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Uno intenta no asistir a ciertas funciones porque se presume o presiente que dicha película va a ser un pote. Por eso trato de mantenerme lejos de cualquier función que diga “Piratas del Caribe 4”, en especial después de ver la tercera donde mis plegarias hicieron que se fuera la luz faltando 5 minutos para culminar, el sufrimiento fue atroz (historia real, lo juro). Teniendo esto de antecedente, las secuelas extensas tienen una ley que determina su calidad proporcional a su número, ¿se imagina qué tan mala debe ser “Rápido y Furioso 5” si la primera es inaguantable? Pero todas tienen derecho a una segunda parte a ver si superan ese infame filtro que les permita siquiera hacer una trilogía, porque si no haces una trilogía en esta época no eres nadie.
Por eso me aventuré a ver The Hangover part II debido al estruendoso éxito de su primera versión. Es obvio que la secuela jamás iba a repetir la sorpresa ni el shock de su espontáneo debut, pero jamás pensé que me iba a topar con un desastre tan diametralmente opuesto a la primera. No me pregunto lo que pasó anoche, ayer o la semana pasada, sino ¿qué coño pasó por la mente del Director Todd Phillips y los guionistas para poner la torta de aquí a Pekín…? literalmente hablando.
Todo en The Hangover part II comete los típicos errores de toda segunda parte –mal hecha– empezando por el clásico adjetivo al título “Parte II”. Nada en el film es original, es una copia al carbón de la estructura y secuencia del primer film hasta en la repetición de líneas y escenas casi que Cut & Paste. Entiendo que el éxito del primer film iba a generar una inevitable continuación, que se llegó a asumir que sería la narración de los hechos que sucedieron en Las Vegas en lujo de detalle, pero no fue así. No hay un solo elemento único en The Hangover part II para darle personalidad fuera de copiar todo de la cinta previa.
Por supuesto que esto afecta el objeto humorístico del concepto que, lejos de provocar el ataque epiléptico a carcajadas de principio a fin que la primera produce, apenas saca risas muy aisladas y eso porque la familiaridad de los personajes genera empatía familiar. Personajes por cierto que se sienten forzados sin la naturalidad espontánea de sus primeras representaciones quizás por querer repetir el patrón de su rol casi en ritmo de cliché. Todos mal dirigidos y obtusamente forzados por un guión que demuestra que se calcó para taquilla y no por el arte del humor.
The Hangover part II es un insulto a los que aplaudimos la primera con lágrimas y estómagos retorcidos de tanto reír y que esperábamos algo tan original y atrevido sin que se trazara un esquema semi-porno para generar shock o risas. Ninguna de las cuales produjo en mi, al contrario, negaba con la cabeza escena tras escena prediciendo las situaciones gracias a su repetido corte argumental. The Hangover part II es exacta a la primera, sin espontaneidad, sólo cambien Las Vegas por Bangkok, el Tigre por un mono (odio los monos) y el bebé por un Monje y tienen todo el film idéntico porque hasta repiten el Chino Gansta-Gay y Mike 'fucking' Tyson en un cameo para el olvido. Como desubicado estuvo Paul Giamatti en una participación que no fue necesaria. Es triste para Ed Helms, Bradley Cooper, Zach Galifianakis y Justin Bartha que perdieron ese brillo que lucieron en la película que los llevó a la lista ‘A’ de Hollywood. En especial Bartha quien vuelve a ser el miembro apartado del grupo sin ninguna explicación. Yo particularmente lo lamento por Ken Jeong de quien me volví fan después de la primera película, ese chino me da risa tan sólo de verlo pero aquí se perdió en el guión.
The Hangover part II se olvida al salir de la sala, afortunadamente, que quizás lo único que disfruté fueron las fotos finales en los créditos que cuenta “lo que pasó ayer” (¿les dije que es una copia al carbón de la primera?). Triste sabiendo que al salir de la sala no sentí ese aire de risa que mantuve por días después de ver la primera y que me provocó verla de nuevo, tanto que le recomendaba a todos verla. No será así en esta oportunidad.
Film: Mancao (★★☆☆☆)
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Bart-Fuck
