Facepalm
Razón tiene el reconocido Director español Carlos Saura al afirmar recientemente que el cine está en decadencia repitiendo fórmulas comerciales y saturando las pantallas de poca creatividad desechable. Este año en particular ha estado plagado de las peores ofertas que no sólo afecta a Hollywood sino al cine internacional (salvo contadas excepciones como Inception, The Hurt Locker y The Town). Pero siempre se puede contar con algún Director que se precie de ser emprendedor por el arte del hacer buen cine.
Sin obedecer cánones comerciales que persiguen récords taquilleros más que el simple hecho de expresar su arte incondicional, David Fincher se separa del montón de directores que nos aburre con ofertas pútridas, remakes y bodrios. Siendo un favorito de la casa Fincher jamás me ha decepcionado, lo confirma con The Social Network siendo uno de sus trabajos más pulcros hasta la fecha al nivel de sus clásicos de culto Seven, Fight Club, Zodiac y The Curious Case Of Benjamin Button.
The Social Network es, en mi humilde opinión, el mejor film del año y posiblemente entre los mejores de esta década que pone bien alta la barra de medir un drama sociológico sin apoyarse en la muleta de la violencia y los efectos digitales. Rural Tex pudo asistir anoche a una proyección privada a la prensa por cortesía de Columbia/Blancica donde esta impresión fue unánime entre los asistentes.
Con una dirección soberbia, un guión pulido sin costuras y con un performance impecable de su reparto, The Social Network es un sólido ejemplo de cine de altura a un grado superlativo y exponencial. Una narración dinámica, sin tensiones ni sobresaltos, que dibuja las realidades humanas contemporáneas de la interacción social y la comunicación en tiempos de globalización informática. La brillante dirección, con tan elocuente guión de Aaron Sorkin (Gui: Charlie Wilson’s War), conjuga una crónica extraída de la propia realidad -salpicada de ficción- para hacer de un conflicto de ideas todo un drama de mentiras verdaderas y traiciones sin ética.
A diferencia de su film Zodiac, Fincher se inclina hacia una versión más heterogénea de los hechos, por no decir imparcial, al narrar los acontecimientos que rodearon el período en que Mark Zuckerberg desarrolló la red social Facebook durante su estadía en Harvard. Enfocando la estructura narrativa a los protagonistas involucrados en el conflicto que encierra la pugna legal por la paternidad de lo que muchos consideran el fenómeno comunicacional más importante de los últimos tiempos.* Historia que ya muchos de nosotros conocíamos exceptuando los pormenores dramáticos que revelan las emociones e intenciones de cada uno de los involucrados. Algo que David Fincher logra con soltura para proyectar el panorama más auténtico posible sin rayar en el documentalismo estricto.
Lo increíble del film es la capacidad que tiene Fincher de hacer de un conflicto legal corporativo -algo que ocurre a diario entre las empresas del Fortune 500- un acontecimiento dramático que mantiene un interés constante durante toda la cinta. Que unido a la gestación de Facebook, logra captar la atención del espectador para develar la cortina y señalar los responsables del fenómeno socio-cultural más grande del Internet. ¿Hasta qué punto es verídica la sucesión de hechos concatenados al rededor de las declaraciones emitidas en el disputado arreglo judicial? no lo sé, queda en el aire, pero si algo es cierto es que el pasado y la personalidad de los involucrados ha quedado al descubierto más de una vez. Donde la paradoja más resaltante del relato recae en Zuckerberg, quien siendo el detonante de la explosión de las redes sociales es un asocial desadaptado que esconde muy bien sus emociones rayando en lo insensible.
La edición es de lujo, muy dinámica para ser un film de diálogos que va en sincronía perfecta con el score soundtrack tecno-industrial a cargo de Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Atticus Ross. Con una fuerte influencia motif a su álbum Ghosts I-IV que incluso roba un par de piezas de esa magnífica obra instrumental. De fotografía netamente oscura, típica de Fincher, The Social Network recrea una atmósfera turbia de universitarios recluidos en su búsqueda por sobresalir de las tinieblas del anonimato, donde quizás las redes sociales se han aprovechado de ese hambre colectivo para capitalizar en grande.
