Master the Art of Milking
Assassin's Creed, la franquicia que una vez me sorprendió en su debut de 2007, pasó, como casi toda la industria, a lanzamientos anuales con muy poco contenido fresco sobre su base original. Llegando al descaro de sacar juegos incompletos, rotos y de dudoso valor genérico, donde siquiera los 60$ son suficientes para satisfacer la avaricia de Ubisoft, publicista cuya única innovación reciente ha sido el raspar la olla con DLCs, seasons pass y microtransactions.
Hablando de "raspar la olla", aquí entra Assassin's Creed Rogue –con interesantes resultados– siendo un título de relleno para complacer a la base de usuarios de last-gen sacarle más plata a la franquicia ya que el mediocre Assassin's Creed Unity sólo salió para current-gen, mercado que aún no hace quorum significativo en las ventas (lo único importante para los grandes publicistas). Por tal motivo, 2014 sería el año que Ubisoft no tuvo uno, sino dos Assassin's Creed para consolas de mesa alcanzando un nuevo nivel de desfachatez que ni EA en su peor momento. Patético. Sin embargo, para sorpresa de muchos, Rogue tuvo bastante respeto entre la crítica y el agrado en la comunidad gamer, lo opuesto al escandaloso bochorno que resultó ser Unity, el Assassin's Creed 'abanderado' para debutar en las consolas nuevas.
Por todo lo anterior –y Watch_Dogs– Ubisoft se ganó el desprecio popular hasta hoy, demostrando todo lo peor que un publicista puede hacer para volarse el pie con la escopeta. Sólo el gamergate fue más deplorable. Si apostaron a que ningún publicista podría caer a un nivel más bajo, rodaron en la taquilla porque nadie se imaginaba algo peor que lo ocurrido este año, ese se disparó en ambos pies. FucKonami anyone?
Tema: Si bien Assassin's Creed Rogue se basa en el diseño y modelo de Assassin's Creed IV: Black Flag, éste trae un giro inesperado que refresca la monotonía temática de la pugna milenaria entre el Credo de los Asesinos contra los Templarios. No se asusten, tampoco es que en Rogue decidieron cambiar el motif tradicional por uno como Coke vs. Pepsi. El duelo entre los Asesinos y los Templarios permanece igual que siempre, sólo que esta vez lo vives desde la perspectiva contraria: la del enemigo, los Templarios, a quienes persigues sin piedad desde el primer juego, capítulo tras capítulo. Ahora eres Shay Patrick Cormac, un asesino en el credo de la América pre-independentista que se ve forzado a traicionar a su cofradía al ver que sus objetivos eran poco menos que nobles. El escenario es el mismo del bodrio de Assassin's Creed III, la costa este de Norteamérica, años después de los eventos de Black Flag que reúne a personajes clave de ese juego –y ACIII– para desembocar en la génesis de los eventos de Unity. Buen empalme.
Shay, de origen irlandés (por su acento marcado), es un nuevo recluta en el campamento de Connor Kenway, sede de la hermandad, siguiendo los pasos del credo al pie de la letra sin cuestionar… mucho. Shay aprende las motivaciones de sus viejos hermanos y comprende que los Templarios no parecen ser todo lo que le dijeron. Interesante óptica donde se deshacen los logros de Black Flag ahora que te toca perseguir a tus ex-hermanos y detener sus planes de dominación mediante la búsqueda de las Piezas del Eden, sí, el ocultismo siempre reina en la serie. En especial que saltas la talanquera a los Templarios, cuya rama local es liderada por Haytham Kenway, sí, el padre de Connor e hijo de Edward, protagonistas de ACIII y ACIV respectivamente. Los eventos corren paralelamente a los hechos de ACIII, con personajes de Black Flag envejecidos, ahora enemigos por el cambio de lealtades. Todo parece indicar que la rama de los Asesinos de la América del Norte debe ser erradicada por el bien de la humanidad. Hay otra sub trama paralela en Abstergo –en el presente– tal cual ACIV en primera persona, sólo que aquí sí copiaron el mapa tan descaradamente que hay un diálogo dentro del juego lo saca a relucir.
Diseño/Jugabilidad: Assassin's Creed Rogue toma los planos de diseño de Black Flag casi al carbón, pudiendo parecer a primer vista como un simple copia-pega para matar y correr a cobrar el cheque. No así, Rogue posee suficientes elementos propios y ajenos para darse su personalidad propia aunque no lo suficiente para romper el título de apéndice que ostenta a la sombra de Black Flag. Consideren a Rogue un über DLC de Black Flag con variantes para mantener la experiencia fresca y el interés vivo. Lo mejor quizás es que Rogue es un popurrí de las mejores mecánicas de todos los Ass-Creed –con algunas nuevas– que le da suficiente personalidad para ser un título propio. El diseño de mundo abierto a base de navegación y combate naval es el mismo de Black Flag, con el juego parkour/combate de los últimos de la serie intacto en nomenclatura. Refiéranse a la reseña de Black Flag para detalles y no repetirnos. Sepan que Rogue condimenta con nuevas mecánicas y trae otras de viejos títulos para diversificar la experiencia.
