"Tidy, Jeepers and Neato!"
El género de los JRPG ha sido motivo de polémica, dudas y en cierto modo hasta burla de parte de la industria esta generación de consolas. El que alguna vez fue uno de los más fuertes a finales de los 90 cuando títulos como “Final Fantasy VII” y “Xenogears” eran consideradas las joyas más grandes, ahora tiene a su público literalmente escavando entre las montañas de first-person shooters para encontrar algún juego de su agrado; y muchas veces lo que conseguimos son títulos como “Atelier Ayesha” o “Tales of Graces ƒ” que, aunque no siempre son malos, no llegan ni a acercarse a la grandeza que mostró el género de los JRPG años atrás.
Por eso, cuando aparecen juegos como Ni no Kuni, definitivamente es motivo de alegría y esperanza en que la industria aún tiene salvación. Ni no Kuni: Wrath of the White Witch es un JRPG creado por Level 5 (Dragon Quest VIII, Dark Cloud) y con el estilo de arte de las películas de Hayao Miyazaki de Studio Ghibli (Mononoke Hime, Laputa, Tonari no Totoro, Majo no Takkyūbin, Kamikakushi, etc.), que hace una mezcla que termina siendo un video juego simplemente fantástico y hermoso en todos los sentidos. En su trama, los jugadores toman el rol de Oliver, un niño común y corriente que vive en el pueblo ficticio de Motorville, donde luego de un accidente, pierde a su madre, por lo que queda completamente solo.
Una noche, mientras Oliver lloraba su muerte, una de sus lágrimas cae en su juguete favorito, un peluche que le hizo ella cuando era más pequeño. Para su sorpresa, el juguete toma vida y revela ser el High Lord of the Fairies, Mr Drippy, quien convence a Oliver que existe otro mundo además del suyo donde si lo acompaña y aprende magia para derrotar al malvado Shadar, su madre podría ser salvada. Así, comienza una aventura increíble que llevará al aparentemente indefenso Oliver a otro mundo donde conocerá aliados y enemigos, viajará por innumerables lugares y luchará miles de batallas. Durante todo el juego, la trama es contada con una narrativa excelente y con buen ritmo, donde se le presentan nuevas preguntas y aspectos de ese mundo mágico al jugador que poco a poco serán respondidas. La historia de Ni no Kuni es brillante y definitivamente uno de sus puntos más fuertes que mantendrá siempre a la expectativa al que la esté siguiendo.
Gráficamente, Ni no Kuni: Wrath of the White Witch es espectacular. Las texturas, colores, animaciones y el sinnúmero de detalles de cada una de las áreas que tiene el juego hacen que el estilo de arte de Studio Ghibli se vea más fuerte que nunca. Es realmente sorprendente como, a diferencia de muchos otros juegos del género, Ni no Kuni tiene muchos objetos y detalles que adornan los lugares que el jugador visita, lo que evita la monotonía y la repetición, esto se nota con diferentes plantas, rupturas en paredes de piedra, ruinas de distinta forma, etc. Además, el juego ocasionalmente lanza una que otra cutscene estilo Animé (cell animation) donde se evidencia el estilo particular de las películas de Miyazaki y eso aumenta aun más la calidad visual del juego.
La música del juego, del compositor japonés Joe Hisaishi (compositor de la mayoría de los films de Miyasaki) y tocada por la Orquesta Filarmónica de Tokyo, es de altísima calidad. Prácticamente todas las canciones son muy memorables, de ritmos suaves y que encajan de manera perfecta con los pueblos, batallas y cutscenes del juego. El Main Theme, llamado “Kokoro no Kakera” es especialmente excelente y viene tanto en japonés como en inglés. Al igual que el doblaje que está disponible en ambas lenguas. Es extraño cuando ocurre esto pero realmente, luego de probar por unas cuantas horas ambos doblajes, el inglés se siente un poco mejor que el japonés. Probablemente sea debido a que las voces en japonés se sienten muy genéricas y sobretodo en batalla, repiten muchas líneas muy típicas de video juegos y series de Animé de estilos similares.
En cuanto a gameplay, Ni no Kuni se mantiene fiel a fórmulas clásicas en algunos aspectos e innova de manera estrepitosa en otros. Como en casi todos los JRPG clásicos y famosos, el juego tiene un World Map en el que, como siempre, los personajes y enemigos son más grandes que los pueblos hasta el momento que se entra en ellos y se pueden ver en todo su esplendor. Los enemigos se ven antes de las batallas tanto en el World Map como en los dungeons, evitando así los molestos random encounters de antaño. Fuera de batalla, como es costumbre, podremos interactuar con una infinidad de NPC, hacer sidequests, buscar enemigos, abrir cofres, comprar y vender en tiendas, etc.
