nuevos rompecabezas y cambios en viejos, siempre para mejor, y no se preocupen, la cancha de basketball de cero gravedad aún existe. Hablando de gravedad cero, aquí el cambio mayor, que si en Dead Space 2008 sólo podías saltar de pared en pared con las botas magnéticas, ahora puedes flotar y orientarte en 360º en perfecta ingravidez con increíble física como hicieron en Dead Space 2, no saben lo mucho que mejora esto sobre la limitación del original.

Otros defectos del original, como el desperdicio de NODOS para mejorar tus armas y armaduras en el workbench, se corrige donde ahora ninguna se malgasta ocupando espacios vacíos. Todos los puntos de nodos dan una mejora al arma o armadura. El resto del esquema de diseño de niveles del traje, tienda, sistema económico y herramientas como el stasis y el kinetic permanece idéntico (repito, tengo poco espacio para dedicarme a explicar, de nuevo, todos los detalles del juego que están en la reseña original como referencia ya que el juego es 95% idéntico).

Es obvio que hay un enorme salto en el apartado gráfico. Que como dije, el original aún se da a respetar en su presentación general, y lo confirmé comparando el remake con mi copia original de 2008 en mi PS3 Slim –que aún está parado y funcionando– orgullosamente conectado al Samsung QLED al lado de mi PS4 y PS5. Que aún siendo un juego de "apenas 720p", se ve muy bien en un panel 4K reciente. Muy pocos juegos pueden decir lo mismo luego de mas de una década donde quedan evidenciados con visuales llenos de modelos y texturas vencidas que no pasan la prueba del tiempo.

Sin embargo Dead Space (2023) –sólo para consolas actuales y PC– se ve increíble, es impresionante el esmero meticuloso en detalles que MOTIVE le puso al remake. Elegí el modo Performance que corre a 1440p/60fps estable con muy ligeros momentos donde el performance "tartamudeó" con leves caídas y algunas sombras estáticas sin anti-aliasing. No obstante la presentación general es impecable, sin pop-ins por ningún lado, perfecto FSAA, physics-based rendering, iluminación dinámica con vertex shaders que me recuerda a Alien Isolation, la inmersión atmosférica es simplemente espectacular y macabra, no hace falta el Ray Tracing de la versión 4K/30fs nativa. Todas las animaciones son fluídas, la física, los efectos alpha de fuego, humo y luz volumétrica, el desmembramiento por capas de los necromorphs, la animación facial y destructibles ambientales. Todo.

El audio es espectacular, con una inmersión atmosférica llena de intenso rango dinámico y direccionalidad que demanda un sistema de 7.1 más que audífonos, pero si no cuentan con un Home Theater referencial, cuenta con 3D Audio siendo uno de los pocos juegos fuera de los estudios de Sony que soportan esta función, sólo en el PS5. Así como también hay soporte para el DualSense que amplifica la inmersión táctil. Igual la música, que la original fue compuesta por el gran Jason Graves (Tomb Raider, Until Dawn, The Order), pero esta versión retiene toda la tensión terrorífica con su orquestación hitchconeana (de Bernard Herrmann) respetando las tonadas originales de Graves. Incluyendo el tema promocional del original que encontrarás como huevo de pascua, sólo para entendidos.

Otro detalle que no deberíamos mencionar como tampoco celebrar, es el hecho que esta versión, al igual que la original, no cuenta con las microtransacciones que fueron aplicadas –de forma muy controversial– en el tercer juego de la serie para los upgrades.

Dead Space (2023) es el resultado de cuando se quiere hacer algo bien, se hace. Donde no intervienen tendencias políticas ni agendas comerciales para hacer un remake perfecto, y rendir homenaje a un clásico moderno para el beneplácito de los jugadores.

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Barton

Copia de prensa por cortesía de Electronic Arts y Milenium Group.