¡Patria o Miami!
¿Se acuerdan que al comienzo las primeras películas de Fast & the Furious eran más o menos "realistas" con situaciones creíbles mientras que las últimas son unas caricaturas que rayan en lo absurdo e inverosímil?
Pues eso me vino a la mente jugando la última entrega de Far Cry preguntándome a dónde ha ido esta franquicia, que una vez fue de supervivencia en situaciones de desventaja y alto peligro, pero que cada entrega va un paso más hacia el absurdo total que raya en lo ridículo. ¡Hey! No estoy diciendo eso en mala manera, al contrario, lo veo como algo positivo, puesto que Far Cry siempre ha tenido un pie en la locura y otro en la sensatez, donde a veces se lanza por completo hacia el WTF!? (Far Cry: Blood Dragon, anyone?) sin pudor ni disculpas, qué raro es todo.
Sin embargo cada entrega de Far Cry nos lleva hacia nuevos niveles de lo absurdo, lo ridículo, pero siempre en el más claro intento de divertirnos con un ¿por qué no? Esto es lo que encontré en mayor medida en Far Cry 6, el absurdo sin tomarse en serio, el Fuck Yeah! This is Far Cry! con altas dosis de michaelbayina intravenoso, donde todo lo que puede explorar, explota, y lo que no, también. A momentos parece que estuvieras jugando una especie de Saints Row o Just Cause en primera persona, Far Cry 6 es una caricatura que se pierde en un caos de locura sin fin.
El núcleo del diseño y gameplay del juego persiste igual. Estás en medio de una situación nada ventajosa y deseas escapar de ahí. Todo está en tu contra y te envuelven dentro del conflicto del cual quieres huir. Hay combate, vehículos de todo tipo por tierra, mar o aire y territorios para conquistar hasta vencer al villano central que, desde Far Cry 3, se ha convertido en el verdadero centro de atención. En esta oportunidad le toca a Antón Castillo "El Presidente", el dictador autoritario que gobierna con mano de tirano a una isla caribeña que tiene todo en común con Cuba excepto el nombre.
Mentira que no se fueron a Cuba para estudiarla, porque está recreada hasta el más mínimo detalle en cuanto a su idiosincrasia, cultura, dialectos, situación socio-política y económica, música y hasta su decadente estructura arquitectónica con los autos de los '50 que aún mantienen rodando "empujado". Hasta en las peleas de gallo se fijaron para recrearlas dentro del juego, y son perfectamente jugables, emulando un Street Fighter entre pollos usando mecánicas de combate/defensa, con una selección de gallos coleccionables que puedes ir consiguiendo a lo largo de la isla para enfrentarlos en la gallera. Cada uno con habilidades y personalidades distintas, incluso se puede apostar… Round 1, Fight!
Eres Dani Rojas, un disidente que se hartó de todo y busca desertar hacia Miami como refugiado exiliado en un barco clandestino, pero el destino de da una vuelta inesperada y termina reclutado por conveniencia en la guerrilla para buscar su vía de escape. La isla "ficticia" se llama 'Yara' y Castillo es tirano heredero por sucesión dinástica de su padre, el dictador previo, que ahora Castillo quiere dejar a su hijo, Diego. Quien con apenas 13 años, Diego no comparte la manera como su padre gobierna con despótica crueldad. Tampoco el resto de la isla que, a diferencia de Cuba, tiene un movimiento guerrillero en alza activa contra el gobierno de Castillo; liderados por Clara García y Juan Cortez, una líder que combate en resistencia con la esperanza de algún día derrocar al tirano y un Don Johnson caribeño con más alcohol en la sangre que mañas.
Hay docenas de NPC aliados y enemigos con quienes compartes y antagonizas en tu cruzada por tumbar a Castillo para decidir si te quedas o te vas. Incluyendo una celebridad de Hollywood de la vida real quien es interpretado por su verdadera persona. Hay aliados animales que te acompañan como "amigos" como mecánica introducida en Far Cry 5, que resultan más comodidades alternativas de juego que verdaderas estrategias de combate. Estos van desde un juguetón cachorrito salchicha en silla de ruedas (Chorizo), hasta un cocodrilo amaestrado con franela; hey, les dije que Far Cry se tomó lo absurdo en serio.
