Captain's Orders
La temporada de films de comics comienza con muy buen pie y sólidas bases –haciendo lo opuesto al año pasado– proyectando con buen augurio el porvenir del género que promete bastante. De las cintas que ilustran las páginas de DC y Marvel para este 2014, Captain America: The Winter Soldier era a la que tenía menores expectativas en mi lista y la única que podría fallarme ante la selección de este año que incluye a The Amazing Spider-Man 2, X-Men: Days of Future Past, Transformers: Age of Extinction y Guardians of the Galaxy. Con muchísimo gusto les puedo adelantar que Captain America: The Winter Soldier contribuye con gran calidad al universo que Marvel ha tendido en su red de adaptaciones fílmicas que se intersectan en una línea de tiempo bastante compleja.
Siendo uno de mis favoritos de Marvel, me complace ver a una nutrida continuación de Captain America que expande la línea de tiempo de Steve Rogers con buen desarrollo desde Captain America: The First Avenger, pasando por The Avengers. Captain America: The Winter Soldier no es un relleno para darle cabida al superhéroe retro antes de la venidera The Avengers: Age of Ultron, al contrario, es un film que conjuga desarrollo e interacción de personajes dentro de un guión estable, inteligente y hasta astuto con apenas unos ligeros agujeros argumentales en relación a su conexión con el resto del universo Avengers. Respuestas que quizá rellene estos agujeros en la continuación del ensamble de los héroes más poderosos del planeta.
En breve, Captain America: The Winter Soldier tiene a Rogers en el presente, donde lo dejamos la última vez, a dos años de los sucesos de Nueva York donde debutaron los Avengers como defensores del planeta. Viviendo en Washington, como agente de S.H.I.E.L.D., Rogers se refugia en reclusión solitaria intentando adaptarse a la vida moderna donde ocasionalmente lidera misiones Black-Ops bajo las órdenes de Nick Fury; pero con la renuencia crítica ante la forma como se llevan a cabo estas operaciones grises en función de la "seguridad nacional". Acostumbrado a luchar abiertamente por la libertad, Rogers discute y condena la manera como las agencias de inteligencia del presente operan al margen de la ley, violando derechos internacionales para resguardar libertades domésticas. A todas estas hace pareja con Black Widow en una misión que despierta conspiraciones internas dentro de S.H.I.E.L.D. cuestionando lealtades y objetivos.
Aquí es donde el guión de Captain America: The Winter Soldier se vuelve astuto al denunciar políticamente la reciente debacle en torno a las prácticas de espionaje masivo del gobierno de los Estados Unidos y su dominio militar imperialista en nombre de la lucha preventiva contra el terrorismo, o lo que se opone a su modelo político-económico que es la misma vaina. Colocando en S.H.I.E.L.D. todo lo negativo que representa la pérdida de libertades en un mundo cada vez más vigilado y donde los espacios de privacidad se pierden con el avance de la sociedad de la información digitalmente interconectada. Captain America: The Winter Soldier, con mucho tacto, denuncia este escenario bajo la crítica representada en al anticuado, pero acertado, Capitán América.
La adaptación al comic es otra área donde quedé muy complacido al reunir orgánicamente –sin forzar circunstancias– a muchos elementos del universo particular de Capitán América que en cierta forma jugó en contra del guión. Me explico, a veces los acontecimientos, personajes y circunstancias aíslan al "Primer Vengador" en una burbuja a pesar que ya tenemos conocimiento que existen otros componentes de los Avengers y que deberían tener alguna participación... o al menos colaborar de alguna forma que simplemente ser nombrados. Ahora, al pretender aislar una crisis de la magnitud de Captain America: The Winter Soldier sin sugerir intervención aliada de Thor, Hulk o Iron Man resulta conveniente y artificial. Sin embargo el guión juega muy bien las cartas para mantener los elementos propios del universo de Capitán América muy personales que exigen su protagonismo como parte una deuda sentimental y con antecedentes que preceden por décadas al Dr. Banner, Tony Stark y el Asgardiano hijo de Odin.
En este sentido, Captain America: The Winter Soldier tiene muchos componentes propios del comic original al introducir personajes clásicos, casi todos villanos, sin saturar el ambiente y dando aire suficiente a cada uno con interacción natural. El título ya les sugiere que el villano "Winter Soldier" toma la batuta como el rival luego de su archienemigo Red Skull en la primera película. Ver a The Winter Soldier tan perfectamente representado en vivo fue todo un placer. Incluyendo todo el trasfondo de su identidad que no voy a revelar para no aguarles "la sorpresa" que en nada inmutará a los lectores del comic que ya saben muy bien de quién se trata. Lo cierto es que The Winter Soldier transmite temor y respeto dando gravedad y balance como un villano de peso para Capitán América.
Otros personajes –aliados y villanos– del universo del "Cap" aparecen y contribuyen con igual mérito como Falcon, Crossbones, Alexander Pierce y… una sorpresita que les reservo para los créditos.* Si añadimos que el ritmo, el suspenso y la acción bailan en armonía perfecta durante su justa longevidad, entonces completamos el cuadro de un buen film de acción que complace a espectadores casuales y comicólogos por igual. La acción es ¡excelente!, abunda con espectaculares efectos especiales a la altura y sin abusar. Ah, el traje moderno nuevo del Capitán es arrechísimo.
En actuaciones debo decir que hay un nivel alto que no esperaba, incluyendo diálogos que no escapan a veces de tener revelaciones narrativas obvias y predecibles muy propias de un videojuego. Sin embargo Chris Evans (Push, Fantastic 4) lleva al "Cap" a un nivel más emocional y personal aunado a su integridad y deber como soldado de la libertad que lo mantiene inquebrantable. Su calidad como actor no necesita más pruebas, aquí arroja drama, carisma y liderazgo con absoluto dominio sin entrar en "one liners" y comentarios punitivos. Mi amor tri-mardita mami rica de mi corazón (así le digo) Scarlett Johansson (The Other Boleyn Girl, The Prestige, Iron Man 2) tiene mayor participación con legítima presencia protagónica y no como la acompañante femenina de los Avengers que muchos ignorantes del comic apuntan. La rusa ex-KGB Natasha Romanoff explora mejor en esta cinta su pasado y sus convicciones arraigadas en su deseo de hacer lo correcto… y está más miamorrr que nunca. Samuel L. Jackson (Django Unchained, RoboCop, The Avengers) da a Fury un lado menos militar y obsesivo siendo un ingrediente activo del guión en lugar del padrino pasivo que da órdenes desde la tangente.
Robert Redford (Spy Game, All The President’s Men, The Sting) sorprende con su calidad dentro del género comic al llevar muy bien el rol de Pierce que ya sabrán sus motivos si conocen el comic, su papel de senador sin portar su característico traje militar del comic book engañará a algunos. Anthony Mackie (The Hurt Locker) como Falcon hace honores al introducir el personaje en los films de Marvel siendo el primer superhéroe de raza negra de Marvel Comics; si bien, algo forzado y sin suficientes antecedentes. Frank Grillo como Crossbones "narmal" pero interesante, y me reservo el actor de The Winter Soldier, de nuevo para no frustrar a los casuales que siguen a Capitán América desde el primer film, pero que jamás han abierto una edición de Marvel Comics.
Estrenó anoche y es la cartelera rural de la semana, véanla hoy.
Film: Willy McKay (★★★★★)
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Bart
[*] Hay dos escenas bono, una inter créditos y otra al final, pendientes mequetrefes.
P.D. Buen estreno comic para ayer que coincidió con el 75 aniversario de Batman.