WandaVision Season Finale
Estamos en año bastante acelerado y cargado de entregas de films de comics tanto de DC como de MARVEL, ahora que volvimos a las salas y recobramos el ritmo de las reseñas de cartelera. La fase 4 de MARVEL, o como Spiff me dijo esta mañana, "Fase Flop", comenzó cayendo de culo con bodrios creados con agendas políticas de por medio, como "Shang-Chi", que fue ignorada a pesar del mercadeo insistente y, por su puesto, el wokefest de "The Eternals" que se veía a leguas sería un culazo de proporciones épicas.
Fase que recibió un pre-calentamiento por los torrentes de streaming de Disney, gracias a series limitadas que dejaron cuestionamientos sobre su relevancia en el universo del MCU posterior a los eventos de Endgame. Loki, Hawkeye, Falcon & The Winter Soldier y WandaVision, sirvieron de apéndices innecesarios para tejer más hilos en donde no quedó ni para escenas de post créditos al culminar The Infinity War Saga; que dio cierre a la fase 3, y a una década casi perfecta desarrollando un macro arco de múltiples historias que vertieron en una conclusión colectiva más que satisfactoria.
¿Cómo se sigue exprimiendo el MCU? o mejor dicho ¿cómo se puede considerar superar algo de la magnitud de un entramado que se construyó en diez años y que cerró de manera diáfana sin dejar cabos sueltos? Ese es el problema de la Fase 4 del MCU y no la tiene fácil. Menos aún con el comienzo tan flojo y decepcionante forzando personajes poco populares y de menor atractivo. Como fan y lector de comics jamás leí ni toqué un volumen de The Eternals; tampoco "Chan-Chi", que fue un único cómic que se hizo en los '70 antes que naciera, quedando enterrado en el olvido de su mediocre concepto.
Por fortuna se dan destellos de esperanza y en lo personal las puse en Spider-Man No Way Home –que cumplió y se excedió– Thor Love & Thunder –sólo por Waititi tengo fe– y en la continuación del arco de Doctor Strange con su secuela. Es en ésta última donde asistimos a la premiere de pre-estreno de Doctor Strange in the Multiverse of Madness y de entrada les digo que salí decepcionado. No es una mala entrada para un episodio del MCU, pero es que después de las intensidades y sorpresas de una muy bien construida Spider-Man No Way Home, la barra quedó muy elevada para que el hechicero multidimensional la pueda alcanzar. Eso que Endgame ya la había elevado exponencialmente.
El Director Sam Raimi no es extraño por estas aguas de films de comics, habiendo iniciado la chispa (junto a las X-Men) hacia principios de siglo con la trilogía de Spider-Man de Tobey McGwire. Por lo tanto me extrañó verlo algo desorientado con Doctor Strange in the Multiverse of Madness, en donde nunca se pudo desarrollar dentro de la cacofonía del saltos entre universos que evidencia ambiciones que no se alcanzaron del todo. El guión es un poco desordenado, desde el núcleo de su trama que no termina de convencer con una amenaza que supone nos debe importar. Doctor Strange itMoM se siente tan estéril como las series de MARVEL para Disney+, en concepto, narrativa y ritmo.
Tanto así que si no vieron la serie limitada WandaVision, quedarán aún más desorientados dado que hay una conexión tan íntima entre esa línea de tiempo con esta cinta, que Doctor Strange in the Multiverse of Madness no pasa de ser más que el verdadero capítulo de cierre de esa mini serie. Dejando muchos cuestionamientos sobre el cambio de carácter del personaje de Wanda Maximoff, que pasa, casi que de la noche a la mañana, de ser una heroína de las filas de los Avengers… ¿a una villana que presume de ser aún peor que el Thanos que ayudó a vencer? El Titán amenazó a todo el universo, ¿¡pero Wanda amenaza a TODOS los multi-universos!? Get the fuck out!
El film original de Doctor Strange me impresionó mucho a pesar de lo simplista de su trama de origen. Fue humilde y sin pretensiones, arrojando mucha soberbia con lo poco que el guión presentó como introducción al personaje. El centro filosófico de su argumento se adornó de matices existenciales de la metafísica de universos paralelos a la vez de teorías de control de la cronología de la relatividad del tiempo. Temas pesados con algo de intelecto que se ilustraron con mucha temática de Escher, Abbott y hasta Fibonacci con la ramificación de los fractales. Todo eso lo echan por la ventana en Doctor Strange in the Multiverse of Madness por un caos cotufero aleatorio y casi que improvisado. Con America Chavez –personaje woke que detesto– como el ancla de todo el guión que nunca termina de encallar a pesar de la importancia de casi gema infinita que le atribuyen. Thanos se habría ahorrado muchas molestias buscándola a ella en lugar de las piedras.
