"The right hand only. The Right. Hand. Only!"
Muchos críticos de cine se llenan la boca al laudar el duelo que tuvieron Al Pacino y Robert De Niro como el factor incidental en el épico drama criminal Heat. Film que ha cautivado una audiencia por años al sostenerse en el tiempo como un consolidado clásico del cine moderno. El punto es que cualquiera puede juntar a estos dos monstruos, que dicho sea de paso, dieron el performance de sus legendarias carreras, pero eso no garantiza un éxito dramático per se. El detalle que muchos omiten es que detrás de ese éxito y del poder crudo que desata el duelo Pacino/De Niro se debe a la tutela del director y escritor norteamericano Michael Mann.
Muchos también ignoran el hecho que el film posee un enorme impacto humano gracias a un abanico de personajes que soportan al dueto antagónico. Siendo un film predominante en personalidades y enfrentamiento de emociones, es erróneo considerar a Heat una simple cinta policial de acción y suspenso. Las complejidades de las reacciones, emociones, sacrificios, sentimientos encontrados y convicciones bien definidas son la base de este extraordinario film que no se ha podido repetir pero cómo se ha intentado copiar. Complementado con igual peso, está su increíbe soporte que contiene a pesos pesados como Val Kilmer, Tom Sizemore, Jon Voight, Ashley Judd, Natalie Portman, Dennis Haysbert, Danny Trejo, Diane Venora, Wes Studi y Amy Brenneman. Todos bajo la dirección impecable de Mann que hacen de sus 3 horas un paseo ligero por un conflicto épico de emociones e intereses humanos.
Pacino –Hanna– representa la obsesión, el sacrificio y el temple por satisfacer un ideal moral cuestionable que resiste al contra flujo de una sociedad marcada por el delito. Sin familia, es el policía determinado por una motivación fija, la cual le obliga a hacer a un lado todos los elementos que intentan aliviar su vida. Por ello no tiene hijos, fracasa en múltiples intentos matrimoniales y sólo encuentra confort en el antes, durante y después de la escena del crimen. Volátil, frustrado, cerrado, un hombre que busca ser temido en lugar de respetado. Su opuesto –McCauley– (De Niro) es un criminal solitario, seguro y calmado. Que dirige una banda de profesionales que posee un talento inusual para investigar y desarrollar golpes de alta gama. Desconectado emocionalmente de cualquier cosa que no sea la búsqueda incansable por vivir en libertad, pero a su manera. Que valora el código de honor y lealtad por encima de los frutos obtenido en un botín. Que dedica más al desarrollo académico de su actividad criminal como una carrera profesional, tanto, que no encuentra tiempo para desarrollarse socialmente. Sin remordimientos, ataduras y sobre todo conexiones humanas, es un hombre acostumbrado a rebelarse contra el sistema, alimentarse de desafíos y dispuesto a someterse a pruebas que comprometan su integridad para sobrevivir. Ambos están mal y sujetan los extremos de la soga intentando alar al contrario sin deseos de ceder un milímetro. Así arriesguen sus propias vidas.
La visión de Mann sobre su particular manera de observar la caótica y culturalmente distópica Los Angeles es única. Trasladando esa humanidad conflictiva y emocional de sus días detrás de aquella clásica serie policial ochentosa. Su empalme de Escritor y Director se forjan en cada escena donde ninguna es relleno o de sobra por más trivial que pueda parecer ante el ritmo de la trama. Si creen que el film gira en torno al dúo Pacino/De Niro están equivocados, Heat es un film multi-caracteres, multi-personajes donde todos son elementos importantes al guión. Donde cada acción tiene un porqué, una motivación que justifica las consecuencias generadas por sus protagonistas. Donde cada bala, cada muerte y cada lágrima se considera un logro, no una tragedia. Heat se mantiene como el epítome de los dramas de crimen en mi larga trayectoria como cinéfilo, mi film favorito del género a pesar de asomar la edad a su 15º aniversario. Excelentemente escrita, brillantemente dirigida, impecablemente actuada, Heat, si no la has experimentado, es una odisea irrepetible que seguro te dejará un sabor residual indeleble.
