Am I Evil?
Este año ha sido bastante bueno para el cine-comic, en líneas generales un año para los libros a juzgar por la calidad de las cintas ofrecidas hasta la fecha. Incluso la convulsionada y estéril Bats vs. Soup no fue el bodrio que mucha gente apostó que sería. Pero desde el lado de Marvel –incluyendo franquicias secuestradas por licencias indefinidas– las cosas han ido de mejor hacia mejor. Aún no nos recuperamos de la maravilla que resultó ser Captain América: Civil War apenas unas semanas atrás, que ahora debemos asimilar otra cinta del Marvelverse, pero en esta oportunidad de X-Men que está en manos de FOX desde que encendió la corriente que reinició la segunda Era de comics en el cine.
Siete films del universo X-Men han sucedido desde entonces con sorpresiva homogeneidad en calidad argumental si bien unas han sido mejores que otras. La mayoría de estas con Bryan Singer sentado de la silla del Director, incluyendo la presente, X-Men: Apocalypse, la novena cinta acumulada y la tercera de una segunda trilogía de orígenes que precede a la trifecta inicial de los Hombres X. X-Men: Apocalypse da continuidad a la línea de tiempo de X-Men: First Class y X-Men: Days of Future Past con mucha coherencia e inteligencia, muy a pesar de los agujeros y anacronismos que dejó Future Past al distorsionar la trilogía original, como consecuencia de cambiar el pasado dejando una paradoja que rompe el ciclo reescribiendo el futuro. Un espiral cuántico.
Si me permiten una anécdota como paréntesis, recuerdo al salir de X-Men (2000) en el cine cuando mi amigo Mervin, entusiasmado tras el impacto positivo del film, me comenta "cómo sería si hicieran a Apocalipsis". Pues llegó ese día y francamente debo añadir que lo lograron sin decepciones. Si bien se pudo desarrollar más a Apocalipsis en la práctica visual, algo imposible para un solo film, no dejó nada que desear en lo dramático representado en el guión-libreto de Singer/Kinberg, ni menos en la dramatización encarnada en Oscar Isaacs (Star Wars Ep. VIII: The Force Awakens, Sucker Punch). Apocalipsis es un personaje clave dentro del universo X-Men que ha dejado una gran impresión de respeto y admiración en sus fans lectores, más por su elocuencia, inteligencia y soberbia que por lo inconmensurablemente infalible de su poder e inmortalidad.
En Sabah Nur, su nombre real, viene de su origen de los confines de la historia e inicios de la civilización humana, con raíces étnicas en la cultura egipcia donde fue faraón. Su verdadero origen se desconoce salvo que fue el primer mutante y que –de acuerdo al comic– su desarrollo y evolución de poder se debe a la asimilación de la tecnología de una avanzada civilización alienígena llamada Los Celestiales. Aunque no se toca el último punto en X-Men: Apocalypse, se deja ver someramente su procedencia terrestre en el prólogo de Singer cuando fue faraón durante el Reino Antiguo (4ª Dinastía). Apocalypse no está basada propiamente en el grueso de un comic en específico, tomando fragmentos de inspiración de varios de los más emblemáticos donde Sabah Nur hace protagonismo. Entre los que pude detectar hay influencias de "Rise of Apocalypse", "Age of Apocalypse" y, para mi sorpresa, de la adaptada serie animada de FOX de los '90.
El guión no es tan impactante en complejidad y subtramas como lo fue el capítulo anterior (Future Past), pero Singer hace de las suyas al hilvanar un ritmo coherente y una magistral dirección de los personajes de donde sobresale la casta dramática de Fassbender y McAvoy, que en un par de ocasiones se me metió una basurita en los ojos… ya no limpian los cines como antes. Intensidades rítmicas progresivas parten desde el primer acto con características de suspenso, haciendo paralelismos entre la multitud de personajes, viejos y "nuevos", que nutren la trama con consistencia. Se arrastran consecuencias de los hechos que conmocionaron al mundo en Future Past, mientras se busca construir un mejor porvenir en la nueva década de los ochenta. Pero el despertar de un adormecido mutante "púrpura-azulado" de poder ilimitado pone a todos, aliados y enemigos, en alerta para buscar detenerlo o capitalizar sobre su ventaja aliándose con él.
Mi preocupación respecto a la representación de Apocalipsis tuvo raíz en las preliminares de la producción. Quedaron infundadas con la correcta idealización del primer mutante por parte de Singer/Kinberg/Isaacs. Lo mejor quizá fue que no lo mostraron como un villano lleno de sadismo megalomaníaco y hambre de deidad reprimida como se puede apreciar de entrada. Sería lo opuesto a la naturaleza de Apocalipsis que es un ser de conocimiento, inteligencia y poder infinito, cuya comprensión y visión del universo "rebasa la miserable capacidad intelectual primitiva de humanos y mutantes para entenderla" (frase muy famosa de él en los comics). Podrá apreciarse como un ente del mal por sus métodos draconianos para implementar su plan de dominio e ideal de paz y progreso, pero en el fondo él cree que hace un bien al deshacerse del débil en favor del fuerte, ya que afirma sin vacilar que: "¿Malo? No soy malevolente, simplemente soy", otra de sus clásicas frases.
