Under the Seeaaa… Under the Seeaaa…
En una reciente entrevista los directores Anthony y Joe Russo –responsables de Captain America: The Winter Soldier, Captain America: Civil War, Avengers: Infinity War, y la inminente Avengers: Endgame– a la pregunta de por qué sus filmes fundamentales en el Marvel Cinematic Universe eran tan exitosos comparados con los esfuerzos fallidos del DC Extended Universe. Respondieron que a los superhéroes del entorno creado por Stan Lee (¡Excelsior!) ellos les buscaban una vulnerabilidad de entre sus habilidades y fortalezas, algo que con la excepción de Batman y Superman en algunos instantes, el resto de paladines no lograban conectar con el público, bien sea por lo forzado de algunas producciones, o porque habían fallos en ciertos aspectos (guión, efectos, actuaciones, etc). Un poco de eso y un poco de aquello es lo que se siente luego de ver Aquaman.
A nivel de historia, busca contar en esencia el origen del superhéroe llevando el proceso hasta el año 1985, cuando se relacionan la reina Atlanna y el cuidador de un faro en Massachusetts para dar como resultado Arthur Curry, un niño mitad humano, mitad atlante, candidato principal para ser el rey dominante de los siete reinos de los océanos que debe enfrentarse a 3 retos: tomar el control de la Atlántida que está bajo control de su medio hermano, el temperamental rey Orm; luchar contra su archirrival Black Manta donde conocemos el origen del odio de éste contra Aquaman; y obtener el oculto y resguardado tridente del rey Atlan, primer soberano de Atlántida; todo ello con la ayuda directa de Mera, hija del rey Nereus y candidata a ser reina, así como de Vulko, mentor de Arthur e integrante de la corte submarina.
Este trabajo viene a ser un cambio de género para el Director James Wan, conocido hasta entonces por hacer el primer film de la franquicia Saw, así como los horror flicks Insidious, The Conjuring (1 y 2), y la séptima de The Fast And The Furious; si bien no es un novato en el campo de las superproducciones, viene a serlo en el de los filmes de superhéroes, por lo que el estilo presente en sus obras previas se ve reflejado en Aquaman, pleno de salidas fáciles, suspenso y violencia comedidos, situaciones a medio camino entre naturales y forzadas con estética de film de acción mezclado con videojuegos.
En cierta forma, el film es muy elemental en cuanto a situaciones y acciones. Lo mencionado en el apartado anterior viene de la mano del guión basado por momentos en el material original creado en 1941 por Mort Weisinger y Paul Norris, así como en el texto firmado por David Leslie Johnson-McGoldrick y Will Beall en otros. El desarrollo de la historia cumple con su carácter fundacional de establecer el origen del superhéroe y el contexto donde crece y descubre su destino, si bien en momentos los diálogos tienden a ser muy planos, llenos de one liners y catchphrases para salir del paso, más allá de establecer parámetros y contextos de personajes.
En el apartado de efectos visuales y sonoros, como ya se mencionó la estética apunta a mezclar videojuegos con acción muy en la tónica actual. Sin embargo, estos efectos (particularmente en las secuencias de multitudes) se siente más como un elemento de relleno para saturar, confundir o llenar espacio en pantalla que como un aporte fundamental para reforzar la trama; no son malos, pero a veces se sienten artificiales. La edición tiende a ser lineal, con ausencia de sobresaltos o de reforzar momentos puntuales en la trama.
En lo musical la banda sonora apunta a usar a versiones de temas de los 80, junto con la columna sonora de Rupert Gregson-Williams que va más como música de acompañamiento, en vez de reforzar leit-motifs sonoros para cada personaje.
Lo más destacable, sin duda, es la actuación de Jason Momoa como Arthur Curry/Aquaman al hacerlo empático, cercano al espectador, literalmente hace suyo el personaje a pesar de los problemas de guión mencionados. No hay duda, el rol es de Momoa. Amber Heard como Mera viene a ser una suerte de 'Pequeña Sirenita' crecida; que no lo hace mal, pero no aporta mucho a efectos de la trama salvo en los momentos de lanzar patadas, hacer muecas con el rostro y decir frases que cierran los diálogos.
Patrick Wilson construye un Rey Orm con dualidades entre la obligación al trono y el deseo de venganza contra el resto del mundo, sumado a la rivalidad patente con su medio hermano. Aunque esté fuera de su elemento de filmes indies y producciones sin tanto presupuesto, Willem Dafoe hace interesante y con profundidad al personaje de Vulko.
A veces en el cine regresan fantasmas del pasado, y en los últimos tiempos este ha sido Dolph Lundgren en el papel del rey Nereus; vale acotar que en estos tiempos actúa mucho mejor que en sus roles previos. Yahya Abdul-Mateen II como David Kane (alias Black Manta) viene a ser el némesis arquetípico de superhéroes, con motivación para destruir y hacer el mal. Y en el caso de Nicole Kidman es de reconocer su labor como gran actriz al sacar adelante su papel de reina atlante, si bien y por efectos del texto su personaje puede caer en momentos sensibleros.
Aquaman en definitiva viene a ser un entretenimiento elemental, sin mucha profundidad (salvo la que corresponde al entorno del mar; lo único profundo del film), buscando más ser un cómic llevado a la gran pantalla y con ese espíritu en mente, que ser un film con una psicología de personajes, trama o motivaciones.
Estrena hoy y la recomiendo como cartelera rural de la semana a los DC fans.
(★★★★☆)
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Spiff