Heat engalana mi colección de films en HD con su re-edición en plástico azul. Que acierta y falla ante mis más altas expectativas, muy en especial en torno al transfer de film a video que según fue hecho de cero por el propio Mann. Viene en su presentación original de 2.35:1 de radio de aspecto con resolución 1080p por la gente de Warner Bros. Entiendo que el film es viejo, pero hay películas más viejas cuyos remasters han calado a la perfección con los más altos estándares. No quiere decir que se deba ver tan cristalino como uno del año, pero se debe preservar al máximo el resultado original del film. The Godfather no se ve perfecta, pero tiene puntuación máxima porque se ve tal cual como el Director quiso que se viera. Heat aún arrastra en esta edición los defectos visuales que pensaba se iban a corregir en un apropiado remaster. Este no fue un remaster meticuloso de escaneo individual de cada cuadro en 4K (o 6K) como Star Wars, Indy Trilogy y The Godfather. Fue un “tiramealgo” de recursos que quizás salieron del bolsillo de Mann. Aunque se limpió bastante, hay escenas que necesitan de más de una simple limpieza, como un color timing y ajustes de contraste. Sin embargo Heat se aprecia mil veces mejor que su mediocre presentación en DVD (incluso la “Special Bullshit 2-Disc DeLuxe Edition” de hace un par de años). Muchas tomas se aprecian nítidas, limpias y sólidas en precisión de color, pero otras, en especial las nocturnas, se aprecian débiles en contraste, pobres en el color negro y con mucha suavidad desenfocada. Por otro lado estoy creyendo que se debe a defectos en la óptica utilizada que al propio transfer. Quizás fue motivo para que emplearan un ligero edge enhancement (acentuado artificial de nitidez) que se nota en algunas tomas abiertas, no tanto en los acercamientos y escenas de diálogos. Estoy conforme, pero esperaba más. Afortunadamente no hay reducción de ruido digital, esa plaga que contamina los transfers mediocres de algunos BDs, lo que garantiza ese acabado granulado de film que la cinta posee. Al menos Heat retiene ese aspecto lavado con naturalidad que siempre ha tenido y que imprime el ánimo generalizado del film.
El sonido es impresionante. Gracias a su pista Dolby TRUE-HD sin comprimir a full 48kHz/24bit vuelvo a sentir el impacto visceral de las balas que casi había olvidado de aquellos días del LaserDisc (donde podíamos escuchar films con su pista Dolby Surround en full 44.1kHz/16bit sin comprimir). Se escucha mil veces mejor que la estéril pista Dolby Digital con la que tuve que conformarme a regañadientes en el DVD (que está incluida para quienes no posean los equipos para Hi-Def Audio). Ahora no sólo tengo la pista sin comprimir como en el LaserDisc, sino que en 5.1 canales porque como recordarán, los LDs estaban limitados a Digital Stereo con el Dolby Surround -análogo- empleado por el Matrix Decoding de tu amplificador de entonces. Con fuerte énfasis en el subwoofer que le devuelve peso y contundencia a los balazos del clásico asalto del banco. Aunque Heat ya no inmuta -sonoramente hablando- como otras balaceras de data reciente, agradecemos a la pista sin comprimir del BD para que se sostenga en el tiempo y continúe dando la talla. El problema es que entonces mezclaban surround para impactar por el rango dinámico, y no como hoy, que buscan ambiente, ubicación y espacio tridimensional convincente que a decir verdad impresiona más que un volumen alto. No obstante los diálogos están anclados y perfectamente inteligibles en el canal central. La música también goza de los beneficios de una pista de audio sin comprimir, en especial con el score soundtrack de Moby y The Chronos Quartet. Pequeños detalles técnicos de las limitaciones de la época evitan que le dé una puntuación perfecta.
No hay muchos suplementos fuera de los que traía en DVD -y ese no traía un coño- pero hay unos nuevos que sirven para conocer más los pormenores del desarrollo de esta excelente película. Muy en especial un documental dedicado exclusivamente a cómo se hizo la famosa escena del café entre De Niro y Pacino, dejando claro que ambos actores se vieron las caras en esa escena, echando por tierra ese ridículo mito que la grabaron separadamente. Heat es impresionante, poderosa e inolvidable, engalana mi colección con un update a High Definition, que si bien no es la mejor presentación posible, es sin duda una excelente remasterización y transferencia al mundo del HD. De obligatoria adquisición.
in 30 seconds flat if you feel the heat around the corner."
–Neil McCauley (Robert De Niro)
Film: Sir William McKay (★★★★★★)
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Video: Pasta (★★★☆☆)
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Sonido: McKay (★★★★☆)
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Extras: Mancao (★★☆☆☆)
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[BD: 1995. 177 min. 1-Disco. Zona A. Color ATSC (1080p). Anamorphic Widescreen 2.35:1, Inglés Dolby TRUE-HD 5.1 (48kHz/24bit) & Dolby Digital 5.1; Subt: Eng/Fra/Esp]
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Barton
P.D. To all the "Waingros" in our life: FUCK YOU! we will not forget about you.