Master the Art of the Kill
Desde su debut, Assassin’s Creed ha ocupado un espacio relevante dentro de la actual generación de consolas. La serie propone un interesante concepto de juego con argumento histórico/sci-fi al punto que se le considera un sub-género de culto dentro de la industria. La superposición de ciencia ficción con hechos históricos en un marco de aventura, conspiración y ocultismo contrasta con las mejores novelas de ficción en una seductora presentación interactiva.
A su cuarta entrega nos preguntamos si la serie ha perdido su misterio cautivador luego de la decepcionante tercera parte que pretendió alargar lo que hasta la segunda iba bien encaminado. Me explico lo más objetivamente posible como crítico y gamer, Assassin’s Creed II fue arrechísimo, Assassin’s Creed Brotherhood fue mediocre. La segunda parte maduró el prometedor concepto innovador de su debut, superando ligeras fallas de diversidad y diseño de mecánicas, al pasar la batuta de Altaïr a Ezio con elocuencia histórica y coherencia argumental. Para Brotherhood, pareciera que Ubisoft Montreal quiso emular a Activision con su Call of Duty, exprimiendo entregas anuales insípidas y sobre cargadas de contenido innecesario (multiplayer anyone?). Desviando la franquicia de los fundamentos que la hicieron especial, sin aportar nada a la continuidad de la trama, saturando el diseño con modos de juego desenfocados del núcleo de la historia e ignorando los problemas técnicos de presentación que venía arrastrando desde el comienzo. Con otra entrega anual bajo el subtítulo de “Revelaciones” ¿será Assassin’s Creed Revelations la redención que devuelve la serie a su curso o confirma mis sospechas negativas sobre la franqucia?
Tema: Por tercera vez consecutiva debemos seguir los rastros de Ezio Auditore que pertenece a la línea ancestral del protagonista huésped del presente, Desmond Miles. En lo personal, estoy cansado del mismo personaje después de esperar a un sucesor natural en otro período histórico. En fin, Ezio se embarca a descubrir los secretos detrás de su secta dogmática al perseguir los rastros de su ancestro Altaïr, comenzando por la Mecca de su hermandad, hogar de su ancestro. Ahí descubre que Altaïr dejó claves en Constantinopla –en medio del naciente Imperio Otomano– para resguardar los secretos de conocimiento y poder de caer en manos de sus enemigos Los Templarios. Ezio deja su pueblo, envejecido, para rastrear los secretos de su hermandad evitando que Los Templarios los localice primero. En el trayecto encuentra alianzas ideológicas y sentimentales a la vez que en su desenlace nos revela una pista más en el origen de las civilizaciones.
Alternadamente se sigue el estado de Desmond en el presente pero afortunadamente se le da poco espacio a diferencia del juego anterior donde su “protagonismo” fue inneceario, hueco y hasta cierto modo una distracción. Más importante aún y que enriquece la trama, se juegan cinco capítulos como Altaïr que descubre los años de su vida posteriores al cierre del primer juego. Lejos de hacer honor al subtítulo, no son muchas la revelaciones que sirvan para resolver las interrogantes dejadas al inicio de la saga (profundizadas a complejidad en la segunda parte), pero al menos devuelve el rumbo a la trama pudiendo ignorar por completo el juego Brotherhood sin afectar la continuidad del hilo argumental, de hecho sería recomendable. Sin embargo deja las acciones en un suspenso interesante esperando sean satisfechas las interrogantes para el inevitable Assassin’s Creed III y con otro protagonista. Esperemos así sea, al menos Assassin’s Creed Revelations salva la serie en el tema con un buen guión.
Jugabilidad: Me complace encontrar que el gameplay volvió a la fórmula que hizo de Assassin’s Creed II un título casi perfecto. Atrás quedó el saturado diseño de Brotherhood que atomizó el gameplay con infinidades de misiones alternas en favor de una diversidad de juego abierto. Ahora hay un balance entre las características de juego abierto, con elementos de sandbox-RPG y mecánicas pulidas de acción. Alternando entre misiones relevantes que favorece el ritmo sin desviarse del objetivo lineal dentro de la historia. Las mecánicas de combate al fin alcanza mejor precisión y respuesta logrando ese elusivo sentimiento de control sobre de Ezio –en tercera persona– que parecía un accidentado manojo de improvisaciones hasta ahora. Añadiendo novedades al gameplay como el garfio, que permite deslizarse colgado de lianas y cuerdas además de instrumento letal. Igual al soberbio diseño de explosivos que comprende todo un sistema de elaboración que admite libertades de combinaciones letales o tácticas que ampliando las opciones estratégicas de juego, ¡brillante! Esta vez no hay "verdad", ni los rompecabezas relacionados.
