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RESEÑAS

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CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
Spiff-O-Rama - Reseña: Star Trek Into Darkness

Pissed Khan

Cine Cartelera

En lo que parecía ser un gran verano de films taquilleros (del corte que nos gusta aquí en RTx), este 2013 no ha tenido la suerte de ser una temporada memorable en principio porque mis apuestas mayores –Iron Man 3 y Pacific Rim– resultaron ser un cúmulo de profundas decepciones. Sin embargo, uno que no estimaba como candidato a satisfacer mis expectativas me sorprendió gratamente contrario a ciertos prejuicios justificados por mi experiencia. Me refiero a la segunda entrega del reboot de la saga Star Trek de la mano de J.J. Abrams, a quien nunca he aplaudido como dramaturgo de excelso cinematográfico, pero que al parecer ha tocado el nervio adecuado para darle a la franquicia de Gene Roddenberry un nuevo aire en los tiempos actuales.

No obstante no exenta a Abrams de seguir conservando su metodología acostumbrada en la que no toma riesgos basados en conceptos originales, dramatizando al extremo situaciones superfluas y, sobre todo, reciclado ideas –propias y ajenas– en donde no teme basarse sobre los hombros de los grandes. A veces sin vergüenza alguna. Dicho lo anterior, respeto a Abrams como buen cineasta dotado de talento y disciplina, pero carente en innovaciones y atrevimientos para darse un nombre propio. En el caso presente de Star Trek Into Darkness, no hace la excepción a la regla conservadora de Abrams muy a pesar que lo celebro casi con el mismo entusiasmo con el que me apresuré a aplaudir la primera película de este reinicio de serie. Lamentablemente, Star Trek Into Darkness tampoco supera el trabajo anterior tal como todas las secuelas promedio.

Star Trek Into Darkness, lejos de expandir sobre la cinta previa que propuso una interesante –aunque desviada– perspectiva al origen de la serie y sus reconocidos personajes, se ancla en el formato de remake sobre la clásica cinta “Star Trek: The Wrath of Khan” muy atesorada por los Trekkies como el mejor film de la serie. En aquel film se desarrolló el enfrentamiento entre la Flota Espacial de la Federación de Planetas (Starfleet Command) y un super “humano” genéticamente aventajado llamado “Khan” por la inmensa popularidad del episodio de la serie de TV donde debutó este villano de culto. En especial porque Khan fue representado por el entonces brillante actor Ricardo Montalban, repitiendo el rol en la reverenciada versión cinematográfica.

Star Trek Into Darkness se define como un refrito bien realizado de “Star Trek: The Wrath of Khan” si bien toma los mejores elementos de la original para añadir componentes que la altera lo suficiente para no quedar como una copia al carbón. Es un remake superficial que desafortunadamente no toma riesgos al emplear elementos estructurales repetidos que la reduce al convencionalismo seguro de satisfacer pero sin engrandecer. Star Trek Into Darkness es rítmicamente adecuada, pero emocionalmente tímida. Desarrollando los personajes con cuidado ya que son los ingredientes que la ha hecho funcionar por encima de su guión masca-chicle. Guión que les parecerá predecible a leguas, no por tanto haber visto el film original sino por los elementos reciclados –leitmotifs cliché– que Abrams usa para intentar hacerla propia, algo paradójico. Siendo así, no esperen tensiones de suspenso ni revelaciones sorpresivas o quedarán decepcionados.

Si no han visto el film original de 1982, que es conmensurablemente superior, igual van a pasar un momento agradable en parte porque Abrams se cuida que sus versiones sean apetecibles para tanto los Trekkies ortodoxos como las audiencias ocasionales. Dicho esto se puede tener el gusto al ver cómo Star Trek Into Darkness hace guiños y homenajes por doquier a las raíces más fundamentales de la serie (sonidos ambientales de la nave USS Enterprise, su número de serie original NCC-1701, uniformes y diseños retro, motifs sonoros en su score a su himno original, etc), a la vez que se revitaliza con modernidad futurista acorde a lo que esperamos de un film de 2013, en especial el respeto hacia la plausibilidad de una ciencia ficción digerible como inteligente, pero además conveniente.

Por lo demás Star Trek Into Darkness mantiene los puntos clave de la cinta original que revisa para sostenerse argumentalmente por más que sus diferencias la desvíe en estructura, pero no en tema. La Dirección/Edición de las escenas de acción son tan legítimamente acertadas en propósito como lo son sus impresionantes efectos especiales transparentes, aunque a costa de sacrificar la verosimilitud de la leyes de la física cuántica espacial. Como film de Action/Sci-Fi no decepciona, ni ofende. Son las escenas dramáticas las que sufren de acentuación innecesaria dado el poco tiempo que estos actores llevan encarnando estos personajes. Si bien los han heredado aceptablemente por ser un elenco apropiado (Quinto es sin duda un excelente Spock), aún les falta tiempo para hacerse de ellos y los reconozcan como sus intérpretes originales.

Aún así cada actor hace honor al imprimir su personalidad propia a su respectivo personaje sin perder de vista el honor que llevan de calzar sus enormes zapatos. Zachary Quinto (Star Trek), Chris Pine (Star Trek), Karl Urban (The Bourne Supremacy, The Lord of the Rings Trilogy), Zöe Saldana (Avatar), Simon Pegg (Mission Impossible: Ghost Protocol) y Anton Yelchin hacen de las suyas de nuevo en los mismos roles que asumieron con gallardía –y cierto grado de riesgo– en la entrega pasada. Con sorpresiva mención para un casi olvidado Peter “Robocop” Weller que luce entero en su rol, si bien predecible, pero bien ejecutado. Especial mención a Benedict Cumberbatch como Khan, bien llevado aunque jamás a la talla del metódico Montalbán. ¿Hay cameo de Nimoy? ¿Apostamos?

Soy tan fiel admirador del soundtrack score de Jerry Goldsmith que encuentro algo débil el OST de Star Trek Into Darkness, al menos como para que forme parte de mi audioteca de música incidental de películas clásicas. De todas maneras las melodías de Michael Giacchino complementan los visuales con moderadas emociones.

Buena recomendación como la cartelera rural de la semana.

Film: McKay (★★★★☆)

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Bart

“Space, the final frontier…" WARP!

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