Injustice: Gods Among Us
2016 es un año saturado de entregas de comic-films donde por primera vez tenemos un balance entre DC y Marvel dejando a un lado la hegemonía cultural mediática del último. Marvel comenzó el año con buen pie con la revelación pro-adulto de Deadpool, dejando el camino casi hecho para el resto de sus cintas que vienen como los ganchos derecho e izquierdo teniendo a 'Captain America: Civil War' y a 'X-Men: Apocalypse' como su "uno dos" de reserva. Por el lado de DC hay promesas no cumplidas, su universo mediático ha fracasado en ganar tracción al no poseer un plan coherente a diferencia de su rival, por consecuencia han iniciado franquicias que se quedan en la largada teniendo que reiniciarlas en muchas ocasiones. No necesariamente por el fracaso de la mayoría de estas, sino también cuando tienen éxito debido a que no hubo plan de continuidad encapsulando lo bueno en universos aislados (Nolan's Batman Trilogy).
Batman vs. Superman: Dawn of Justice viene como esa bujía de reinicio que busca encender la chispa que abra los caminos para un nuevo universo de DC para la pantalla grande al ignorar el bochornoso pasado y desechar los pocos logros positivos. Esta nueva vertiente comenzó con la estéril, pero aceptable, The Man of Steel, que por tener genes argumentales en 'Superman: Birthright' (DC 2003) no fue un bodrio total. En esa línea de trabajo, bajo el mando del Director pro-comics Zack Snyder, se intenta construir sobre esa semilla con Batman vs. Superman: Dawn of Justice, que solamente considera como canon cinematográfico a su precuela, ignorando el pasado bueno y malo. Esto, por supuesto, trae consecuencias tanto positivas como negativas, ambas evidenciadas en este film.
Esto no es exclusivo del cine, ya que históricamente DC Comics ha tenido la fama de ser inconsistente, convulsionada y en el peor de los casos improvisada, generando problemas de coherencia, continuidad y contradicciones en sus líneas de tiempo a diferencia de la mejor estructurada Marvel. Por tal razón fue que se confeccionó la legendaria serie de comics "Crisis on Infinite Earths" en 1986 para limpiar el desorden y establecer los orígenes oficiales, así como los antecedentes reales, de todos los súper héroes de DC. Crisis fue un éxito tan rotundo que los comicólogos lo consideran el A.C./D.C. del universo de DC Comics, provocando un caudal de series y volúmenes de leyenda en el período posterior a esa publicación. A partir de entonces es que DC Comics comenzó a tomarse –y a tomarlos– en serio, pues vendría la Era de Morrison, Loeb, Millar, Waid, Gerber, Byrne, Moore, Sale, Johns, Wolfman, Miller, Rucka, entre tantas plumas de alto intelecto.
Perdonen la larga introducción, pero la considero necesaria para que entiendan por que no me gustó a la vez que sí me gustó Batman vs. Superman: Dawn of Justice. Es la misma relación de amor y odio que he tenido toda la vida con DC Comics. Siendo pro-Batman y pro-Superman desde niño (alto fanboy), me complacieron muchas cosas de Batman vs. Superman: Dawn of Justice desde la perspectiva del comic connoisseur por las referencias y homenajes sutiles dentro del film. A la vez que me molestaron muchas cosas desde la perspectiva crítica de cine, mucho por el cual culpo a Snyder (Director) y a Goyer (escritor) al intentar, en vano, de convulsionar un universo de Justice League forzado sin los antecedentes correspondientes. Batman vs. Superman: Dawn of Justice está basada –ligeramente– en los comics post-Crisis 'The Dark Knight Returns' (Frank Miller. DC. 1986), 'Superman/Batman: The World's Finest #1-7' (Jeph Loeb. DC. 2003) y 'The Death of Superman: Doomsday' (Jurgens/Stern/Simonson/Ordway/Kesel. DC. 1992)* por lo que pude desglosar de ese desastre de guión.
Snyder se luce como siempre desde el lado cinematográfico dirigiendo escenas de acción dignas de pararse de la silla, en eso tiene pedigree de sobra; pero con el batmanólogo David. S. Goyer a cuestas, me decepciona no ver un argumento coherente, sino un amalgama de pastiches mal cosidos para forzar los orígenes de la Liga de la Justicia (coño, Goyer escribió las Batman de Nolan ¡por Júpiter!). Haciendo cameos forzados de muchos de sus integrantes como Flash y Aquaman, donde me atrevo a añadir a La Mujer Maravilla por lo poco desarrollada, calzada a la fuerza, a modo de guiño ante su film solitario el año próximo. Es que hasta el conflicto entre los protagonistas se siente absurdo e innecesario muy a pesar que existen referencias históricas en la serie comic Superman/Batman que los lleva a encontrarse hostilmente en más de una ocasión. Pero Batman vs. Superman: Dawn of Justice plantea motivos sin bases coherentes para enemistarlos, al contrario del comic donde hay fraterna cooperación. Sin embargo el tono oscuro del film genera un clima acogedor sin dramas artificiales.