El juego es único es en el tema del sistema de batalla. Ni no Kuni: Wrath of the White Witch, utiliza un sistema en el que Oliver y sus compañeros podrán controlar a los monstruos que derrotan en las peleas, llamados “Familiars”. De estos monstruos hay literalmente cientos y cada uno tiene sus habilidades, estilos de combate, técnicas, atributos y stats. La idea es que el jugador controle a los Familiars y los equipe en alguno de los personajes (Oliver y compañía) para poder ser invocados y usados en batalla. Lo que hace realmente único el sistema de los Familiars es que, a pesar que el juego fomenta el uso de ellos en batalla, los personajes como tal también pueden participar y realizar acciones, lo que hace que mezclar el uso de los Familiars con el de Oliver y sus amigos sea vital para poder salir victorioso con la menor cantidad de pérdida de HP y MP.
Se podría decir que el sistema de batalla del juego es una mezcla entre el sistema de turnos y el de acción. Los personajes o Familiars del líder del Party serán controlados por el jugador con total libertad de movimiento por el campo de batalla, mientras que el resto del grupo será controlado por el AI bajo parámetros que pueden ser seleccionados como “Mantenernos curados”, “Ayudar al líder” o “Ahorrar MP”. Los comandos se elijen de una lista y cada personaje y Familiar tienen los suyos como “Atacar”, “Magias”, “Defender”, etc. Y cada vez que se usa uno, se tiene que esperar un corto tiempo para volver a hacerlo por lo que es necesario utilizar varias habilidades una tras otra para evitar quedar sin realizar ninguna acción mientras se espera por la que se quiere usar.
Sin embargo, el AI del juego no siempre funciona de la manera correcta porque, en especial una niña llamada Esther que se une a Oliver relativamente temprano, es una experta en botar su MP casteando magias inútiles y muy costosas al final de batallas contra enemigos débiles. La manera de evitar que esto ocurra y que ella quede inutilizada en medio de un dungeon o Boss fight es alternar al líder del grupo en plena batalla, lo cual se puede hacer. Realizar un par de acciones con Oliver y sus Familiars y luego cambiar a Esther para hacer otra de manera sucesiva. Así es probablemente la manera correcta de jugar Ni no Kuni: Wrath of the White Witch.
Como siempre en todos los JRPG de este estilo, a medida que se ganan batallas y se avanza en la historia, los personajes obtienen experiencia y suben de nivel. Lo cual aumenta sus stats, les da habilidades y técnicas nuevas que, en el caso de los Familiars, muchas veces tendrán que sustituir a las viejas porque solo pueden tener un número limitado disponible al mismo tiempo. Con la obtención de experiencia, los Familiars también podrán evolucionar a formas alternas (como mejores) y también se les podrá dar distintos tipos de comida para mejorar su relación amistosa con Oliver. Lo cual trae muchos beneficios y bonos para su uso en batalla. Estos dos últimos aspectos hacen que los Familiars sean comparados mucho con los Pokémon.
Además de las batallas y la exploración, cada pueblo tiene un gran número de sidequests disponibles en las que Oliver y sus amigos tendrán que realizar distintas tareas para ayudar a los habitantes. Estas son normalmente variadas y divertidas. Pueden ir desde buscar algún objeto perdido, escoltar a alguien en un área peligrosa y las más comunes de todas, curar el corazón (alma) de la gente con las magias de Oliver. En estos sidequests tan comunes, los habitantes del mundo pierden algún pedazo de su corazón como el coraje, entusiasmo o amabilidad y Oliver puede ayudarlos con el uso de magia.
Finalmente se puede decir que Ni no Kuni: Wrath of the White Witch es simplemente un juego fantástico y majestuoso, definitivamente un must-have para todos los dueños de un PS3 independientemente de sus gustos personales. Tiene gráficos, música, doblaje, narrativa, historia y un sistema de batalla de la más alta calidad que siempre será recordado como uno de los exclusivos más importantes del PlayStation 3.
Sólo queda esperar que la venida de juegos como éste, junto con otros como Persona 4: Golden y Xenoblade sean un muy merecido regreso de un género que esta injustamente perdido en la industria. Altamente recomendable.
Diseño: Sir William McKay (★★★★★★)
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Presentación: Willy McKay (★★★★★)
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Jugabilidad: Willy McKay (★★★★★)
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Tema: Willy McKay (★★★★★)
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¿60$? Clásico.
[PS3: 2013. 1-Disco (Blu-ray). Zona 1. Video HD: 720p. Sonido: Dolby Digital E 5.1, Jugadores: 1 (Online: N/A); Disco: 4GB, Dual-Shock Compatible, ESRB Rating: E]
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Mike