Le sacamos la boleta al XBOX Series: Primer Año
Comienza una nueva generación y ya se cumple un año desde que se introdujeron al mercado las nuevas plataformas de Microsoft y, como es tradición, les sacamos la boleta de evaluación. El XBOX One tuvo una terrible generación para el olvido. Superar un inicio tan abrupto y desastroso tenía pocas probabilidades de recuperarse porque empeoró con la sequía de juegos de sus propios estudios. Muchos le echan la culpa a Don Mattrick sobre el reverso de fortunas del XBOX con el One, pero si analizan bien, el XBOX fue víctima de su propia baja popularidad internacional ante sus competidores japoneses. Sí, el lanzamiento del One fue un ejemplo de cómo no lanzar una campaña de lanzamiento de una consola nueva, sin embargo no es el responsable exclusivo de su caída en desgracia.
La nueva generación de XBOX, el Series X y el Series S, son víctimas de los errores del pasado y de una plataforma que durante 20 años –recién cumplidos– no construyó un legado lo suficientemente robusto para hacerse un nombre y una plataforma de confianza como la que han cementado Sony y Nintendo con muy pocos tropiezos. Malas políticas, decisiones y pocas inversiones en estudios –germinados, no comprados– son el coctel volátil que se venía arrastrando desde los tristes días del escándalo de las Tres Luces Rojas de la Muerte. El XBOX original no vendió mas de 25 millones de unidades, el One casi lo duplica (45 millones), entonces ¿por qué la generación del 360 vendió 85 millones? ¿Qué factores hicieron posible esa cifra que hizo pico sólo en una generación?
Tema para otro artículo, o el Podcast, pero ¿qué tal resultó el primer año del XBOX Series X|S? Pues nada como para cortarse las venas si me preguntan con toda honestidad. Siempre nos centramos en cuatro puntos elementales que toda consola debe no sólo traer cada transición de generación, sino mantenerla y hasta superarla. Estas son: Innovación, Servicios, Soporte de Terceros y la más importante de todas: los Juegos; pero juego propios de sus estudios, los exclusivos que hacen una plataforma con el legado de su catálogo, sin eso es sólo una caja electrónica llena de chips sin alma. Cada nueva consola debe innovar trayendo una evolución sobre su antecesor, no es simplemente acomodarse a los estándares tecnológicos del momento (por ejemplo, HD no es una novedad original en la época del 360, era natural esperarse que esa generación ofreciera gráficos en HD).
Microsoft presentó el Series X como su abanderado, ya que por primera vez en la historia de las consolas, hubo dos propuestas para la 9ª generación de parte de XBOX. Una Hi-End y otra básica. El Series X es la de alta gama con una evolución técnica y especificaciones que la equiparan aun PC de gamer. El Ryzen 3, Zen 2/Navi/RDNA es la serie de APU que optaron para reemplazar la anticuada Jaguar/Polaris/GCN del XBOX One (misma del PS4 por cierto). Esto era de esperarse, al igual que el salto del disco duro mecánico convencional al Estado Sólido que se ha vuelto la norma en la computación, por encima de la excepción que era hace unos años. Atrás quedaron los riesgos de controles de movimiento como Kinect; y a pesar que Sony le madrugó con el VR en el PS4, Microsoft desperdicia otra oportunidad para entrar en lo que muchos apuestan es el futuro.
La plataforma parece una evolución natural sobre el XBOX One en lugar de una propuesta mas agresiva, ya que por mas impresionantes que sean sus especificaciones técnicas, que ostentan 12 TeraFLOPS de poder de cómputo gráfico, en materia de experiencia de juego no demuestra mucho de lo alcanzado en la pasada generación con el One X. Es el mismo XBOX One X, pero con mas potencia y disco de estado sólido. Ninguna de estas califican como innovación, en especial el SSD que es un PCIe 3.0 que se consigue en cualquier PC. Podemos considerar los cartuchos proprietarios de SSDs externos como solución de expansión, solución que te mantiene atado al ecosistema cerrado de Microsoft desde el 360 donde el disco duro debía ser un producto oficial, a Microsoft le cuesta adoptar estándares para que el usuario busque sus propias opciones.
Al menos te deja usar baterías AA para sus mandos, que parecerá flexible pero en realidad es una decisión retrógrada que persiste desde siempre en la plataforma cuando ya todos los demás usan baterías de Litio recargables para comodidad y conveniencia. No puedes cambiar el disco o instalar uno de los estándares comerciales (m.2) que permita al usuario elegir y ampliar sin asistencia técnica oficial. El Mando es exactamente igual a los gamepads desde el 360, añadiendo un botón para compartir que Sony ya añadió en el DualShock 4 la generación anterior. El mismo rumble y layout de botones, thumbsticks y D-Pad. Cero cambios, innovaciones ni funciones especiales nuevas. Triste.
