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He sido un aficionado de la casa desarrolladora Vanillaware desde hace varios años cuando jugué la versión original de Muramasa: The Demon Blade en el Nintendo Wii. Desde entonces, quedé enamorado de la dirección artística, los diseños de los personajes, las mecánicas y la historia ambientada en el folklore japonés de aquel juego.

Al punto que no dudé en saltarle desde el primer día a la secuela espiritual, Dragon's Crown, que no sólo proporcionó diversión infinita por ser un excelente RPG, sino que continuó el gran trabajo del diseñador George Kamitani con un estilo medieval de proporciones bastante exageradas que estremeció los delicados sentimientos de muchos de los “journos” que tienen envenenados a los medios de gaming en el primer mundo. Pero siempre me quedó un gran interés en el juego que lanzaron antes, por allá en la época del PlayStation 2: Odin Sphere. Que gracias al éxito de Muramasa y Dragon’s Crown, se convirtió en un título de culto que muchos gamers recomendaban para iniciarse dentro del rico universo de Vanillaware. Finalmente tuve la oportunidad de jugarlo aprovechando la versión de PlayStation 4 del remake, Odin Sphere Leifthrasir (también disponible en PS3 y Vita) y quedé sumamente satisfecho con el resultado final, al que considero uno de los mejores “action RPG” del año, disputándole el título a Dark Souls III y Tales of Berseria (que ya salió en Japón).

Odin Sphere Leifthrasir nos vuelve a contar la misma trama de la versión del PlayStation 2, en la que una niña llamada Alice está con su gato en el ático de su casa leyendo libros de cuentos mágicos del mundo de Erion, donde los personajes Gwendolyn, Cornelius, Mercedes, Oswald y Velvet participan en una gran guerra entre naciones por el control de un caldero mágico que, aparentemente, otorga poder infinito y control sobre las demás tierras. Las historias que lee Alice, a pesar de ser muy hermosas e interesantes, son bastante trágicas y tristes, llenas de momentos bastante dramáticos sobre todo cuando se cruzan los caminos de los personajes que controlamos.

Leifthrasir no es un remaster convencional como los que han bombardeado a la industria en los últimos años, es un completo remake que no solo mejora de manera muy considerable la calidad visual y de audio del juego, sino que modifica y moderniza las mecánicas mismas tanto de los stats, habilidades, los ataques de los enemigos y el orden en el que ciertos eventos ocurren.

El mundo en el que se lleva a cabo Odin Sphere es absolutamente espectacular, lo que ya es común en los juegos de Vanillaware. Está lleno de bosques encantados, castillos nórdicos, campos de batalla, cementerios y muchas otras locaciones que dan la impresión de haber salido de un libro de cuentos. Los diseños de los personajes van de la mano con el del mundo y son realmente hermosos, con animaciones muy fluidas que los hacen sentir realmente vivos y le da un toqué muy agradable y único a este juego que lo hace resaltar entre los muchísimos títulos con arte estilo anime.

Leifthrasir es un 2D Action RPG donde avanzamos de izquierda a derecha, o viceversa, para navegar progresando en las locaciones mientras combatimos a numerosas hordas de enemigos de todo tipo. Los oponentes van desde animales salvajes hasta hadas, caballeros, fantasmas, enanos y muchas otras criaturas que usarán todo tipo de herramientas y ataques para tratar de detener a los protagonistas. Existen cinco personajes que usaremos durante todo el juego, cada uno con sus historias particulares que se entrelazan en varios puntos llevando a una gran confrontación al final. Estos personajes incluyen a la valkiria Gwendolyn, que lucha para reestablecer su honor como princesa y guerrera del reino de Ragnanival; la princesa Mercedes, una hada forzada a aprender como gobernar correctamente y a Oswald, un soldado hechizado por una espada oscura que absorbe el alma de quienes mata, entre otros.

