¡Al PlayStation 4 le sacamos la boleta!
Se cumple el primer año del cuarto PlayStation en ésta, la octava generación de consolas de videojuegos, y le sacamos la boleta a Sony para ver cómo le fue en su year one. No es secreto para nadie que el PlayStation 3 tuvo un inicio especta-anal, tan terrible que muchos lo borraron de la lista durante los inicios de la temporada pasada. Fue un desastre comercial empujado por un mercadeo pomposo que no poseía respaldo en servicio ni en juegos, peor si tomamos en cuenta que su costo era prohibitivo para un PC, siquiera para una consola: "five hundred and ninty-nine dollars!" [silencio en el E3]. De hecho fue tan cara que es la única consola que en lo personal no obtuve 'día uno' (esperé un año de hecho). No había juegos, los pocos fueron mediocres, el servicio de PSN daba lástima aún siendo gratis y, para males peores, los desarrolladores le dieron la espalda a SCE porque la arquitectura alienígena del CPU del PS3 los obligaba a volver a primer grado. Paralelamente la competencia navegaba los mares de queso haciendo orgías à la Caligula con record de ventas acaparando mercado. El Wii de Nintendo no tuvo rival, punto. Y el XBOX 360 dominaba el segmento hard-core con un año de amplia ventaja, haciendo totalmente lo opuesto a su engreído competidor japonés (que se confió de su éxito con el PS2): buenos juegos, fácil desarrollo, excelente servicio online y a costo accesible.
Es increíble que al cierre de la temporada pasada el PS3 logró remontar la enorme desventaja, corrigiendo todos los errores que casi le costó la generación pasada para ganarle a su rival americano. Pero fue un camino engorroso. La pregunta es ¿Sony aprendió algo de aquella experiencia para el nuevo período actual? La respuesta es un rotundo sí y no hay quien ponga en duda que el PS4 es la consola del momento que, de continuar así, se encaminan a dominar esta generación repitiendo la hazaña del PS2 con potencial de destronarla. El PS4 es la consola más vendida de todos los tiempos a esta fecha –14 millones de unidades vendidas según el reporte de Octubre de NPD– y el nivel de aceptación entre jugadores y desarrolladores ha sido unánime en consenso. Un negativo a lo que fue el PS3, por el contrario el PS4 ha sido amistoso a los desarrolladores, con el respaldo de un potencial arsenal de exclusivos de la casa y todo a un precio bajo, algo poco usual para un equipo de entrada. ¡Ah y con un mejor control! Sin embargo no todo ha sido color de rosa en el paraíso y debemos señalar una serie de tropiezos, que si bien no entorpecen su senda exitosa, afecta su desempeño en esta evaluación que le hacemos al cumplir su primer año.
Sin pretensiones de mercadeo sobre sus capacidades técnicas como hizo el PS3, el PS4 demostró con humildad ser el equipo más poderoso de la actual generación y no hay lugar para dudas en este aspecto. Su desempeño técnico sobresale en hombros ante su competidor eliminando cualquier paridad en juegos multiplataforma. Desafortunadamente de esto se ha valido el PS4, de juegos multiplataforma, porque en cuanto a exclusivos aún queda por comenzar a demostrar una librería que inmute. Sus primeras muestras han sido poco menos que decentes donde ninguna se posiciona como candidato a lo mejor del año, un lástima. Como lástima es el hecho que su título más destacable haya sido un refrito del PS3, The Last of Us, dejando en bochorno a quienes debieron levantar la plataforma en su primer año. Knack, Killzone Shadow Fall, inFAMOUS: Second Son y Driveclub hicieron poco o nada para demostrar que son más que meros demos de las capacidades gráficas –indudables– de la consola, pero sendos Meh en materia de convertirse en títulos clásicos. Si tomamos en cuenta el desastre técnico y logístico que ha sido Driveclub como exclusivo, entenderán por qué es alarmante que no haya un título emblemático en el PS4 para su primer año. Lamentable si tomamos en cuenta que [Driveclub] fue inicialmente parte del "launch line-up", retrasado por un año completo para después poner la cagada total. Sólo RESOGUN es la excepción entre los exclusivos, excelente, pero fue un indie gratuito.