En Doctor Strange in the Multiverse of Madness resalta un tono muy oscuro y macabro que no es de extrañar si están familiarizados con la filmografía de Raimi (Evil Dead, anyone?), con el obligatorio cameo de Campbell sólo que en una de comic relief como ya lo vimos en la trilogía original del Hombre Araña. Sin embargo Raimi no deja de empujar los límites de la categoría PG-13 con muchas muertes nada grotescas y bastante malignidad sin excusarse; en especial en el tono "no tomo prisioneros" de Wanda que persigue su absurdo propósito en un estado permanente no negociable al mejor estilo de un Terminator. No obstante recordemos que ese es su verdadero rol en los comics –como The Scarlet Witch– en lugar del papel de dulce heroína romántica que le dio el MCU.
A pesar del absurdo y las pobres bases de su guión que dispara en todas direcciones, Doctor Strange in the Multiverse of Madness no despierta emociones ni mueve la cronología del MCU ni un peldaño más alto de donde quedó luego de Endgame/No Way Home. La fórmula de MARVEL no parece carburar aquí dejando a Steven Strange cargando solo con todo el bagaje a cuestas. No sientes tensión, riesgo, siquiera el clásico humor del MCU está presente por lo insípido y cringeworthy de algunas secciones forzadas. Como los ya filtrados cameos especiales de otros superhéroes de MARVEL que aparecen fugazmente para ser despachados sin respeto. Ni siquiera a Charles Xavier, a quien pusieron en la misma categoría que las versiones de descuento de personajes originales que alteraron en el supuesto "What If?" (que no hace falta ver como requisito previo ni recomiendo que vean, por Júpiter, se los ruego).
Lo que abrió mis sospechas del poco cuidado que le dieron a esta secuela, contra otras del MCU, está en la falta de pulido y transparencia en la mayoría de los efectos CGI. Bastante subpar que no dejaba de arrugar la cara. Muchas pasan la prueba, pero otras… no tanto. Apresuradas como el guión y el ritmo de la dirección de Raimi. Sin embargo el film es entretenido, con mucho mérito a uno de mis compositores favoritos, Dany Elfman, quien se encargó de sostener el film con su estilo particular, siendo otro quien también tiene experiencia previa en hacer score incidental a films de comics (Bat-Burton, anyone?). Me encantó particularmente como incrustó, en sutil leitmotif, el tema de X-Men de la serie animada de los '90 a la entrada en escena de Xavier (Patrick Stewart).
El reparto está OK. Benedict Cumberbatch hace de su rol, suyo, propio, inamovible que estamos acostumbrados por sus numerosas apariciones, en especial la última en No Way Home. Saben que amo a Rachel McAdams, mi musa, mi waifu, mi amor; está en casi todo el film, y es suficiente para que le de 5 inmerecidas y parcializadas estrellas.
Triste que no cuenten con el peso fuerte que le dio Swinton y Milkkensen del primer film, pero sí cuentan con los roles recurrentes del genial Chiwetel Ejiofor y del ya cult favorite Benedict Wong. La muy simpática Xochitl Gomez se luce detrás del personaje políticamente diverso (woke) que MARVEL diseñó para las lesbianas de corte medio rapado teñido de azul. Cuando la identidad étnica, sexual y de género son más importantes que el canon creativo, personalidad, originalidad y hasta los poderes de un personaje, saben que estamos mal como sociedad y por eso los comics están mal hoy en día.
Por último resalta quien domina en cada escena –y se pelea con McAdams por cuál me gusta más– a pesar de lo sobre dimensionado de su cambio de rol, Elizabeth Olsen. Esta Scarlet Witch es mas apropiada a su origen con muchos dotes de Raimi-horror que no dejará mal a ningún fan de comics. Por otra parte hay cameos que no me atrevo a mencionar porque no aparecen en el trailer aparte de Stewart, quien vuelve a encarnar al patriarca de Hatley Castle's Westchester School for Gifted Youngsters, Professor X.
Doctor Strange in the Multiverse of Madness es buena, pero no mejor que la primera; lejos de ser otro bodrio como las que comenzaron la Fase 4, pero también dista de la grandeza de una Civil War, Days of Future Past y por supuesto, Endgame. Es entretenida, sí, pero desabrida; oscura, pero apresurada; nada para arrepentirse, pero tampoco para cortarse las venas. Ahí-Ahí, pues. La pueden ver.
(★★★☆☆)
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Barphistopheles
P.D. ¡Por favor, queremos la temporada 4 de Daredevil! ¡Que se escuche un "AMEN"!