Sin embargo eso no calza con lo que los X-Men y humanos tienen en mente con respecto al orden histórico de las civilizaciones conduciendo su propio destino, muy a pesar que para Apocalipsis somos "erráticos ignorantes cegados por barreras impuestas bajo excusas burdas de ideológicas sociales, falsas religiones e idolatría hacia lo material". Puesto que piensa "limiparnos de la infecciosa cutre que nos impide progresar" para "construir un mundo mejor sobre las cenizas del actual". Disculpen que arroje tantas frases célebres de Apocalipsis, el némesis más incólume de los X-Men, pero es que es evidente que Singer respetó su legado al mostrarlo así al punto que utiliza varios de estos poéticos enunciados de la mente radical de En Sabah Nur. Reconocidas frases, repetidas en las páginas, animaciones y en el film, dejan claro que "Apocalipsis es eterno, Apocalipsis es indestructible, no pueden matar lo que no puede morir" ¡Ídolo!
Su capacidad de adaptación, de absorción de conocimiento y energía, su demagogia para convencer a otros hacia su causa aprovechándose de su situación, está magistralmente representada con sutileza y sobriedad que podría pasar desapercibido a quien no lea entre líneas. La interpretación de sus cuatro jinetes que evocan lo bíblico no pierde oportunidad de hacer presencia en X-Men: Apocalypse, tomando libertades en su reparto que reúne figuras apropiadas al legado del comic, mientras que añade otras que nunca lo fueron. En este caso Magneto y Angel (convertido en Arkangel) hacen honor a quienes alguna vez formaron parte del cuarteto sicario del inexorable Apocalipsis. Otros rompen la tradición, pero son adaptaciones que puedo asimilar como flexibilidad para mantener intacto el flujo de la línea de tiempo de estas cintas. En especial que para mi decepción se perdió una oportunidad de oro de meter a dos caracteres clave en los conflictos con Apocalipsis: Gambit y muy en especial a Cable, el X-Men del futuro que lo caza sin descanzo.
En lo actoral no hay más que elogios por la cantidad de figuras que ha acumulado esta nueva trilogía donde todos resaltan sin solaparse ni cancelarse; con foco fuerte en el liderazgo ganado de Jennifer Lawrence (American Hustle, Winter's Bone, Silver Linings Playbook) quien salta de villana a heroína con singular solvencia. Vuelven Rose Byrne, Nicholas Hoult, Josh Helman, Lucas Til y muy en especial a Evan Peters –en el rol de Quicksilver– quienes hacen espacio para los noveles Ben Hardy, Tye Sheridan, Sophie Turner (todos interpretando versiones juveniles de viejos personajes), y mi waifu-geek Olivia Munn quien debuta como una excelente Psylocke haciendo conflicto con mi amor por Lawrence. Por supuesto que no podía faltar el cameo de rigor, pero me lo reservo aunque apuesto que muchos intuyen de quién se trata, o si apareció en los trailers que como saben los ignoro por completo desde hace algún tiempo.
Pero el film es de Michael Fassbender (Inglourious Basterds, 300, Prometheus) y James McAvoy (Wanted, The Last King of Scotland) por el temple y fortaleza dramática que se intensifica con la química demostrada desde First Class. Sus dolores, bemoles, traumas sentimentales y conflictos de intereses hacen pugna por mantener el respeto y admiración mutua que aún sostiene un hilo entre los dos por salvar una gran amistad. Pero es la diferencia de ideologías encontradas que se yuxtaponen a sus principios, lo que los ha convertido en una pareja de adversarios –más que aliados– por más de cinco décadas en la cultura y universo X-Men: Xavier vs. Lehnsherr/X-Men vs. Brotherhood. Singer exprime un caudal de pasiones y energía de cada uno con la gracia de un screenplay bien escrito que jamás insulta la inteligencia, sino más bien complace su legado para el beneplácito de sus fans más acérrimos. Demostrando por qué este par está "en los papeles".
Ah, casi olvido resaltar el OST de John Ottoman que es criminal, intercalar la 7ª Sinfonía de Beethoven fue más que brillante.* X-Men: Apocalypse mantiene el humor contínuo de las anteriores y respeta el legado de Apocalipsis en un film lleno de detalles y cargado de fuerza que no se limita a las increíbles y extraordinarias escenas de acción, en especial su intenso climax. Altamente recomendable como la cartelera rural de la semana.
Film: Willy McKay (★★★★★)
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Bart
P.D. Es una teoría personal que he amasado durante décadas leyendo comics, pero… ¿será coincidencia que los mas poderosos super villanos de las casas de comics son de colores violeta y azul?: Thanos, Darkseid, Galactus, Malekith, Apocalípsis y… coño ¡hasta Skeletor! ¿Sería por la limitación de los cuatro colores simultáneos típicos de la impresión de los comics en el s.XX para mantener los costos bajos? ¿…o soy demasiado nerd? Mejor no lo digan.
[*] Como también lo fue el tema "Los Cuatro Jinetes" de Metallica en una escena muy apropiada.