Siquiera alianzas con terceros pudo ayudar a engordar el catálogo o su atractivo. Destiny, sin ser un juego malo, fracasó en llenar las expectativas para un desarrollador que arrastra pedigree y se mercadeó casi como un exclusivo. Sin embargo el juego mantiene ventas record y las estadísticas de jugadores activos impresiona. En resumen, un 2014 lleno de remasters –propios y multiplataforma– que hicieron lo que los dichosos títulos "Next-Gen" no lograron: cautivar al jugador. El 2015 promete hacer lo que el 2014 no pudo ya que se contabilizan muchos títulos AAA first party de peso completo. Como positivo para balancear la puntuación, el PS4 debe mucho de su actual éxito a la cadena de excelentes juegos independientes, la mayoría de estos exclusivos. Lo certifico.
PlayStation Network tampoco es que se va liso, menos ahora que exige 50 morlacos anuales para disfrutar de todo su potencial; en especial el servicio de juego en línea, que fue arma de mercadeo en la generación pasada siendo gratuito. PSN ha sufrido varias caídas importantes, cuatro, las he contado, que sin llegar a la vergüenza de 28 días fuera del aire de hace tres años sigue siendo inaceptable. Casi que rememora los días del primer año del PS3, cuando la intermitencia de su mediocre e incompleto servicio obligó a muchos jugadores a migrar al XBOX por su estable y nutrido XBOX Live. Ahora que el PSN ha superado –en mi justa opinión– al XBLA por el abanico de funciones, servicios y regalos de calidad (PS+), resulta imperdonable a estas alturas todas esas fallas operativas de soporte. No obstante la respuesta de su directiva merece elogios por estar atentos, incluso desde arriba gracias a su Presidente, Shuhei Yoshida, quien ha servido de relaciones públicas no oficial en su cuenta personal de Twitter, eso es gerencia de corazón (este relevo viene apropiado ya que en Febrero renunció el carismático CEO de SCEA Jack Tretton).
Otros detalles hacen que este primer año brillante –en términos comerciales– no esté sin sus áreas opacas. Si bien el PS4 es superior técnicamente a su rival americano y ciertamente lo superará en librería de juegos de calidad, su soporte en funciones al sistema operativo ha sido poco menos que pasable. El PS4 mengua en funciones contra el sistema del PS3 donde aún se siente incompleto ante los avances mensuales que hace el XBOX One en materia de mejoras –mensuales– de software. No es suficiente con actualizaciones periódicas si éstas no aportan nada en valor, menos todavía si añaden fallas que impiden que los usuarios enciendan el equipo. Aquí Sony debe meter mano dura y cortar cabezas como Kim Jong-Il para poner la casa en orden.
A todas estas el PS4 tuvo un buen año de inicio si tan sólo lo comparamos con lo que fue el PS3, pero es que aún comparado con los rivales sigue sobresaliendo de todas maneras. No es que gana por ser "el menos peor", es que de verdad el equipo, el plan, la librería a largo plazo y las buenas decisiones de mercadeo lo han hecho merecedor de la grosera ventaja que goza como el líder mundial del mercado y de la comunidad gamer. Sólo tiene que ajustar en estas fallas desglosadas y demostrar exclusivos legendarios para cumplir los pronósticos positivos que se tejen sobre su futuro. También quedan cartas por jugar como revivir el Move, introducir su VR (Project Morpheus) y definir el futuro del PS Now que sigue en Beta con un pésimo sistema de precios. No eximió pero pasó con buena nota.
Puntaje: McKay (★★★★☆)
___________
Bart