Cada uno de los personajes funciona de manera muy distinta a los otros cuatro, tanto en mecánicas como en la forma que combaten y la movilidad en los escenarios. Cornelius, por ejemplo, es sumamente rápido y ágil pero sus ataques son principalmente cuerpo a cuerpo lo que lo obliga a acercarse mucho a los enemigos y bosses para hacer daño, mientras que Velvet utiliza cadenas para atacar a rango medio y conjurar flamas para hacer daño y mantener a los enemigos lejos de ella. Mercedes, mi personaje favorito, es la más extremista de todas y utiliza una ballesta mágica para atacar desde muy lejos, además que puede volar lo que hace que muchas de sus batallas se asemejen más a juegos shoot-em-up como Gradius. Realmente aprecié muchísimo la variedad de personajes porque cada uno le dio una tonalidad diferente al juego que siento que necesitaba, porque muchas de las locaciones, así como bosses, se repiten entre una historia y otra.

El sistema de combate cambia bastante con respecto a la versión original, en la que incluso los ataques más básicos consumían parte de una barra llamada “POW” que les prohibía a los personajes combatir de formas muy agresiva. En esta ocasión, sólo los ataques especiales de cada uno consumirán barra lo que permite mantener la ofensiva mientras se administra la barra y otros recursos de manera más eficiente. Muchos jugadores opinan que esto hizo a Leifthrasir más fácil que la versión de PS2, pero en lo personal, encontré al remake mucho más atractivo, sobre todo cuando veo la forma tan absurda en la que Mercedes puede diezmar a los enemigos.

Al finalizar cada batalla, obtendremos un ranking dependiendo de cómo nos haya ido, lo que determina la experiencia, dinero y los ítems que ganaremos. Este ranking es influenciado por la cantidad de golpes que dimos en un solo combo, el tiempo que pasamos en el aire, el daño que haya recibido nuestro personaje, etc. El juego tiene un enorme énfasis en la alquimia y la cocina. De hecho, son las principales maneras de obtener ítems para curarnos y obtener grandes cantidades de “Exp” para subir de nivel.

A medida que avanzamos, los personajes obtendrán recetas alquímicas y de cocina (que afortunadamente se comparten entre ellos) que pueden preparar tanto por sí mismos como contratando a un chef viajero que aparecerá por todos lados. Como estoy acostumbrado en los años recientes a juegos con mucho énfasis en crafting como la franquicia Atelier, Final Fantasy XIV o Terraria, la mecánica de creación de ítems de Odin Sphere Leifthrasir me vino como anillo al dedo y la disfruté tanto como el combate, el arte y la narrativa.

En cuanto a dificultad, Odin Sphere Leifthrasir no es tan retador como Muramasa. Me pasé todo el juego en “Hard” casi sin problemas y sin necesidad de estar subiendo de nivel exageradamente. Sólo se necesita un poco de sentido común y habilidad con el uso de los personajes y las pociones alquímicas. De todas maneras, al terminar se desbloquea una dificultad aún superior que convierte al juego en un reto mucho mayor. De la misma manera, los jugadores interesados en las mecánicas originales de la versión de PlayStation 2 tienen la opción de jugarlo con ellas utilizando el arte, gráficos y sonido remasterizado, lo que le da la opción a quien quiera que haya preferido la funcionalidad original.

Odin Sphere Leifthrasir termina satisfaciendo todas las altas expectativas que tenía del título y me deja muy emocionado por lo que les depara el futuro con 13 Sentinel Aegis Rim, el nuevo título en el que están trabajando con fecha para 2017. Pocas veces veo a un remake siendo tan superior a su versión original y Leifthrasir es definitivamente uno de estos casos. Prácticamente cualquier gamer puede disfrutar del juego porque a pesar de ser un JRPG de acción con mucha narrativa y énfasis en crafting, el combate se asemeja muchísimo a esos juegos 2D que todos vivimos mientras crecíamos.

La dirección artística es increíblemente maravillosa, así como las animaciones, el doblaje en japonés, la música y la narrativa. La variedad de personajes que usamos es muy buena aunque tal vez no pueda decir lo mismo de la de escenarios, enemigos y bosses. Pero con todo y eso, Odin Sphere me dio más de 60 horas de diversión que lo convierten, para mí, en uno de los mejores action RPG de los últimos años. Lo recomiendo 100%.

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Mike