When I want something, I don't pay for it
Siendo uno de los mejores Directores contemporáneos, Michael Mann siempre se ha caracterizado por hacer un film donde la narración y la conexión con los personajes presentan una calidad humana como ninguna. La confrontación de dos polos opuestos ha sido uno de sus elementos fuertes que determinan el peso del film. Cintas donde todo el peso dramático se sostiene entre dos personajes opuestos están, su saga épica del crimen Heat*, el drama de suspenso The Insider y la dualidad antagónica de Collateral. En cada uno de estos magníficos films hay dos caracteres que colisionan, obligando al espectador a identificarse con uno gracias al profundo sentido humano que se desarrolla desde sus respectivos puntos de vista. Cuando escucho que dos colosos con personalidades artísticas de peso como Christian Bale (Terminator Salvation, 3:10 to Yuma, The Dark Knight, The Machinist, I'm Not There, The Prestige) y Johnny Depp (Pirates of the Caribbean, Sweeney Todd, Charlie & the Chocolate Factory, Fear & Loathing in Las Vegas) antagonizan en un film de Mann, se me quita hasta el hambre de las expectativas.
Quizás eso fue lo que (me) arruinó el film, digo eso para no darle tan duro al pana Mann, porque por más que intento no encuentro sabor ni sustancia en lo que fue la adaptación de los últimas días de John Dillinger (Depp), Baby Face Nelson y Pretty Boy Floyd durante la cacería que le montó el agente del FBI** Melvin Purvis. No fueron las expectativas de ver un Heat ambientado en los años '30 porque francamente un clásico como ese es difícil de reproducir, siquiera por el autor original. El asunto está en la pésima estructura de Public Enemies que restringe toda posibilidad de emociones al carecer de los elementos esenciales de su marca directoral que hemos vivido por años.
La falta de coherencia estructural impide cualquier conexión entre las escenas que parecen editadas y ordenadas más como un documental que como una narrativa. No existe ritmo o "pacing" alguno que establezca algún tipo de acumulación de suspenso siquiera previo a las escenas de acción (al menos las balaceras están miamorrr). Sin dejar a un lado que la ausencia de un progresivo desarrollo de los personajes evita cualquier nexo entre ellos y la audiencia... realmente poco te importa lo que le suceda a cualquiera. Si añado los constantes anacronismos presentes en el film, como inconsistencias de elementos no pertenecientes a la época (autos de los '40 en 1933 por poner un ejemplo), y errores culturales como un juego de Yankees/Cubs por radio en temporada regular, se dan cuenta que no es un trabajo bien pulido (para 1933 como muchas décadas posteriores los interligas fuera de la Serie Mundial no existían).
¿Por qué digo esto? porque cuando recreas hechos harto conocidos por todos, como los días finales de la vida del criminal John Dillinger, el asalta bancos más notorio post depresión de Norteamérica, debes generar simpatía dramática al dirigir a los personajes o de lo contrario todo es predecible si sólo cuentas pero no manipulas. Esto no quiere decir que debas alterar los hechos históricos, cosa que Mann comete a patadas en este film sin ninguna razón, pero al menos debes dramatizar los hechos para vanagloriarlos al nivel de mito histórico que se han ganado gracias a la cultura popular. Yo sé como termina Dillinger, pero carajo, al menos pónmela difícil.
¿Ejemplos? Me sé de atrás para adelante, como fan de mafia y guerras, de los sucesos del complot del 20 de Julio de 1944; sin embargo, y sin aspiraciones mayores, la decente Valkyrie de Bryan Singer llega a sacudirme a momentos por la belleza de su cinematografía y la robusta dirección de sus personajes de carácter. Igual para sucede con otro film temático contemporáneo con Public Enemies, me refiero a la inmortal obra maestra de Brian De Palma The Untouchables. Que con todo y que sabemos cómo Elliot Ness acaba con Al Capone, De Palma supo mover los hilos de De Niro/Costner/Connery/García para darnos una lección de una soberbia adaptación dramática de un hecho histórico, con todo y el plagio de la famosa escena de la escalera de aquel clásico film mudo... (una cerveza a quien me diga el nombre del film en un comment).
Por lo tanto es triste que no haya habido un esfuerzo mayor de parte de Mann sabiendo que tenía la mitad del trabajo ganado con tener a Bale/Depp en su escenario. En esta ocasión no hubo identificación con los personajes, ninguna conexión emocional salvo un ligero énfasis en su relación con Evelyn "Billie" Frechette (Marion Cotillard - La Vie en Rose). Coño Mann, todavía estoy arrecho porque Hanna balacea a McCauley, maldita sea debió ser al revés (otra cerveza a quién me diga a cuál escena de cuál película me estoy refiriendo y no vale que participe El Cerdillo).
En fin, Mann me decepciona al contar una historia de profundidad dramático-histórica sólo que despojándola de narrativa emocional, desarrollo de los personajes, ambientación artística y sobre todo de ritmo. Algo bastante difícil de asimilar sabiendo que fue un proyecto personal ya que escribió el guión y la produjo aparte de dirigirla. Poco se puede decir de un reparto que apenas complementan a Bale y Depp, siquiera por la presencia de David Wenham (The Lord of the Rings, The Proposition, 300) y Giovanni Ribisi como Alvin Karpis (Saving Private Ryan, Lost in Translation, Cold Mountain). Igual para el inerte score incidental, que fue otra manera de desaprovechar a un gigante en la composición de sountracks que inyectan emociones; me refiero a Elliot Goldenthal, el autor del maligno y rococó soundtrack barroco de Interview With the Vampire.
En conclusión, Public Enemies no es un mal film para agarrarlo en HBO o en esos 3x2 de Blockbuster, sólo que se te olvidará al momento de finalizar; en cambio no se te van a olvidar los 10 bolos desperdiciados en él aún en un lunes popular. Con todo y lo flojo que está la cartelera, no es la recomendación rural de la semana.
Film: Mancao (★★☆☆☆)
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Bartholomeus
[*] Sepan ustedes que Mann esta re-editando Heat para recortarle minutos a la versión que conocemos y supervisando un nuevo transfer en HD para su relanzamiento en BD y DVD para este Noviembre.
[**] ¿Sabían ustedes qué, por culpa de Dillinger, Nelson, Capone, Karpis y Bonnie & Clyde fue que se creó el FBI? Su primer Director fue el co-fundador John Edgar Hoover desde los años '30 ¡hasta 1972! Aunque para la época que Dillinger estaba activo no existía formalmente el FBI, ya estaba funcionando en secreto esa división especial donde se formaron los primeros policías científicos y Hoover, como en el film de Mann, estaba a la cabeza del programa.