Retroceder Nunca, Rendirse Jamás
Pocas veces uno presencia en el cine un festín visual de proporciones artísticas épicas como lo hizo 300 en su fin de semana de premiere. El Team Rural completo se presentó a verla para constatar las críticas mixtas y dar nuestra opinión. Aunque el traget de este film y su objetivo sensacionalista está claramente apuntado en los cortes, se reserva la sorpresa de mostrar expresionismo gráfico en sus máximas para no quedar como una simple glorificación gratuita de violencia, efectos especiales y acción sin sentido.
Basada en la novela gráfica semi-histórica y semi-comic del genial Frank Miller (Sin City), 300 representa la historia hecha leyenda de la glorificada Batalla de las Termópilas entre los Persas y los Espartanos en la Grecia del 480 a.C. Aunque no soy un Elías Pino Iturrieta (profesor de historia de la UCAB a quien le debo gran admiración), les comento brevemente que este hecho histórico está más que documentado por más tinte de leyenda que le haya añadido el paso de dos milenios.
Aunque estén advertidos que el film se concentra más en la adaptación del comic -que se inspira superficialmente en la historia real- que en la factibilidad histórica del mismo. Cuidado, en ningún momento se dice lo contrario.
Fueron tres días de inspiradora resistencia por parte de tres centenares de espartanos (junto al apoyo de unos 700 ilotas Atenienses), contra los millares del imperial ejército Persa durante su cruzada conquistadora. Honor, lealtad y gloria fue el legado que dejó el enfrentamiento del irreductible Leonidas, Rey de Esparta y sus leales 300 hoplitas, contra la casi indetenible fuerza del Imperio Persa del tirano Xerxes. Su ejemplo de valor, determinación, lealtad, dar todo por el honor -a pesar de las adveniencias y desventaja numérica- fue lo que inspiró a futuros guerreros como Alejandro Magno (356 al 323 a.C.), quien también ocupa un lugar honorífico en la historia griega por su precoz despliegue como soldado y estratega (quien terminó por conquistar y doblegar al Imperio Persa).
En esta ocasión al Director Zack Snyder le toca proyectar el sentimiento gráfico y emocional de otra novela/comic de Miller donde antes sobresalió Robert Rodríguez con la joya de culto Sin City, también del mismo autor. Lo que van a ver es cine gráfico de proporciones artísticas de vanguardia. Sólo les digo que es un crimen pestañear durante la película porque cada cuadro del film es un fotograma del coño de la madre. Elegantly grotesque comic noir mis queridos mequetrefes. La cinematografía, el juego de cámaras, la edición y el elegante uso de la cámara lenta para resaltar el momento justo -sin la sobre exposición a la Matrix- hacen en conjunto una maravilla visual al comic de Miller de 1998. El stock film severamente granulado, los colores lavadísimos y desaturados, el fuerte alto contraste y el color timing artificial, marcan nuevas pautas en el cine impresionista de hoy. Como bien lo recalcó Spiff en un comentario, el encuadre fotográfico de las batallas emulan a los grabados pictóricos de las ánforas griegas.
Una advertencia para los ignorantes del cine que se hacen llamar "críticos" y que han desmeritado este film con los argumentos equivocados. 300 no, repito, no está basado en el hecho histórico como tal, sino en el comic de Miller que a su vez se inspira en él, por lo que las acusaciones por su imprecisión histórica quedan sin lugar. Señores "críticos", si quieren precisión histórica vayan al History Channel y mastúrbense, mamapipes noveleros. Para ustedes lectores ruraltejanos que saben apreciar el buen cine como arte y entretenimiento, estoy seguro que encontrarán en 300 una elegante y bien llevada obra fílmica. Aunque es un poco grotesca y violenta, a estas alturas Braveheart y Saving Private Ryan los deben haber curado como un budare que les parecerá trivial.
Sí, la trama es directa, la historia es simple y las actuaciones son de novela Pulp, pero nadie promocionó a 300 como un derroche dramático a lo Nicholson/Streep ¿verdad? Ah, pendientes del soundtrack durante la película, enérgico, sádico y diabólico, puro romance como las escenas de batalla.
Altamente recomendable para la cartelera de esta semana.
Veredicto (y hablo por los cuatro): Sir William McKay (★★★★★★)
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Bartopoulis Texilios