Dejando en el olvido esas mecánicas de vuelo que poco o nada contribuía a las habilidades de Ezio. Marginando como opcional el mini juego de reclutamiento de asesinos como la administración de su entrenamiento y misiones virtuales (no eran malas, pero su importancia se redujo a un agradable complemento y no un requisito fastidioso). Lamento la escasez de misiones tipo stealth para asesinar objetivos importantes que siempre fue la marca estelar de la serie en sus dos primeras entregas. El multiplayer sigue de extra que, por más mejoras que haya sufrido, insisto en que este tipo de juego no lo requiere al igual que sucede con Uncharted. Muchos diseños y mecánicas que resultaron positivos de juegos anteriores se repiten con buen balance de diversidad: contratar facciones, persecuciones (a pie o en carretas), navegación, natación, tesoros, sistema económico, inventario de armas e indumentarias y la conquista de zonas… con la equitación ausente que no habría calzado con la densidad de la inmensa ciudad Turca.
Presentación: Con cada capítulo hacen mejoras substanciales a la presentación resaltando en esta oportunidad la animación facial que tenía un pie en la generación pasada de video juegos. Mucho más detallada, creíble, que transmite naturalidad. Sumado a la excelente actuación vocal de siempre –sin quejas– tenemos interpretaciones que dan vida a la trama. Reduciendo casi al mínimo los defectos técnicos que sufría desde el principio –frame rate, polygon clipping, texture & vertex popping, etc– que comprometía la suspensión de la realidad que el juego persigue con su impecable cuidado de detalles históricos. La impresionantemente detallada ciudad de Constantinopla, con todo y su bahía, está increíblemente representada al período con su pluralidad étnica que caracterizó esa metrópolis comercial. Las basílicas, con la emblemática mezquita Hagia Sophia, están copiadas al pelo dejando evidencia del trabajo de investigación para recrear una de las atmósferas más convincentes de juego alguno.
El A.I. de los combatientes mejora, ahora atacan varios a la vez y no esperan en círculo a que termines con un oponente esperando su turno para que les planches el flux. Constantinopla es un mundo vivo, dinámico e interactivo por doquier. Impresiona el acabado del fuego, humo y demás efectos de explosivos que en este juego toma importancia dentro del gameplay. Mayor cuidado tiene la música en esta ocasión, rememorando aquellos coros medievales del primer juego cuando te toca jugar a Altaïr. Las melodías orientales aluden el carácter turco del reino post Bizantino del s. XVI. Por supuesto que persiste la base de datos histórica, que sin querer te enseña historia real demostrando la versatilidad de los desarrolladores de intercalar la ficción con auténtica historia universal.
Assassin’s Creed Revelations es otra muestra que el desarrollador aprende de sus errores, escucha la crítica y se preocupa por la calidad de su producto. La serie es una apología histórica llena de ficción y fantasía. Recordando por qué es un éxito de culto encaminado hacia una posible conclusión o el punto de partida para otra trama bajo la capucha de la hermandad de los asesinos. Con sus ligeras fallas aquí y allá, se disuelven ante los méritos de un trabajo bien hecho, concentrado y sin desperdicios. Cabe destacar que esta edición de A.C. para PlayStation 3 trae el primer juego completo como bono, gracias a la generosidad del formato Blu-ray Disc (sólo en la versión del PS3). Viene así porque es crucial haber jugado el primer juego para comprender los descubrimientos y cierre de círculo que Revelations trae. The Creed is back!
Diseño: Willy McKay (★★★★★)
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Presentación: Willy McKay (★★★★★)
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Tema: Willy McKay (★★★★★)
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Multiplayer: Mancao (★★☆☆☆)
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¿60$? Sí, altamente recomendable.
[PS3: 2011. 1-Disco (Blu-ray). Zona 1. Video HD: 720p/1080p. Sonido: Dolby Digital E 5.1, Jugadores: 1 (Online: 4-8); Disco: 3.8GB, Dual-Shock & Wireless Headset Compatible, ESRB Rating: M]
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Bartaïr
P.D. Me falta el review de Dark Souls para cerrar la lista de los imprescindibles de la última parte de 2011, pero lo esperan sentado que ese no es ningún juego fácil de terminar en corto tiempo. También quedan los pendientes como Little Big Planet 2, Gran Turismo 5 y unas sorpresas de último minuto del año pasado. También tendremos esta semana la lista de los mejores títulos del año con el declarado juego del año 2011 de RTx ¿cuál será? ¿cuál fue el de ustedes? Esperando que el 2012 sea otro año excelente con la llegada de Playstation Vita en unas pocas semanas. Pendientes mequetrefes.