El patrón y la fórmula no ha cambiado mucho salvo por los aditivos. Esto puede resultar repetitivo y monótono si abordas el juego de la misma manera. Y aquí el dilema que trae Far Cry 6, por brindar tanta libertad de aproximar las situaciones como quieras –sin forzar set pieces guionizados– corres el riesgo de sentirte cómodo con un único método de juego, y con un mismo set de armas. Me sucedió, ya que acostumbro a tener una M79 en todos los Far Cry porque es mi arma predilecta para hacer estallar todo dado que es un lanzagranadas clásico y confiable. Acompañado de un fusil de alto poder, otro de largo alcance con un silenciador, un arma corta y el machete, caí en una zona de confort que me hacía ignorar la variedad de armas locas que Far Cry 6 ofrece.
Me explico, el juego se ha promocionado con la idea de nuevas armas exóticas y ficticias llenas de imaginación en base a la teoría del "resolver" de la cultura cubana que fabrica cualquier cosa de casi cualquier combinación de materiales debido a su situación de escasos recursos (como silenciadores de filtros de aceite, por ejemplo). Hay armas tan locas como un lanzador de Discos Compactos que suena "La Macarena", otra potenciada por el motor de una moto y… los "Supremo", que son morrales de espalda equipados con todo tipo de artilugios, desde bombas EMP como artillerías anti-aéreas. Casi todas te hacen invencible porque ¡hay una que hasta te revive, por Júpiter!
Igual con los Supremo, me conformé con el de artillería ya que era una garantía de quitarme de encima un tanque o helicóptero si me fastidian. Más sabiendo que se recargan infinito con un lapso de enfriamiento. Nunca el juego te va a obligar a que salgas de tu loadout o que uses un tipo particular de arma y vehículo en ninguna situación. Pero sí te incentiva a hacerlo al darte estas armas como recompensa por liberar alcabalas y cuarteles del gobierno. Otro por el contrario exige que los confecciones en convenientes mesas de trabajo técnico esparcidos por toda la isla, sólo aquí se puede añadir y modificar accesorios a las armas y vehículos, como también a tu indumentaria, que lejos de ser sólo adornos cosméticos proporcionan habilidades especiales que te potencian si reúnes un set completo. Esto elimina el clásico skill tree –o árbol de habilidades– que desbloqueabas conforme subías de nivel en los viejos juegos.
Algo debatible ya que prefiero el viejo sistema de habilidades-por-logro que escala con la experiencia ante la banalidad de atuendos aleatorios con marginales efectos en tu gameplay. Como debatible es la simplificación del juego ante la complejidad que existía en los anteriores de la serie. Son detalles menores que en suma abaratan la presentación que alcanzó niveles de ultra realismo Crysis en Far Cry 2 ¡en el PS3! que se ha ido devaluado con cada entrega. Por ejemplo, reparar un auto averiado en FC2 requería abrir el cofre, usar el ratchet y reparar el motor para que siguiera funcionando, eso sólo si se recalienta o chocas, porque si explota –sin estar dentro, por supuesto– el vehículo quedaba inservible. En FC6 tienes un soplete mágico que no sólo repara vehículos en cualquier condición, sino que mágicamente regenera los cauchos y hasta queda pintado y pulido.
No obstante el factor diversión sigue inherente así como el caos que provocas en cada enfrentamiento, eso si no prefieres abordar sigilosamente las situaciones. Porque no todo radica en combate con una isla llena de recovecos que incita la exploración, donde muchos NPC hacen vida y crean circunstancias para que entables relaciones de amistad o enemistad, dentro de un ambiente socio-político que resulta ineludible por la recreación fidedigna de una Cuba desde todo punto de vista (socialismo, anyone?). Si tan sólo los diálogos en español fuesen tan convincentes como su atmósfera, porque los intérpretes, en su mayoría, no son de habla hispana nativa. Repitiendo clichés y exagerando modismos que seguro recogieron en su investigación a su óbvia visita a Cuba.
