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Estuvimos entre la minoría que aplaudió el potencial del primer The Division a pesar de los enormes problemas que trajo consigo, entre ellos, un net-code defectuoso que requirió de una reescritura completa del código nuclear (porque era fácilmente hackeable y explotable). Esta es la razón por la cual existe The División 2, un borrón y cuenta nueva para hacer las cosas bien.

Y vaya que Massive Entertainment lo hizo bien esta vez, ya que cuando The Division 2 salió hace exactamente un año, las reacciones fueron totalmente lo opuestas a las del primer juego, muy positivas entre la crítica y la comunidad. Todo lo que estuvo mal para el juego anterior, fue corregido y atendido para ésta. En especial que el juego no sólo fue bien planificado, sino que arribó bien pulido y no un desorden apresurado lleno de bugs y glitches. No obstante no todo fue color de rosa con The Division 2, puesto que, y a pesar que contaba con un excelente endgame –a diferencia del juego anterior– con el tiempo sentimos la falta de contenido fresco sumidos en la repetitividad monótona dentro del mapa superficial y vacío de Washington D.C.

Compensaba el hecho que, durante el Año 1, tuvimos un excelente contenido descargable adicional en dosis periódicas que aliviaron esta falta de contenido fresco –gratuito para todos en el Año 1– manteniendo así el juego vivo, aunque eran cápsulas aisladas que en nada ayudaban a enriquecer el núcleo del endgame.

Ubisoft y Massive mantuvieron los planes para Año 2 de The Division 2 resguardados de una forma muy celosa. Algo tramaban, y fue hace poco cuando anunciaron un plan para reestructurar y reescribir las reglas del juego y no simplemente calmarnos con otro DLC que eventualmente se iba a desgastar. Warlords of New York llega para darle mayor vitalidad a The Division 2 como Games as a Service al estilo de Rainbow Six Siege, Destiny 2 y Fortnite, con mejor valor por la inversión siendo que este año es pago.

Warlords of New York es como un reset al juego más que una expansión. Es importante acotar que contiene la actualización más grande que se haya hecho en el juego y no me refiero al contenido adicional pago. Porque hay cambios y reformas radicales para todos los jugadores independiente si compraron la expansión. Permítanme salirme del protocolo regular para insistirles que ¡COMPREN ESTA EXPANSIÓN! Vale cada centavo invertido y es hasta mejor que el mismísimo juego base de The Division 2 en Washington.

Warlords of New York te lleva de vuelta a Nueva York donde todo comenzó. Tengo la sospecha que éste fue un proyecto cancelado y engavetado para The Division 1 ya que no creo posible que esta extensión del mapa de Manhattan, más densa y cargada de detalles, haya sido planificada y desarrollada dentro del año en curso que lleva la secuela (menos si trabajaron en esos sendos DLC). En especial que si la comparamos con el mapa de Washington –que hemos acusado de ser muy escueto en comparación con el de NY del primer juego– este nuevo mapa del sur de la isla central de NY luce muy superior.

El otro factor que delata que este proyecto fue, de hecho, pensado y puesto en marcha para el primer The Division, está que se da continuidad directa a la trama que quedó colgada al cierre de la campaña del primer juego. En Warlords of New York te regresa a New York con el fin de atender una nueva crisis emergente producto de un golpe interno dentro del cuartel general de La División. Un golpe ejecutado por cuatro agentes desertores traidores que fueron seducidos por el arquitecto de todo este conflicto y el autor intelectual del ataque terrorista del virus verde: Aaron Keener.

Keener acaba con La División dejando a los agentes sobrevivientes huyendo en la clandestinidad. Toma poder de toda New York para ejecutar la nueva etapa de su plan por lograr el armageddon total: desarrollar una nueva arma biológica aún mas letal que la primera: el virus rojo. Sus nuevos lugartenientes son recompensados cada uno con el liderazgo de una facción enemiga, minimizadas durante los hechos de The Division: Rickers, Cleaners, LMB, etc. Debes encontrar a Keener para detenerlo y acabar con él, pero antes debes encontrar y eliminar a sus cuatro virreyes de la gran manzana.

No conforme con esto, durante tu ausencia atendiendo la expansión del virus verde en la capital del país, Nueva York fue azotada por un devastador huracán clase cinco que la dejó con una nueva cara enlodada, que sustituye a la nieve ahora que estamos en verano y no hay nevadas intensas. En esta nueva campaña retornan rostros y voces conocidas del primer juego: Rhodes, Benitez y Faye Lau, los NPCs originales que se unen a la agente Kelso de Washington quien te acompaña en esta nueva crisis. Sepan que luego del golpe de Keener a La División, los agentes ya no son bien recibidos en New York.