Lo otro que también no calza es la constante conspirativa de quererlos ver como anti-héroes detestados por la opinión pública. Aquí, de nuevo, ligeramente basado en los comics "The World's Finest", de la serie Superman/Batman, donde un escenario similar es conseguido por el entonces presidente te EE.UU. Lex Luthor para derribar su popularidad al hacerlos ver como enemigos públicos. Hubiera funcionado aquí en la adaptación a no ser por la elección en el reparto de Luthor en Jesse Eisenberg, que es buen actor, pero no calza en el exigente rol. Peor, arrugas la cara al ver el perfil que intentan imprimirle a Luthor en Eisenberg como un psicópata con reminiscencias de El Guasón. Patético. Como ancla antagónica, lejos de generar respeto, lo que da es pena. Luthor, para todo quien ha seguido a Superman en comics, es un megalomaníaco-egocéntrico con delirios mesiánicos que alimenta su hambre de poder; así como es "la mente criminal más grande del mundo" por su excesivo coeficiente intelectual que da vueltas al hombre de Krypton. Siempre con sobriedad y elegancia. Aquí no existe eso.
Demasiado larga, el lento crossover del primer acto desconecta el ritmo del film, tanto que a veces parece serie de TV. La ridícula conspiración que domina el segundo acto no construye tensión, para saturar un tercer acto que deja nada fuera de sus excelentes escenas de acción que estimula un guión lleno de agujeros absurdos. No obstante debo admitir, contrario a mis prejuicios predispuestos a pisotearla, que Ben Affleck hace de un muy buen Batman, no sólo al llevar el traje calcado de 'Frank Miller's The Dark Knight' con respeto y homenaje, sino porque también lo hace en actitud de amargura y obsesión al igual que el anti-héroe de Miller. También aprecié el nuevo batimóvil, que parece sacado del videojuego 'Batman: Arkham Knight' por el parecido físico y operativo de un semi-tanque. Hay huevos de pascua, naturalmente, pero me los reservo para que los descubran. Aunque me molestó bastante que el Batman de Snyder recurre al uso de armas de fuego –¡y mata!– que casi me hace encender la sala en llamas a no ser por el combate marcial en el clímax que limpió su nombre en un último aliento.
Henry Cavill me gusta como Superman a pesar de los anacronismos visuales que critiqué en el film anterior (red underware missing, anyone?). Su semblante –y ejecución– del hombre de acero parece como si el arte de Jim Lee cobrara vida en la pantalla, hay demasiadas tomas de poses que aluden a dibujos clásicos de Lee que me encantaron (y el mejor efecto especial de Heat Vision hasta la fecha, hands down). Igual para el Batman de Affleck, que parece el dibujo de Miller en carne y hueso. Pero Cavill imprime carisma y carácter en ambos, Kal-El y Kent, ausentes en el pasante del coleto 'Superman Returns'. Sin embargo, me incomoda el tono indiferente de anti-héroe que Snyder coloca en Superman, ¿era necesario que tanto él como Batman maten sin justificación? Buej… El soundtrack de Hans Zimmer, aunque sacude a momentos con sus acordes de Bach en estruendo, raya en lo repetitivo reciclando de sus trabajos anteriores.
Gal Gadot me gustó como Wonder Woman (subrayen me gustó), pero sólo en apariencia puesto que, como dije, su aporte deja de ser de lejos un vulgar cameo. El resto del reparto comprenden el viejo casting de The Man of Steel que más que nada sirvieron de soporte dramático necesario: Laurence Fishburne, Diane Lane, Amy Adams y hasta un cameo de Kevin Costner. Dejando sólo a un extraño Jeremy Irons como Alfred dentro del aporte estelar en este cuasi-reboot de Batman para el cine. Como película, Batman vs. Superman: Dawn of Justice es pobremente argumentada en comics referenciales, una oportunidad desperdiciada, un pobre intento de arrancar el nuevo rumbo de DC en el cine.** Como homenaje a esos comics, y a ilustraciones referenciales de artistas de la talla de Jim Lee, George Perez y Ed McGuinness, es una delicia aunada al arte cinematográfico y directoral de Snyder con impecable edición y efectos transparentes. ¿Ven? La amé y la odié, otro día más para mi con DC. Business as usual. Nada nuevo.
Se puede ver como la cartelera rural de la semana.
Film: Pasta (★★★☆☆)
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Bart
[*] No les quiero arruinar el climático final y lo bueno que para mi fue ignorar los trailers.
[**] Rumbo que tiene a dos Justice League, un reboot de Green Lantern, el origen de Wonder Woman, Aquaman y The Flash para los próximos cuatro años.