El gunplay es excelente, y con el DualSense es mayor la inmersión por los efectos del Haptic y Gatillos que varían dependiendo del arma y vehículo, así como del terreno cuando ruedas sobre motores. Si tan sólo hubieran puesto énfasis en el A.I, tanto del enemigo como del aliado, porque es tan estúpido que se debería llamar Idiotez Artificial. Resta reto al gameplay de combate con enemigos tan predecibles y mal controlados por el CPU. Un contraste extraño ya que recuerdo que Far Cry 2 y 3 tenían sendos algoritmos de A.I. que no te permitía dar un paso en falso. Suma esto la casi invulnerabilidad que te dan los Supremo y le resta respeto a ese factor de supervivencia que una vez caracterizaba a este juego. Sin embargo no le resta factor de diversión, aunque sí al reto.
En lo visual Far Cry 6 es un arresto a los sentidos. Una referencia gráfica sabiendo que sigue siendo un juego con un pie en la generación anterior. Esto limita un poco el potencial ya que hay componentes nucleares vitales que se deben mantener para que las consolas de la vieja generación lo puedan correr. Lo digo con propiedad ya que inicié el juego en el PS4 y jugué mis primeras 50 horas para tener una apreciación extensa de cómo corre en esa consola. Pues muy bien, con buen acabado gráfico salvo algunos compromisos necesarios que no ocurre en todas partes. Se cuidaron de darle prioridad al frame rate en el PS4 porque corre casi siempre estable a 30fps, sacrificando draw distance, level of detail y texturas. Esto puede distraer, en especial el texture popping que es más que obvio en la capital de Yara por su denso urbanismo. Pero en líneas generales se ve muy bien la versión de PS4 y el desempeño es admirable.
La versión de PS5 es otro cuento porque está casi a la par de la versión de PC salvo en el Ray Tracing que es característica exclusiva de la PC. De resto hasta el parche de HD Textures del PC está disponible grátis –opcional– en el PS5; no viene incluída en el juego porque pesa una barbaridad (26GB) y prefirieron no hacerlo para no abultar el install file que siquiera cabe en el disco de 100GB junto al juego. Si lo instalas es otra cosa. El resultado es un deleite de nitidez a 4K impresionante. Sumado a los efectos de luz y sombras, ambient occlusion –sin los comprometedores sacrificios del PS4– que le da un draw distance detallado sin texture popping. Una presentación realmente Next-Gen. Si tan sólo hubieran pulido un poco más el juego porque hay muchos bugs y glitches menores.
Las actuaciones vocales son serviciales, con la incomodidad que da escuchar acentos latinos representados por actores no hispanos, incluyendo al prota villano que se luce con el lujo que siempre derrocha Giancarlo Esposito. Si bien repite su ya acostumbrado semblante de villano, lo hace muy bien y tenerlo en un juego como éste es un honor. El único que realmente habla con auténtico dialecto hispano es la celebridad sorpresa que se encarna a sí mismo dentro del juego, me refiero a Danny Trejo que hace un capítulo cameo como guiño a lo que será uno de los DLC gratuitos de las temporadas a venir el año próximo donde tendrá su propio episodio. Trejo es el Tipo que a todos agrada.
Far Cry 6 es uno de los mejores juegos de este año, gran esfuerzo en agrandarlo, aunque sea más de lo mismo y necesite del caos absurdo para innovar sobre su ya trillada formula que exige un cambio evolutivo y tome de riesgos para no caer complaciente. Súper divertido y con mucho qué hacer. Altamente recomendable.
¿60$?: Sin duda, mejor que nunca y cargado de caos absurdo para divertir sin excusas.
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PS5 PS4 | 2021. 1-Disco (Blu-ray) o Digital. Zona ALL. Video: 4K/60fps - 1080p/30fps. Sonido: Dolby Digital & DTS 5.1, Jugadores: 1 (Online: 1-2); Disco Duro: 81GB, DualSense/DualShock 4 & Wireless Headset Compatible. DLC. Microtransactions. Trophies. ESRB Rating: M
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Bart
Copia de prensa por cortesía de Ubisoft.