Tomboy Witch
Tuve la oportunidad de jugar Psychedelica of the Ashen Hawk, la última de las tres visual novels otome del “Summer of Mystery” de Arksys y ha sido un cierre digno al proyecto de la localizadora que se comprometió a mantener muy vivo este género de nicho en occidente, en una plataforma que desde hace años tanto Sony como los medios y la gran mayoría del público considera muerta.
Al igual que 7’scarlet y Psychedelica of the Black Butterfly, la novela está desarrollada por Otomate y publicada por Arksys. La dirección estuvo a cargo de Momoko Terashima y fue escrita por Toono Chiharu y Yujiri (quienes también estuvieron involucrados en Black Butterfly). La versión original salió en Japón en 2016 y realmente me alegra que así fuera casi dos años después, nos llegara completamente localizada a occidente.
La historia se lleva a cabo en un pueblo medieval ficticio atrapado en un eterno invierno que está controlado por dos clanes conocidos como Hawks y Wolves, quienes gestionan toda la política y economía de formas radicalmente opuestas. Entre los pueblerinos, existe una superstición acerca de la existencia de una malvada bruja que traerá mala fortuna al pueblo y que debe ser asesinada si es encontrada.
Aquí es donde entra nuestra protagonista, una joven cuyo ojo brilla de color rojo cuando sus emociones se alteran, tal cual como dicen los cuentos del pueblo acerca de la bruja. Por esa razón, ella vive escondida en una torre a las afueras del pueblo y se hace pasar por un chico llamado Jed, mientras sobrevive haciendo todo tipo de trabajos para la gente.
Psychedelica of the Ashen Hawk es una historia que involucra muchísimos misterios que se van apilando uno tras otro a medida que los primeros diálogos van ocurriendo y permite algo de libertad para irlos desarrollando, lo que fue un aspecto que me gustó mucho porque nunca había visto una visual novel que permitiera este nivel de libertad para desarrollar muchos de los aspectos de la trama.
No sólo están los misterios de la identidad escondida de la protagonista y los métodos de los Hawks y Wolves para controlar el pueblo, sino que a Jed se le asigna desde la iglesia un trabajo para recuperar un objeto llamado “Kaleido-Via”, que se dice ser un símbolo de paz en el pueblo y, además, hay un asesino en serie suelto al que se le conoce como “Black Shadow” que está dejando cadáveres por doquier y evadiendo a las autoridades.
Sin embargo, la historia tiene tantos misterios que resolver al mismo tiempo que no pude evitar pensar que intentó hacer demasiadas cosas a la vez y perdió la oportunidad de desarrollar una sola historia muy bien, como lo hizo su precuela espiritual “Black Butterfly” que me enganchó de principio a fin. Donde aquella brilló, esta falló un poco porque admito que me sentí confundido y abrumado por todo lo que la trama quería contar a la vez.
Ashen Hawk es también una novela muy lenta. Le toma unas cuantas horas tornarse lo suficientemente interesante y honestamente dudo que todo el mundo tenga la paciencia necesaria para llegar a ese punto. Tiene una mecánica de gameplay bastante curiosa en la que cada cierto tiempo, Jed podrá visitar varios lugares en el pueblo y hablar con personajes para ir obteniendo más información acerca de los misterios que resolver, como los dos clanes, Black Shadow o la desaparición del Kaleido-Via.
Pero, aunque al principio me alegraba mucho el tener tantos lugares que visitar y tantas conversaciones que tener, eso rápidamente se convirtió en un ¿¡Realmente es necesario ver todas estas escenas opcionales para avanzar la historia!? Y preferí ver los diálogos principales en lugar de hablar con NPCs de poquísima importancia.
Un aspecto que si me gustó mucho es que, al igual que su hermana mayor, Ashen Hawk deja casi siempre de lado el tema de los romances entre la protagonista y los varios chicos bishōnen que ofrece la historia. La importancia de cada uno para la trama principal es tan grande y Jed está tan ocupada casi todo el tiempo en esconder su verdadero género que los romances quedan relegados muy hacia la segunda mitad de la historia y hasta se sienten un poco opcionales en muchas ocasiones.
El arte es realmente espectacular y viene de la mano de Satoru Yuiga, quien también diseño a Beniyuri y los demás personajes de Black Butterfly. En esta ocasión, los trajes son menos extravagantes y más de temática medieval pero no dejan de ser hermosos. La música de Shigeki Hayashi acompaña la historia completa y la complementa demasiado bien junto a una actuación de voz estelar que, aunque solo en japonés, encaja de manera perfecta con la temática y la trama.
Psychedelica of the Ashen Hawk es una muy buena visual novel, pero solo se la recomendaría a gente ya acostumbrada al género otome que estén dispuestas a invertir muchas horas de gameplay leyendo diálogos secundarios que, aunque ayudan a la trama principal, no la hacen avanzar del todo. Es un “slow burn” como dicen en Norteamérica que premiará solo a los que le tengan suficiente paciencia. Pero realmente esconde una interesantísima y hermosa trama.
¿40$?: Es una otome muy, muy buena, pero sólo la recomendaría a fanáticos del género dispuestos a dedicarle muchas horas.
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Vita: 2018. 1-cartucho o Digital. Zona ALL. Video HD: 560p. Sonido: Dolby Digital & DTS 5.1, Jugadores: 1 (Online: N/A); Disco Duro: ~2GB. Trofeos. ESRB Rating: T
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Mike
Copia de prensa proporcionada por Aksys y MMPR.