Yesterday is history, tomorrow is a mystery
Tenía tiempo que no iba al cine un lunes pelabola y encontraba todo perfecto (popular - mitad de precio). No había Tukis, el aire estaba helado, no hice cola (nunca la hago de paso), mi silla preferida (alto y al centro), no hubo impertinentes con celulares, las cotufas estaban calientes y recién hechas (para variar) y la copia estaba limpia, recién sacada de las latas de los carretes. Si tan sólo la película hubiese sido perfecta, porque por más que la disfruté no estuvo a la altura de la atmósfera de un rarísimo lunes popular.
Basada en la novelas "Bringing Down the House" y "Busting Vegas" de Ben Mezrich -que a su vez se basan someramente en un hecho verídico- 21 es el típico teen movie lleno de clichés por todos lados, trama tan delgada que pasaría entre los bloques de las pirámides de Gizá y ambientación musical que le da ese aire a Real World de MTV. ¡Hey! no es que todo eso sea malo, porque en realidad la combinación le sirvió para funcionar. Más aún considerando la empatía entre los actores que proyectaba credibilidad al marco de dos grandes figuras como del real Keyser Söze, Kevin Spacey (Seven, The Usual Suspects, Superman Returns, L.A. Confidfential, American Beauty) y the great Morpheus de Larry Fishburne (M:I.III, The Matrix, Mystic River, Just Cause, Boyz n the Hood).
Para no entrar en detalles y resolverles la trama simplista, pueden decir que 21 es como las modernas Ocean's 11/12/13, pero con aventureros estudiantes universitarios sin la parafernalia de aparatos y disfraces en su afán de ganarle a los casinos de Las Vegas. Aquí entra en "juego" la mente calculadora de "nerds" superdotados que manejan bien las probabilidades, las estadísticas y los números. Manejados por un ex-jugador y maestro de la trampa (Spacey) que usa el Black Jack para secarle plata a los casinos, ya que es el único juego que no se rinde al azar, sino al chance. Son como putas y su Pimp, pero cambiando el sexo por el juego.
Lo que me gustó bastante de 21 fue su excelente manejo de cámara, su edición y fotografía tipo video clip y su musicalización Willy McKay que la hizo sentir a veces como la brillante Casino de Scorsese (en cuanto a los criterios mencionados, no a la trama como tal). Pero si por la trama la evaluamos, les digo que no llega ni a un episodio de la serie Las Vegas que pasan por cable. Las actuaciones son en su mejor punto como un Sit-Com de alto nivel. Hemos visto a Spacey y a Fishburne en mejores posturas dramáticas, pero esta es una película para entretenerse y pasarla bien así que no nos ensañemos. Y cualquier película que empiece haciendo referencia a la inmortal Ferris Bueller's Day Off gana los puntos conmigo ("anyone? anyone? anyone?"). ¿Les dije que la música le ronca?
Parte de mi interés por verla -desde que vi los cortes- fue por la participación de la novedad sensación, Jim Sturgess, a quien han ovacionado por el film ¡QUÉ AUN NO TRAEN! Across the Universe. También por el jamoncito de la tierna Kate Bosworth (Superman Returns, Win a Date with Tad Hamilton!) que siempre es un placer ver desde las perlitas hasta los ñamecitos. Sin dejar a un lado al reparto desconocido que hizo buen soporte sin pretensión alguna de sobresalir. Si algo tengo que quejarme es de la manera en que el Director construye un ritmo excelente durante la primera mitad, para luego terminarlo con un el trillado y repetitivo "happy ending fixes all" plot twist cliché.
Dentro de la pobre selección que queda por ver es una sólida recomendación para pasar bien el rato. Esperando a Iron Man que como buenos fans de los comics que somos le daremos el trato especial como se merece el día de su estreno. Bienfor mequetrefes.
Film: McKay (★★★★☆)
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Sir Barton