What, no Aliens?
Vaya que se siente refrescante cuando arriba una buena cinta en un año cargado de ofertas decepcionantes. Más aún dentro del género comic/geek/sci-fi que nos corresponde cubrir en este colosal desperdicio de ancho de banda. Alfonso Cuarón, Director mexica de excelentes películas (Children of Men, Y Tu Mamá También), despierta nuestra admiración por el cuidado que pone en sus trabajos, y lo demuestra en el Sci-Real Gravity que recomendamos no dejar pasar por la oportunidad única de verla como él quiso.
Les explico, el film está formulado para verlo experimentarlo en pantalla grande, y contrario a mi repudio por esa tecnología, en 3D. Sí, no existe una función tradicional ya que Gravity necesita de este componente técnico para enfatizar la hermosa dirección y narrativa visual de absoluta inmersión sensorial. De hecho, el film se percibe con mayor intensidad si se pudiera experimentar en salas equipadas con proyección IMAX y sonido Dolby ATMOS, servicios que no están disponibles en estas latitudes, pero al menos podemos contar con pantallas medianas con proyección digital 3D y surround Dolby Digital como la segunda mejor opción. Verla de otra forma, en especial por la vía que muchos acostumbran –¡cof! piratería ¡cof!– sería un insulto al arte de esta obra por encima del sacrilegio que en sí supone el material ilegal (a.k.a. quemaíto chimbo).
Debo admitir que Gravity es una de esas contadas excepciones donde el uso del 3D es necesario. Su efecto, combinado con el arte cinematográfico de extraordinaria narrativa visual, me devuelve a la última vez que realmente disfruté de esta tecnología mal empleada por el cine comercial. Cuando les digo que Gravity depende de esta asistencia tecnológica es porque su dirección de arte y dirección de cámara fue diseñada con el 3D desde el comienzo. En consecuencia, el film sufre sin esta ayuda técnica debido a que su estructura predecible, guión mono-temático y simplicidad dramática no sostiene a la trama como una obra compleja –siquiera épica– hablando en términos dramáticos.
En lo visual es donde se traducen las intenciones artísticas del Director, gracias en parte a su extraordinario juego de cámara, edición impecable y fotografía realista que narra los acontecimientos sin el soporte de diálogos o sonidos; estos últimos de escasa aplicación. La intención es narrar con imágenes a manera muy íntima, en su mayoría de planos cerrados empleando perspectivas de primera persona, toda la tensión, el claustro y la desesperación de una misión espacial rutinaria de la NASA donde inesperadamente se le salen las ruedas a la carreta en plena órbita.
No esperen revelaciones y giros sorpresa que Gravity no pasa de ser un simple naufragio espacial; iniciando con una reparación del telescopio espacial Hubble que luego se va a la mierda por accidentes que suceden. Columbia anyone? Más no les puedo decir, no tanto por arruinarles la experiencia, cosa que nunca hacemos aquí, sino porque Gravity no tiene mucha sustancia en su guión plano y lineal. Que como dije es predecible, simple y sin aspiraciones épicas en extensión, acción o emoción. Pero Gravity es compacta y tan bien dirigida que robará tu atención de principio a fin.
No es ciencia ficción, afortunadamente, y es raro ver en estos tiempos una película del género espacial que no recurra a la fórmula de violar la leyes de la física en aras del entretenimiento. Gravity podría incluso complacer a Kubrick, donde encontrarán más de un leitmotif rindiendo homenaje al inmortal clásico 2001: A Space Odyssey. Manteniendo la verosimilitud a raya, Gravity merece repetidas vistas por tantos detalles bien cuidados donde apenas encontré un error que no afecta en nada la credibilidad temática de la obra ni insulta a la inteligencia con un heroísmo tirado de los cabellos. Fans de la astronomía quedarán tan complacidos como excitados con el imaginario realista y convincente.
Corta, directa e intensa, Gravity es un festín visual de efectos digitales, mecánicos, ópticos y tradicionales que respeta el realismo dentro de su relato ficticio con personajes livianos. Quizás algo fuera del contexto histórico presente si tomamos en cuenta que los transbordadores espaciales re-utilizables de la NASA llevan tiempo retirados.
Sin embargo es un relato de intensidades rítmicas genuinas que no baja la guardia ni afloja su velocidad una vez que adquiere momentum. En especial gracias a su soberbio soundtrack pulse-lowbeat cyberpunk que, combinado con la efusividad de su juego de cámara y edición, produce tensión satisfactoria dentro de lo predecible de su guión. Se le perdona las pocas veces que recurre a un efectismo barato buscando agitar emociones para generar temor –o terror– que no calza dentro de su temática realista.
En actuaciones no puedo quejarme. Si bien nunca he sido fan de Sandra Bullock, se desenvuelve muy bien y lleva el protagonismo sin caer en melodrama de lanzarse una de “Teniente Ripley” o “Dave Bowman”. Acompañada de George Clooney que cumple con el papel del tipo “suave” y bien ubicado que siempre le queda, si bien no es su mejor trabajo. Ed Harris en un cameo de audio completa el elenco que Gravity tiene en un escenario donde en realidad no hay escenografía, si lo analizan bien. El vacío de las imágenes del cosmos bien puede ser otro protagonista, por qué no, Cuarón quiso que lo veamos así. Por favor véanla en cine, se estrena hoy, me lo van a agradecer.
Film: Willy McKay (★★★★★)
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Bart
[*] No por coincidencia, mi última experiencia de verdadera impresión con el 3D fue un DEMO experimental de IMAX 3D (antes de su debut comercial) en el Kennedy Space Center con un documental de la Estación Espacial Internacional. Fue un corto de Douglas Trumbull –inventor del IMAX y pionero de efectos especiales ópticos donde 2001: A Space Odyssey reposa en sus créditos– sobre la vida de astronautas en órbita y la construcción de la actual Estación Espacial Internacional. El efecto de inmersión por el 3D y las inmensas proporciones de la pantalla IMAX fue impactante e inolvidable.