Mommy, Where's Daddy?
El cine anti-utópico. La visión de la hecatombe social y el desgaste erosivo de nuestro planeta y de la especie humana -por culpa nuestra- ha sido tema recurrente en Hollywood por casi un siglo. Mejor análisis y exploración de éste subgénero del cine post-apocalíptico lo pueden leer en el ensayo de Spiff de hace unas semanas, recomendable. Pero, pareciera que encontramos fascinación en nuestro morbo inconsciente por la autodestrucción de la raza humana y su entorno social, que quizás sea lo que nos falte hacer después de destruir progresivamente nuestro planeta y sus recursos. Salvemos el planeta porque nuestras sociedades están podridas desde hace muchas vueltas al sol... y me refiero a muchas.
Children of Men se presenta como otra de esas visiones pesimistas de una sociedad en decadencia con algo más que sus recursos naturales y energéticos en juego. En este caso, la supervivencia de la especie humana misma. La posibilidad de una extinción absoluta de la especie dominante del planeta se hace inminente por una rara enfermedad que erradica por completo la capacidad de fertilizar nueva descendencia. El hombre ya no puede reproducirse. Con un estimado no mayor de un siglo para que el habitante más joven deje de existir (siempre y cuando sea por causas naturales, porque la malparidez no deja de estar al acecho). La búsqueda del sentido a la vida queda al descubierto cuando el caos se apodera de todas las grandes capitales.
Excepto la de la potencia Británica, que en medio de su propio descontrol, mantiene el mínimo de cordura, dominio y civilización. ¿El sentido? ningún otro que el de nuestros hijos, los niños, lo que realmente cualquier persona entiende como la esencia de la vida. No las cosas materiales ni las suntuosidades banales, no, el milagro y bendición de ser padres es arrebatado por el destino dejando los días del porvenir con tinte grisáceo. Todo deja de tener sentido si no puedes dejar continuidad de tu sangre.
En medio de esta frustrante situación por encontrar una respuesta y menos aún una esperanza, tenemos al fantástico actor 'brit' Clive "Mr. BMW" Owen (Inside Man, Sin City, Closer) quien deriva por la vida buscando un sentido luego de haber perdido trágicamente a su único hijo. Sentido que encuentra al proteger con su vida una esperanza biológica para la humanidad, sin parentesco alguno con el mismo, para zurcir el daño emocional que le embarga con su tragedia personal. Tragedia que comparte con Julian Moore, quien decidió contrarrestar el dolor propio de haber perdido a su cría junto a Owen por la vía de la violencia anárquica desde la clandestinidad.
Otro clandestino post-apocalíptico que comparte la carga y una profunda amistad con el protagonista, es el clásico actor británico Michael "Alfie Sr." Caine (The Prestige, Batman Begins, The Cider House Rules) como el eterno hippie esperanzado por el reflorecer de la raza humana. Caos, terrorismo, control semi-autoritario apadrinado por el estado -cual 1984 de Orwell- y una esperanza milagrosa que nos recuerda que no estamos solos espiritualmente es lo que encierra el marco de esta buena (aunque poco original) historia del Director azteca Alfonso Cuarón (Harry Potter, Y Tu Mamá También).
Muy buena trama, excelente dirección casi-mas-allá-de-lo-imposible con manejo de cámara brillantemente orquestado (no dejen de estar pendiente de un par de tomas larguisimas y complejísimas sin edición alguna). Y una producción impecable, que recrea una atmósfera convincente de la situación anti-utópica futurista de un posible y no lejano 2027, hacen de Children of Men un film para no dejarlo pasar. Aunque el concepto de la trama es repetido, presenta destellos de originalidad con referencias a la cultura británica en los su escenografía que le dan un toque fresco y espontáneo. El ritmo de la trama y la construcción del guión fuese perfecta de no ser por el frenazo casi inconcluso que te deja el final. Mucha acción, diálogo y argumentos sustentables la hacen un film para meditar como muchos de los clásicos future noir del cine de todos los tiempos.
El DVD se ve del carajo, colores lavados para acentuar el desánimo del ambiente. Gránulo artístico de la película y alto contraste le dan ese tono oscuro y melancólico del advenir del fin. Muy buena transferencia a DVD. El sonido es un lujo, atmósfera, dinamismo, inteligibilidad de la locución de los diálogos, en fin todo el film es un festín de sonido en su excelente pista Dolby Digital de 5.1 canales. Véanla, muy buena, recomendable, pero le faltó algo para concluir, ¿o es que el ambiente de desesperanza funcionó tanto que dejó ese deseo en la audiencia Rural?
Film: McKay; Video: Willy McKay; Sonido: Willy McKay
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Barton Orwell
[*] Canción de los Red Hot Chili Peppers.