I feel the need... the need for speed. Again!
1986. Ese año le perteneció a películas como 'Aliens' de James Cameron, 'Platoon' de Oliver Stone y 'Crocodile Dundee' protagonizada por Paul Hogan. Pero hubo un film que no contó con el apoyo ni el beneplácito de la crítica (hubo quienes decían que “no ofrecía nada para los adultos cuando sus personajes no estaban volando”; Roger Ebert dijo que “las partes buenas (del film) eran muy buenas y las partes malas eran insufribles” y Pauline Kael citó: “Cuando la coprotagonista femenina no está en pantalla, la película es un brillante comercial homoerótico”). Más con todas estas opiniones cruzadas, al final la película recaudó mundialmente $356.830.601, las ventas de chaquetas Bomber y de lentes de sol Ray-Ban Aviator aumentaron en 40%.
Esta cinta sirvió de referente para otros filmes de acción que le siguieron, además de videojuegos. Obtuvo un Oscar™ a la Mejor Canción y se convirtió en un referente sociocultural de la década de los 80, además de cimentar las carreras de todos los que estuvieron involucrados en en su producción; a saber, los productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer, los actores Anthony Edwards, Tim Robbins, Meg Ryan, Michael Ironside, Tom Skerritt, Val Kilmer, Kelly McGillis y, obviamente, convirtió a Tom Cruise en una superestrella mundial. Por supuesto que hablamos de Top Gun.
24 años después de su estreno se empezó a considerar la posibilidad de una secuela, pero un evento trágico puso una pausa breve: el suicidio del director del primer film, Tony Scott en 2012. Luego en 2017, se anunció que el director Joseph Kosinski (quien dirigió 'Tron: Legacy' y a Tom Cruise en 'Oblivion') sería quien asumiría el mando con una producción conjunta entre Paramount Pictures, Skydance, Jerry Bruckheimer y el propio Cruise.
El rodaje empezó en mayo de 2018 con fecha de estreno para el verano boreal de 2020, misma que se suspendió 4 veces debido a la pandemia del coronavirus, hasta llegar al estreno que nos ocupa. La pregunta es: ¿valió la pena esperar 36 años y 4 retrasos por el Virus Chino por esta secuela de una película de moda de los '80? Ahora llamada Top Gun: Maverick. La respuesta es: SÍ. Mayúsculas corridas. Sin discusión.
En esta oportunidad tenemos a Pete “Maverick” Mitchell, piloto de prueba de la Marina de los EE.UU., luego de evadir sus merecidos ascensos al paso del tiempo. Al contradecir órdenes de no volar un avión hipersónico y exponerse a quedarse en Tierra indefinido, recibe la petición de volver a su antigua Academia NAS North Island para entrenar a una nueva generación de pilotos élite F/A-18E/F Super Hornet graduados Top Gun.
En una operación de destrucción de armamentos en territorio enemigo, Mitchell los lleva al límite de sus capacidades militares y personales; al tiempo que debe enfrentarse con dos elementos de su vida: Penny, un nuevo interés amoroso con una historia personal, y a Bradley “Rooster” Bradshaw, hijo de su mejor amigo “Goose”, fallecido en el ejercicio de su deber y por el que Pete siente todavía culpa de lo que sucedió.
Superar la barra que fijó en la dirección Tony Scott puede parecer una misión titánica, pero hay que acotar que Joseph Kosinski logra llevar la producción a cotas más altas que en el film original, porque los avances en la tecnología de efectos especiales se han dado a pasos agigantados. Si bien se buscó en todo momento el no depender del CGI, sino llevar las cámaras dentro y fuera de las cabinas de los aviones. Y efectos aparte, la dirección en Top Gun: Maverick es estelar al tener un tempo y una estética que no es copia del primer film, sino que es un trabajo con identidad y sensibilidad propias.
Esto viene de la mano de un guión firmado por Ehren Kruger, Eric Warren Singer y Christopher McQuarrie, que lejos de regodearse en el espectáculo visual (algo característico en 1986), busca dar profundidad a los personajes, a sus historias personales, sin dejar de lado la afinidad y camaradería que muchos generan en el espectador promedio. La fotografía logra crear el ambiente si se quiere crepuscular que existe ahora en la vida de Maverick, a la par que muestra el lado del entrenamiento militar mediante el uso de grandes tomas panorámicas y close ups bajo una perspectiva naturalista.
En lo actoral destacan en primer lugar Miles Teller (Whiplash) como “Rooster” al darle a su personaje un aura de culpa, resentimiento, pero a la vez de determinación a ser el mejor y honrar la memoria de su padre. Jennifer Connelly como Penny tiene la difícil misión de superar el coprotagónico que tuvo en su oportunidad Kelly McGillis; y lo logra transmitiendo humanidad y carisma que complementa a "Maverick".
Siempre es un gusto ver a Ed Harris –así sea por breves instantes– en pantalla; esta vez como el Almirante Cain al ser la figura autoritaria y contraparte del protagonista, del mismo modo que lo es el personaje del Vicealmirante Simpson, interpretado en forma competente por Jon Hamm (Mad Men).
Es inevitable no sentir nostalgia y algo de tristeza al ver a Val Kilmer hoy y compararlo con el “Iceman” que hizo en 1986; esta vez agobiado por el paso del tiempo y las contrariedades del actor conocidas por todos, y aun así es capaz de transmitir emociones en pantalla. El resto del elenco conecta con el espectador a diferentes niveles, desde la risa hasta la simpatía (o antipatía en algunos casos), lo cual lo hace un equipo competente. Por supuesto, estamos dejando lo más importante para un párrafo aparte.
Han pasado 36 años. Ha hecho toda clase de películas (unas mejores, otras no tanto), ha estado involucrado en crisis de reputación por su conducta fuera de la pantalla, en especial su filiación con la Iglesia de la Cienciología y ha habido épocas donde ha sido pasto de tabloides, pero con todos esos factores en su contra, es innegable que Tom Cruise es una ESTRELLA DE CINE. Nada más aparecer en pantalla se roba la escena, las cámaras, todo. Sin duda Tom es una clase de actor que no se ve en otros de carreras más recientes o de cualidades histriónicas iguales o superiores. No importa el paso de los años, atrae por igual a hombres y mujeres. ¿Hay que agregar algo más? Sí: Tom Cruise ES Maverick.
Pocas veces una segunda parte es tan buena como la original, y con Top Gun: Maverick se cumple esta premisa. Hay emoción, trama, buena fotografía, buenos efectos, buenas actuaciones y el muy disciplinado Tom Cruise a lo largo de toda la proyección. Si de adolescentes en 1986 querían entrar a la Fuerza Aérea para volar aviones F-14 Tomcats, seguro ahora querrán alistarse y volar F/A-18 Super Hornets.
(★★★★★)
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Spaceman Spiff