Sin un soporte actoral convincente no serviría de nada un guión de primera y por fortuna aquí es donde The Social Network sobresale con naturalidad. Encabezado por "Double-Tap" Jesse Eisenberg (Zombieland), que abruma por lo sofocante y preciso emulando al genio oportunista de Zuckerberg. ¡Soberbio! Rodeado de rostros noveles prácticamente desconocidos, pero que contribuyen como el reparto activo que hace duelo con Eisenberg para capturar el espíritu de esta generación. Mención especial a Justin Timberlake (Alpha Dog) quien demuestra con creces que se desenvuelve en el medio como pez en el agua, encarnado al hacker oportunista Sean Parker (creador de Napster) que vio en Zuckerberg un segundo aire para refrescar su cruzada de rebeldía social informática. Igual Armie Hammer, muy convincente en su doble rol de gemelos y no menos a Andrew Garfield en su papel de Eduardo Saverin.
Si Fight Club fue el film que Fincher dedicó a la Generación X, The Social Network viene a ser su dedicatoria a la actual generación que nació con el Internet como medio estándar de relaciones humanas donde no existen secretos personales, propiedades intelectuales y el libertinaje de la información está a un click del ratón. Una retrospectiva a la esterilidad empática de una sociedad virtual donde las oportunidades grandes están a la orden del más oportuno en lugar de quien la idea primero. Altísimamente recomendable como cartelera rural de la semana... no, tachen eso, del año.
Film: Sir William McKay (★★★★★★)
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Barton
[*] Mis dos centavos: Eso de Facebook nunca ha calado en mi. Siendo paradójicamente una persona sociable en el sentido tradicional (hasta cierto punto), soy muy reservado con mi privacidad especialmente dentro del Internet. No poseo ni abriré una cuenta en Facebook por considerarla una estupidez banal que aún me deja perplejo por su elevado estatus sobrevalorado. Para mi no existe una “revolución” con eso de las redes sociales. Lo más cercano, útil y aceptable dentro de ese fenómeno cultural es quizás Twitter y por eso tengo una cuenta, no para repetir el patrón de esnobismo de muchos donde ostentan cada actividad superflua que hacen, objetos que compran o comida que ingieren (con su respectiva foto gay), ni mucho menos para espetar las idioteces que dicen. Lo uso como fuente de noticias e información reservando un pequeño espacio para selectas amistades que tienen más de dos dedos de frente y que contribuyen armoniosa y trivialmente en intercambio mutuo. Al contrario, para mi Facebook es como un “chismonófera” llena de gente pendiente de asomar sus narices en la privacidad de otros. ¿Zuckerberg genio? En lo técnico quizás, pero este oportunista hijo de puta es más conocido por lo gilipollas que por lo precursor. Para mi no existe nada revolucionario en el Internet desde que Tim Berners-Lee inventó el World Wide Web. Todo lo demás no ha sido más que contribuciones evolutivas para enriquecer la experiencia del Internet: Flash, Java, Ajax, Ruby, CSS, JavaScript, HTML5, etc., no son más que herramientas que sirven para enriquecer el medio. Sólo puedo separar dos componentes que de veras han revolucionado el Internet y que no podríamos imaginarlo sin él, uno ya consolidado, el buscador Google, el otro en crecimiento, VoIP (Voice over IP). Así que toda esa elevación mesiánica de un hacker nerd que fue asesorado por otro oportunista libertino no tiene ninguna trascendencia importante en mi opinión. Para mi revolucionarios de verdad desde que se inventó el transistor son Douglas Engelbart (inventor del Mouse y del equipo detrás del GUI), Steve Jobs & Steve Wozniak (inventores y visionarios de la computación personal) y Tim Berners-Lee (creador del World Wide Web o el Internet como medio de comunicación a partir de hipertextos entrelazados), lo demás son contribuyentes evolutivos. Facebook is bullshit.