La historia de Warlords of New York es simple y no tiene profundidades temáticas ni giros inesperados, hasta predecible en cierto modo. El protagonista del juego siempre ha sido su excepcional mecánica de cover shooter que trae satisfacciones dentro y fuera de misiones. Sólo por lo bien ejecutadas que están, fue lo único que mantuvo vivo al juego en su debut en 2016 por encima de la avalancha de fallas y sigue tan excelso como siempre. El otro protagonista es el mapa, que como ya mencionamos, estuvo un poco desnutrido en The Division 2, pero que en esta expansión recobra esa complejidad claustrofóbica de las estrechas y laberínticas calles de New York, con la densidad de interiores escudriñables y esa verticalidad que extrañamos del primer mapa de Manhattan.

La expansión trae nuevas localidades en el centro financiero de New York, como Wall Street, las cercanías del World Trade Center y el distrito legal donde se aloja la Corte Suprema y City Hall. Cada Jefe aliado a Keener tiene sus propias habilidades dando a cada misión un sabor estratégico especial y único, rompiendo con la repetición monótona de "los mismos enemigos" genéricos como sufre el pre-endgame de Washington. Parte está en que cada facción tiene su propio estilo de combate, pero cada Jefe añade una habilidad especial que conquistas al final cuando lo abates. Se añaden así 4 nuevos Skills a tu repertorio: minas de shock eléctrico, cañones de bombas pegajosas, holograma señuelo, entre las que más me gustaron. Para llegar a cada Jefe debes completar al menos tres etapas, cada una en sí una misión intensa y de mucha envergadura.

Misiones alternas secundarias se van desbloqueando a medida que progresas en tu cacería, debiendo en el trayecto también optar por conquistar puntos de control y territorios tomados por facciones enemigas. Sumando todo tienes una campaña concreta y sólida que te puede tomar desde unas seis horas (nuclear), hasta unas diez horas si haces todas las actividades alternas; y más si exploras buscando loot en cuartos secretos escondidos, que a diferencia de Washington hay por doquier en New York con algunos escudados por sendos puzzles que te darán un reto mental para abrirlos.

Esto es un juego para el "Division Hard Core", ese que pertenece a un clan (saludos Argentos Unidos, mi clan), por lo que si fuiste un casual del juego y no te enamoraste de su deliciosa mecánica de gameplay, no encontrarás mayor incentivo que un "más de lo mismo". A esos por desgracia les sale Fortnite, chao, escriban, los extrañaremos.

El sur de N.Y. no está completo ni posee DZ (Dark Zone), me pregunto si será aliciente para futuras extensiones como parte del contenido planeado para las temporadas (la primera empieza hoy). Porque si algo tiene planeado Ubisoft para los cambios de servicios a futuro es en crear temporadas trimestrales como Destiny, Rainbow Six y Fortnite. Así se mentienen actividades sociales renovadas en cada trimestre. Quedará en ver si esta nueva estrategia rinde frutos, pero un indicio señala que el sistema de progresión fue completamente revisado sin un techo para este tipo de propósito.

Se eleva el límite de nivel de 30 a 40 (sólo para quienes adquieren el DLC) y el límite de poder numérico a 515 para quienes no obtengan la expansión. Los que tengan la expansión no tendrán un número atado a su progreso. No sé cómo va a funcionar esto una vez vuelva a Washington y colinde con otros jugadores con el viejo sistema. Esto puede acarrear serios problemas de segregación y… "división" de la comunidad (¿vieron lo que hice?).

En el pasado una vez alcanzas el nivel máximo empiezas un sistema numérico donde con cada escaño obtenías un loot-box con armas y gear. Este sistema se reemplaza por uno que gana XP de forma permanente. Ganando puntos que asignas a atributos como daño, regeneración y defensa. De esta forma vas progresando y personalizando tu personaje a tu estilo de juego. Que retiene el sistema de loadouts para memorizar perfiles de armas y gear que mejor se ajusten a situaciones dadas.

Esto reduce la cantidad de loot basura y repetido que te saturaba el inventario portátil y hasta el depósito en las guaridas. Debiendo desarmarlas o venderlas en un interminable ciclo y horas en los menu botando loot inservible. Los atributos cambian la manera de añadir perks a tu gear, reservando los slots a cambios cosméticos.

Estos cambios también afectan el sistema de recalibrado, donde se acaba esa lotería de adivinar si las estadísticas que te tocan son útiles para el build que buscas. Ahora hay unos medidores que indican qué tanto te sirve o no la estadística que cierta habilidad posee. Así no saturas tu librería de elementos inútiles con esperanza de ver si te son útiles más adelante. Esto facilita mucho la administración de tu gear y el progreso de tu built.

Warlords of New York es un excelente DLC bien hecho y de gran valor por el precio. Las temporadas y el battle pass dirán con el tiempo –o nuevas misiones y actividades– si todo esto vale la pena para mantener el juego vivo y a sus jugadores conectados.

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Barton

Copia de Prensa proporcionada por Ubisoft.