…in a Galaxy far far away
Comparto una gran afinidad hacia la ciencia ficción y la astronomía con tal devoción que a veces cuesta hacer un balance entre las dos cuando se trata de aceptar lo real y separar la fantasía. Leyendo literatura académica dirigida al entusiasta amateur, combinado con obras de ficción de Asimov, Clarke, Dick (además de numerosos comics), uno expande los limitados conocimientos de la astronomía con mente abierta a pesar de no adoptar esta disciplina como profesión. Libros de Fred Hoyle y Carl Sagan* nos dieron la mano para entrar por la difícil puerta que introduce al entusiasta a los fundamentos del Universo, y hoy gracias al Internet existe un mundo de información digerible que continúa nutriendo esta insaciable curiosidad. Por tal razón es raro cuando un film de tono "espacial" se distancia lo más posible de la ficción inverosímil, para ejercitar el intelecto y no simplemente entretener con la acción tradicional que exige suspender la realidad con ignorancia indiferente.
El año pasado apareció Gravity para traer una excepción a la norma fantasiosa dentro del cine de temática espacial. 'Gravity' sedujo a audiencias por su alto sentido científico apegado a la realidad, sólo que sin sustancia argumental –en drama e intelecto– para limitarse al convencimiento por vía sensorial. Hoy lo hace Interstellar, el film más reciente de Christopher Nolan (The Dark Knight Rises, Inception, The Prestige) quien acostumbra a darle a sus cintas un corte intelectual fuerte en drama y argumentos que desafían nuestro entendimiento para poner a trabajar el cerebro; incluso si se trata de personajes de comics y otras fantasías descabelladas que se salen de los límites lógicos de la mente humana: los sueños (Inception), la magia (The Prestige), la mente (Memento) y claro, hasta nuestras fantasías de imaginarios infantiles (Batman).
La intelectualidad detrás del guión de Interstellar, escrito como siempre a dos manos por Nolan y su hermano Jonathan, excede su ambicioso alcance por la enorme profundidad inherente detrás de la ciencia del cosmos que aún intentamos comprender desde sus orígenes. Esto no es una crítica negativa porque sería como desacreditar a los teóricos físicos por no probar –hasta ahora– ninguna de las teorías pendientes que intenta explicar la mecánica de todo. Apenas acaban de probar la existencia de la partícula más reciente (Higgs Boson anyone?). Pero Interstellar se sostiene con firmeza en sus planteamientos gracias a que está construida sobre una base científica probada, y apenas se sale de lo explicable para hacernos correr con la ilusión de lo que llamo 'ciencia ficción plausible' en menor proporción a lo acostumbrado en estas cintas.
Esto gracias a que fue planeada y supervisada desde la producción ejecutiva por un gran astrofísico-teórico de renombre, Kip Thorne. Ver su nombre en los créditos resultó una gran sorpresa tan agradable como ver a un actor favorito inesperado (mucho se habla hoy de Neil deGrasse Tyson en los medios célebres, y a pesar que tengo gran respeto por este simpático físico muy mediatizado, Thorne está a otro nivel de 'Tipo Serio' donde se encuentran Hawking y mi ídolo inmortal Carl Sagan).
Interstellar es épica, pesada y fuerte en concepto argumental que advertimos no es la película que esperan ver si buscan un entretenimiento en la onda Sci-Fi de Star Trek, menos aún una joda como la reciente Guardians of the Galaxy. Interstellar es el primer film serio de Sci-Fi teórico creíble desde 2001: A Space Odyssey y lo digo con gran satisfacción luego de pasar sendos chascos durante décadas que agrupa al menos media docena de decepciones.** Así que espero comprendan que se trata de un film de Nolan y su estilo nos ha acostumbrado a otro nivel de cinematografía que deja bastante para pensar. Si están familiarizados con su trabajo, aún así Interstellar les puede resultar difícil de asimilar, algo comprensible ya que este tipo de film no siempre cuadra con el mainstream y queda para el culto en la posteridad (2001 de Kubrick tardó décadas en digerirse dentro del colectivo mental y artístico). Además advierto que sería bueno que tengan un entendimiento somero de astronomía y las mecánicas básicas de cómo se define el cosmos en teoría, ya que se manejan términos clave para la comprensión de la trama como Event Horizon, Gravitational Singularity, Quantum Field y Spacetime Relativity, donde apenas la última está completamente probada científicamente (Einstein anyone?).
En sinopsis breve, que debo por obligación sin caer en detalles que arruinen su derecho a la sorpresa, Interstellar se desarrolla en un futuro bastante cercano donde La Tierra anuncia el fin de su capacidad para sostener la vida en general. La especie humana sobrevive con lo elemental volviendo a las raíces de la agricultura dejando a un lado otras suntuosidades que hoy le damos prioridad. Clandestinamente la NASA aún opera con esperanzas de un grupo de científicos para dar con la salida –literal– del problema. Con el Universo como la puerta única hacia la salvación material como especie.
Aquí no se toma el concepto teológico existencial metafísico como alternativa evolutiva (como en 2001). Décadas en intentos explorando planetas probables para migrar a otros sistemas, llevan por coincidencia a un piloto espacial (Matthew McConaughey) a liderar un equipo hacia un destino prometedor luego de años de retiro como granjero. Es todo, lo demás se los dejo para asimilar y analizar en el cine. Cuando pongo la palabra coincidencia en cursivas es porque a credo personal no creo en lo accidental y lo fortuito, como prueba, salí de la función conversando de física teórica con Mike y me topé con… espérenlo… mi profesor de física de bachillerato a quien no veía en 25 años. Sigan creyendo en el azar.