En el combate naval tienes ahora un entorno ártico que complica el combate con icebergs y cuerpos de agua congelados que interactúan como peligrosos escenarios destructibles. El Morrigan, el barco de Shay, es idéntico al Jackdaw de Black Flag, incluyendo todas sus opciones de mejoramiento progresivo, sistema económico y mini-juegos de flota naval turn-based. El sistema económico y mercantil, a base de botines y cacería, también persiste, sólo que en lugar de un pueblo centralizado como siempre, compras propiedades en distintos puntos del mapa que trabajan para ti engrosando las arcas. El mapa es enorme, mucho más grande que Black Flag y no lo digo con atrevimiento. No copiaron el mapa caribeño de Black Flag, sino que trazaron tres nuevos mapas enormes, cada uno tan grande como los de ACIV, pero hacia el norte del Atlántico. Retoman los poblados de Davenport y New York de ACIII, pero renovados con mejor aproximación de juego abierto que en aquel coleto donde todo estaba guionizado sin el componente orgánico sandbox.
Lo mejor de Assassin's Creed Rogue es su impresionante variedad de localidades, muchas de las cuales varían según la época del año y latitud por la nieve y el clima helado. Nadar como en Black Flag no es posible en aguas heladas, dejando poco tiempo antes que la hipotermia te ataque. Nuevas localidades de barcos encallados reemplazan los sumergidos para apoyarse más en la mecánica de parkour/platforming, la más pulida hasta la fecha. Como eres templario, tu gameplay sufre de cambios lógicos y bien interesantes, lástima que no fue así para el combate, que es indistinguible de cualquier asesino con daga oculta (pudieron haber ideado mecánicas nuevas para Templarios). Me refiero a que eres perseguido por Asesinos que te pueden matar sorpresivamente y desde posiciones furtivas, muy bien. Por lo tanto debes estar alerta si te atacan de arriba o de un pajar como solías hacerlo antes de rutina. Igual pasa con la toma de fortalezas y campamentos de Asesinos, enfrentarte al asesino líder tiene su dificultad como si fuera un Boss.
El combate sigue siendo el simplificado à la Arkham Asylum reciente que lamento bastante. Al menos introduce un lanza granadas y un rifle de aire para mantener el juego stealth a raya. Pero poco hace para arreglar el A.I. que se puede "resetear" con sólo esconderte luego que te descubren, à la Metal Gear Solid. Deberían permanecer alertas buscándote, pero buej… Muchos objetos coleccionables incrementan las motivaciones para explorar las ricas localidades que tienen mucha verticalidad como variedad que rompe la rutina de simplemente saquear islas. Al igual que Black Flag, las misiones alternas tienen propósito y sentido que motivan, así como que al fin tenemos un Assassin's Creed que elimina esas odiosas misiones de espiar a un NPC en movimiento que se reinician con un game over forzado si te descubren por no seguir la ruta pre-determinada.
Presentación: Exactamente igual que Black Flag en el PS3, pero con una sorpresa inesperada: ¡nunca falla el framerate! da 30fps sólidos como si fuera Black Flag en el PS4. Eso demuestra y evidencia que TODOS los Assassin's Creed anteriores para el PS3 fueron publicados con un pobre control de calidad, porque sufrían de toda clase de problemas técnicos, con distinto grado de tolerancia que iban desde lo jugable hasta lo inaceptable (¡cof! Assassin's Creed III ¡cof! Unity ¡cof!). Demuestra también que no hay limitaciones en el hardware del PS3 para esta franquicia, ya que Rogue es más grande y complejo, sin embargo es técnicamente perfecto sin bugs, constantes caídas de framerate, texture/polygon/shadow popping, polygon clipping y screen tearing. Rogue es el único Ass-Creed que se desempeña como debe ser sin dejar de verse tan hermoso como Black Flag en el PS4 (motor gráfico nuevo aparte, Unity no puede decir lo mismo en el PS4). Fuck You Ubisoft! por usarnos de beta testers desde 2007 con seis juegos inconsistentes en desempeño técnico hasta que al fin nos das un Ass-Creed que realmente funciona (en el PS3 porque Black Flag no cuenta siendo del PS4). ¿Mas vale tarde que nunca Ubifuck?
Este es el juego que la porquería de Assassin's Creed III debió ser, libre y abierto en gameplay, coherente en la narrativa y técnicamente pulido en desempeño. Puedo decir sin reservas que Unity no entró en mi PS4, pero Assassin's Creed Rogue, con su modesto alcance, lo hará a mi colección. Mi último last-gen no-backlog.
¿60$?: Caro para ser un "DLC en disco". Pero no si esperas a que caiga en la sección de remates, como hice yo.
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PS3: 2014. 1-Disco (Blu-ray). Zona ALL. Video: 720p. Sonido: Dolby Digital & DTS 5.1, Jugadores: 1 (Online: N/A); Disco Duro: 6GB, DualShock 3 compatible. ESRB Rating: M
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Bart