Do not follow this Shepherd
Creo que ya es más que obvio que los JRPG han vuelto con toda la gloria que disfrutaron en los tiempos del PS1 y PS2. En tres cortos años, los fanáticos del género como yo pasamos de no tener casi nada que jugar en él a decidir a cuáles dedicarle las 50-80 horas que cada uno de estos normalmente requiere. Los hay de todo tipo, desde los gigantes AAA como Bloodborne hasta los pequeños de nicho como Neptunia y entre ellos siempre están presentes franquicias establecidas como Final Fantasy y Tales, que aprovechan la oportunidad para debutar en las nuevas consolas y mantenerse como los líderes del género.
De esa manera llega Tales of Zestiria, el primer juego de la franquicia disponible para el PlayStation 4, en un momento en el que los RPG de Bandai-Namco llegan de a montones a diferencia de la época del PS2 cuando había que rogar por que los localizaran y terminamos perdiéndonos muchos de los mejores de la franquicia. Tales of Zestiria debuta con la posibilidad de aprovechar el poder del PS4, lo que lógicamente nos haría pensar que el juego sería muy superior a las entregas anteriores. Sin embargo, no todo salió bien con este JRPG que a pesar de no ser un mal videojuego, intentó reinventar muchas mecánicas establecidas de Tales sin mucho éxito, además de tener un port de PS4 que no aprovechó la capacidad de la consola y es una copia al carbón de la versión de PS3.
Tales of Zestiria nos cuenta la historia de Sorey, un joven guerrero que vive en una aldea llena de seres mágicos llamados Seraphim que le dan poderes físicos y percepción superiores a un humano convencional. Él y su mejor amigo Mikleo son muy aficionados a explorar las ruinas de las civilizaciones antiguas de su mundo para estudiarlas y aprender más del pasado. En una exploración en particular, Sorey y Mikleo conocen a la princesa Alisha, quien se encontraba en la misma ruina estudiando el fenómeno de la “malevolencia” que cubre al mundo fuera de la aldea del protagonista en una Era de caos.
Luego de ciertos eventos, Sorey obtiene los poderes del “Shepherd” (pastor). Un héroe que ha aparecido en varios puntos importantes de la historia con la misión de eliminar la malevolencia del mundo, derrotar la “Lord of Calamity” y encaminar tanto a los humanos como a los Seraphim en una era de paz y harmonía. Es una historia típica de héroes y villanos de anime que a decir verdad, me pareció muy genérica y débil en comparación las de Tales of Vesperia, Xillia, Symphonia y Abyss.
El juego se ve bastante bien gráficamente en mi opinión, pero el diseño de los personajes y locaciones sufre un poco de ser genérico. Los NPC aun parecen de un RPG de PS2 y los personajes importantes no tienen características ni en diseño ni en personalidad que los hagan resaltar. Tales of Zestiria no tiene a un Jade, una Pascal o una Rita que le de vida al grupo que manejamos. El protagonista es muy “huevo sin sal” como decimos aquí y realmente falla en crear una conexión con el jugador. No estoy diciendo que los protagonistas de Tales siempre hayan sido excelentes, pero Sorey es en definitiva el peor que he conocido en la franquicia cuando lo comparo con Lloyd, Yuri o Milla. Fuera de los pueblos, el juego tiene locaciones muy grandes y hermosas que visitar, incluso en un principio pensé que podía ser open-world debido a los grandes que son las áreas, pero es más algo similar al primer Xenoblade Chronicles, en el que el juego tiene una estructura lineal conectada por áreas increíblemente grandes.
Lamentablemente, el rendimiento del juego en el PS4 es muy pobre a pesar de los bonitos gráficos. El máximo de framerate que logra fuera de batalla son 30fps y dentro de las mismas le cuesta muchísimo mantenerlo, a veces incluso cae a números de un dígito. Mientras exploramos, es fácil darse cuenta que los enemigos que vemos a distancia sacrifican frames de sus animaciones para evitar el “pop-in” pero aquí fue peor el remedio que la enfermedad porque el efecto se ve realmente mal. En cuanto a sonido, el soundtrack (nuevamente de Motoi Sakuraba y Go Shiina) es bastante genérico, con tonadas que se nota que intentan imitar a las canciones icónicas de los Tales clásicos sin llegar a tener ninguna realmente buena. El doblaje en japonés, que está disponible en nuestra versión del juego, es bueno en su mayoría, pero como siempre las voces en inglés se sienten forzadas y le quita personalidad a los personajes que de por tienen muy poca.