La manera como Nolan dirige y dibuja este planteamiento sideral es brillante, dividiendo el ritmo en tres actos desnivelados en velocidad e intensidad. Casi la mitad transcurre –sin muchas explicaciones– con mucha lentitud para introducir a los personajes dentro de su situación, con foco específico en el protagonista. Los dos actos siguientes van creciendo en tensión. Se genera mucha incertidumbre y presión por obtener respuestas al argumento, que resalta la habilidad de Nolan para jugar con nuestra paciencia y capacidad de predecir su guión excepcional. Aquí se aprovecha de emplear las teorías de la relatividad del tiempo y espacio (una sola entidad para que sepan) al crear una secuencia no lineal a pesar que está narrada consecutivamente en orden cronológico. Paradógico pero inteligente. Interstellar juega con nuestra limitada capacidad de comprender lo que nuestros sentidos perciben dentro de la noción terrestre del tiempo en la tercera dimensión. Respetando los confines de la física probada, sólo para atreverse en los momentos culminantes a distorsionarla con ciencia ficción plausible encendiendo las emociones. No se extrañen si los deja confundidos a primera impresión. Algo que se acepta por la naturaleza desconocida de los elementos con los que juega con razonable libertad: los agujeros negros, wormholes y teorías cuánticas apenas demostradas matemáticamente.
En un tono opuesto a lo culturalmente acostumbrado en este género, Interstellar tiene personajes secundarios de inteligencia artificial que no constituyen obstáculo ni amenaza, más bien lo opuesto, incluyendo personalidad jocosa sin caer en mascotas de comic relief a lo R2-D2. Sin embargo el homenaje a 2001 se hace permeable por todos lados, no sólo en el caso de los A.I. (que parecen "monolitos negros"), sino en prácticamente todo sugiere una Oda a 2001: el hermoso arte cósmico, estructura, planos, tomas abiertas y las naves siderales. Hasta en el orgásmico soundtrack de Hans Zimmer, que aturde cual presión gravitacional con incidencias puntuales de órgano de cámara en toccata ligera y con pasajes intensos de fuga. Por supuesto que el film tiene hoyos y defectos que no afectan en mayor medida su calidad. Pero hubiera sido bueno si explican algunos detalles que chocan (¿los cortes de cabello inmutables luego de años en un viaje a Saturno? ¿De dónde saca NASA recursos para tan complejo proyecto si la humanidad sufre una austeridad extrema? por sacar unos sin entrar en revelaciones importantes).
No hay que dudar en las actuaciones con un elenco tan compacto que tiene a McConaughey (Mud, Dallas Buyers Club, The Wolf of Wall Street) quien está metido en los papeles gracias a un acertado cambio en su carrera. Aquí vuelve a demostrarlo con un apego sentimental Tarkovskiano (Solaris). Lo rodean varias figuras excelentes 'lista A' en esta obra que cuenta con el actor fetiche de Nolan, Michael Caine (Children of Men, Inception, Batman Begins) en un rol lleno de conflictos entre lo paternal y lo científico. Le opone Anne Hathaway (The Dark Knight Rises, Les Misérables, Brokeback Mountain) en igual situación de conflicto personal entre el deber y las emociones, demostrando lo difícil que es para los seres humanos rendir objetivamente en misiones críticas y longevas de alto riesgo. En otro plano paralelo aparecen Jessica Chastain (Zero Dark Thirty, The Tree of Life) y Casey Affleck (Gone Baby Gone, The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford) balanceando la ecuación dramática desde el lado terrestre. Aparte, otras figuras aportan sin ejercer mucho peso, Matt Damon, John Lithgow, Ellen Burstyn, William Devane, Topher Grace y Wes Bentley rellenando el reparto secundario.
Interstellar es una hermosa película de ciencia plausible, inteligente, densa, cargada de emociones y tensiones mentales que evoca a pensar y estudiar en repetidas vistas. No es un film de entretenimiento trivial ni para todo público, pero si eres atraído por la astronomía y lo fascinante del cosmos, además de la ciencia ficción en todas sus representaciones, entonces Interstellar es segura en tu agenda de cine y la recomendación como la cartelera rural de la semana hoy en su estreno comercial.
Film: Willy McKay (★★★★★)
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Bart
[*] Una curiosidad que hicieron de Hoyle y Sagan atractivos para los entusiastas amateurs de astronomía es que, además de reconocidos astrónomos y autores de varios libros respetados en la materia, ambos son escritores de obras de ciencia ficción. Además, los dos astrofísicos fueron muy controversiales dentro de la comunidad científica, Hoyle por ser firme opositor a la teoría universalmente aceptada del Big Bang y Sagan por su fe –razonable– en la vida extraterrestre. Sagan es el favorito de muchos por su elemental introducción de la astronomía a las masas con su hermoso libro 'COSMOS', que luego llevó a una serie educativa de televisión (hoy refrita por deGrasse Tyson). La obra "Contact" de Sagan fue su última de ficción y adaptada al cine por Robert Zemeckis en 1997 (donde también sale McConaughey ¿coincidencia? ja ja ja), año después de su muerte.
[**] Prometheus, Event Horizon, Solaris (remake), entre las más recientes que tocan un tono serio.
P.D. Gracias a José Pisano y Blancica como siempre por extendernos invitación a la función de prensa.