En materia de servicios es donde Microsoft dio el ejemplo la generación anterior con las pautas para la retro compatibilidad de sus catálogos de viejas consolas, el Game Pass, que sigue siendo su propuesta del modelo de negocios que cambie el paradigma de discos físicos y tiendas virtuales para compra fija. Que al principio parecía demasiado bueno para ser verdad, un "Netflix" de los videojuegos, sólo que ninguno de los grandes publicistas lo ven así al mantenerse al margen. Como tampoco la gran mayoría de los jugadores al ver que después de cuatro años Game Pass aún no crece en número de suscriptores, apenas hasta la fecha con menos de 19 millones de suscriptores y lleva tiempo estable en esa cifra. Cuando nos dimos cuenta que las condiciones aplicadas son menos atractivas que el surtido de juegos de su catálogo. Juegos que son removidos regularmente porque es un sistema de alquiler mayoritariamente poblado de títulos viejos por un alto costo anual.
Sin embargo hay elementos menores en los servicios de la consola que asoman destellos de innovación para una mejor calidad de experiencia. Uno de ellos es el Smart Delivery, que garantiza que recibes la versión actualizada a Next-Gen de todos los juegos de tu librería de forma gratuita. Mucho mejor que las políticas de Sony de cobrar por un simple parche que da un upgrade en resolución y frame rate. Sony hizo de esto una esquema confuso que hacía difícil instalar la versión correcta. El otro es Quick Resume, que permite tener varios juegos en estado suspendido en el punto exacto donde los dejaste. Aprovechando la velocidad del SSD para volver a ellos en pocos segundos sin tener que cerrar el juego y abrirlo de cero. Estos sí son funciones innovadoras que brindan mejor calidad de experiencia.
Nada de esto, siquiera el mito del Game Pass fueron suficientes para darle un impulso a las ventas por fuera del mercado norteamericano (incluyendo Mexico), el único donde XBOX tiene presencia y da seria competencia a sus rivales en el mercado de las consolas. Las ventas, a un año según NIELSEN, se mantienen 2:1 a favor de Sony y casi 3:1 a favor de Nintendo, dejando al XBOX como un nicho fuera de las fronteras de Norteamérica donde es casi nulo a inexistente en territorios como Suramérica, Europa y muy en especial en Asia. Vuelvo a insistir en mi predicción que es hora que Microsoft termine por abandonar el mercado del hardware de consolas y se convierta en lo que ya es indirectamente y no termina de darse cuenta: un desarrollador/publicista al igual que EA, Ubisoft y Activision. Tiene el dinero, los estudios y la infraestructura de servidores para convertirse en el cuarto gigante de los multiplataforma. Pero si quieren seguir en el último lugar de las consolas, pues bien.
Todo parece indicar que eso se va a dar, porque ¿qué sentido tuvo gastar 7.5 billones en Zenimax/Bethesda si no es para dotarse de estudios y desarrollar eso que ha carecido la plataforma desde la generación pasada? Me refiero a los juegos, porque aquí está la respuesta a por qué esta plataforma sigue siendo la última, la menos popular, no tiene juegos propios, y cuando los saca siempre son los sospechosos de siempre: Gears, Halo y Forza.
¿No me creen? Es la primera vez en la historia de las consolas que una plataforma de relevo debuta sin un solo juego exclusivo en su oferta propia. Inaudito. Por muy mediocres que suelen ser los juegos que acompañan a una nueva consola en su debut, al menos son juegos propios, algo qué ofrecer y no una caja para colocar al lado del TV y esperar a los títulos multiplataforma para compensar esa deficiencia. Los títulos exclusivos son y siempre serán el gancho que atrae a jugadores a tu ecosistema porque de otra manera no los puedes jugar en el sistema rival.
Apenas a 24h de cumplir el primer año (10 de Noviembre) fue que el Series X|S recibió su primer juego de sus propios estudios y para que vean que no hablo güebonadas, fue uno de los sospechosos habituales: Forza Horizon 5, un racer. Un juego, un sólo juego en todo un año post-lanzamiento y al último minuto de cumplirlo. Ya en su segundo año recibe el segundo y es: espérenlo: otro Halo ¿ven? de eso se ha tratado esta plataforma desde el 360, porque durante el XBOX original hubo docenas de exclusivos que no se podían jugar en el PS2 ni el Cube. ¿Qué pasó con Microsoft? El XBOX está muerto desde hace tiempo y ellos aún no se han enterado.
Con el momentum indetenible que lleva Sony y la arrolladora recuperación de Nintendo con el ultra popular Switch, quedan pocos espacios como probabilidades que XBOX conquiste esos terrenos perdidos y compita, siquiera domine, en el mercado de las consolas. Es hora de asumir la derrota como SEGA y tomar otro camino, donde les aseguro les irá mejor.
Juegos: Über Shite (☆☆☆☆☆)
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Servicios: Mancao (★★☆☆☆)
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Innovación: Ñame (★☆☆☆☆)
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Soporte Terceros: Pasta (★★★☆☆)
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(★☆☆☆☆)
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Barton
[*] Game Studies