El sistema de batalla en Tales of Zestiria es también el peor que he jugado en la franquicia. Sigue siendo un action RPG con un grupo de cuatro personajes; tres de ellos manejados por el AI (si estás jugando solo). El problema es que en esta ocasión, los desarrolladores intentaron que la transición entre exploración y batallas fuera más fluida, lo que significa que las batallas ocurren en el lugar exacto en el que Sorey tocó al enemigo. Esto en teoría suena como algo bueno pero el problema es que cuando ocurre en lugares pequeños, como pasillos o en el medio de una puerta, la cámara se vuelve un completo desastre al punto de ser imposible de manejar o saber lo que está pasando.
Otro gravísimo problema que tiene el sistema de batalla en Zestiria es que el grupo que manejamos está conformado por humanos como Sorey y Seraphim como Mikleo que tienen que estar conectados unos a otros para que haya cuatro personajes en batalla. Esto obliga a que el party siempre esté conformado por Sorey y una chica llamada Rose junto a dos de los cuatro Seraphim disponibles. Lo que limita muchísimo la manera en la que el party está conformado porque no permite que usemos a cualquier combinación de personajes. De la misma manera, cada uno de ellos se siente sumamente limitado en su estilo de combate. Los cuatro Seraphim son prácticamente el mismo personaje, con ataques cuerpo a cuerpo débiles, magias potentes y capacidades curativas. La única diferencia es el elemento que cada uno maneja; Mikleo es agua, Lailah es fuego, etc.
Ninguno tiene algo único o da la libertad de ser utilizado de maneras inteligentes dependiendo de la situación como pasó en Tales of Xillia, que cada personaje podía cumplir muchos roles dependiendo de lo que estuviera pasando en batalla y actuar acorde a la situación, como la fusión de armas de Alvin o el uso del peluche de Elize. Para poder tolerar el sistema de batalla, me pasé prácticamente todo el juego usando a Lailah porque sus magias de fuego fueron lo más similar que conseguí a la manera en que jugué a Rita en Tales of Vesperia o a Jade en Tales of the Abyss. A eso le sumo que Sorey es un absoluto desastre en batalla porque por alguna razón, tarda medio segundo en atacar después que presiono algún botón, lo que significa que en muchísimas ocasiones es difícil reaccionar a tiempo y el pobre protagonista es interrumpido cuando está luchando contra un enemigo fuerte o está rodeado por un grupo numeroso.
Tales of Zestiria hace debutar un par de mecánicas que espero nunca mas regresen. La primera es el “Armatize” en la que uno de los humanos se fusiona con el Seraphim al que esté conectado para volverse más poderoso por un tiempo limitado y obtener movimientos nuevos en batalla. Es una mecánica útil en ciertos bosses pero en muchísimas ocasiones me pareció algo inútil porque cuando los dos humanos están fusionados, el party se reduce a dos personajes en vez de cuatro lo que a mi parecer, limitó las opciones más que expandirlas. Lo segundo es un sistema de equipment demasiado complicado de entender que obliga a recolectar muchas versiones del mismo ítem para fusionarlas, mejorar los stats y obtener habilidades extra. El sistema puede que sirva, si logras entenderlo y dedicarle tiempo pero a decir verdad me pareció que incluso en la dificultad “Moderate” el sistema se siente algo inútil.
Fuera de las batallas y la historia principal. Tales of Zestiria ofrece muchos sidequests y dungeons opcionales que explorar. Esto si me pareció algo muy positivo porque permite sacarle más provecho al juego, da opciones para subir de nivel evitando el “grinding” y, en caso que te guste, permite conseguir muchos ítems para fusionar en el desastroso sistema de equipamiento. Pero esto en definitiva no ayudó a un juego que a mi parecer, es de los peores Tales que he jugado, y créanme que he jugado prácticamente todos los lanzamientos de la franquicia en occidente.
Tales of Zestiria, aunque no es un mal juego como tal, termina siendo un JRPG muy decepcionante que intentó reinventar la franquicia de manera fallida y no logró aprovechar la capacidad ni del PlayStation 4 ni de las PC poderosas que pueden tenerlo vía Steam. Los personajes, trama y música son sumamente genéricos y aburridos. Además, las nuevas mecánicas fueron inútiles y demasiado complicadas de entender. Por lo momentos, recomiendo que los fanáticos de la franquicia se queden con los títulos de last-gen porque son muy superiores y si quieres un buen RPG japonés para el PS4, es preferible irse por Final Fantasy XIV, Type-0 o Bloodborne.
¿60$?: Mejor esperar que cueste 20 o menos.
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PS4: 2015. 1-Disco (Blu-ray). Zona 1. Video HD: 1080p. Sonido: Dolby Digital, Jugadores: 1-4 (Online: N/A); Disco Duro: 13GB, Dual-Shock 4 Compatible, ESRB Rating: T
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Mike